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ficha de Bakrov
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Página 1 de 1.
ficha de Bakrov
1- Nombre: Bakrov
2- Tipo de Magia: Transmutación elemental.
3- Descripción :
Fisica: Varón 1’70 de alto, en los 20 años, pelo negro corto, imberbe, ojos azules, tiene 2 cicatrices en el rostro, una en la sien izquierda con una forma de media luna y una quemadura en la mejilla izquierda, cerca de la boca, en la línea de la mandíbula, del tamaño de 1 pulgar, lleva el brazo izquierdo vendado desde la punta de los dedos hasta el hombro, viste ropas negras, sin manga izquierda, en el dorso de su mano derecha se puede ver una cicatriz en forma de estrella de 5 puntas, en el brazo derecho luce la marca de Old tails, solo visible debido al hecho de que usa ropa de manga corta, a veces esconde su cabeza en el fondo de una capucha desde la que el poco común color de sus ojos le da un aspecto inquietante, usa botas de cuero altas cerradas con un laborioso e intrincado conjunto de nudos, a veces una ligera niebla parece viajar con el, dándole un aspecto aun más siniestro, algunos rumores dicen haberle visto exhalar fuego.
Psicológica: Silencioso, siempre se mueve en lugares poco iluminados, parece tener predilección por esquinas, no es muy amigo de acercarse a la gente, y solo habla si tiene algo que decir, por alguna extraña razón parece que le gustan los niños, habla abiertamente con ellos e incluso recurre a algunos trucos mágicos para divertirlos, es de carácter frió, calculador, no suele tomar decisiones precipitadas y por alguna razón siempre esta observando lo que le rodea.
4- Historia:
Era una mañana normal y corriente, una más entre todas, o eso pensó Bakrov al salir de su casa, hoy también iría a casa del maestro Moliev, hoy también haría la prueba de la rotura y hoy también fallaría, aun era aprendiz y lo seguiría siendo hasta que lograse dominar ese maldito conjuro, de camino al nuevo fracaso un grupo de niños de la aldea se le cruzaron.
-Bakrov, Bakrov, Bakrov, haz el dragón, venga, vamos...
-tengo prisa, Moliev me espera- fingir que no lo iba a hacer era parte esencial del juego.
-venga, va se bueno
-eso, eso, eso, se bueno.
Todas las mañas iguales, siempre lo mismo ¿cómo no se cansaban de aquel truco infantil?,no era muy complejo, solo tenía que transmutar el aire en fuego según lo espiraba, respiro hondo y se concentro, desde luego que o quería volver a quemarse, por ultimo exhaló despacio, mientras transformaba el aire, pero lo que los niños veían era como aquellas pequeñas llamas danzaban y giraban para desaparecer en el aire. Al acabar el espectáculo, los niños fingían estar atemorizados corriendo entre risas hacia sus casas o madres.
-socorro, un dragón quiere comernos
-mami, mami, miedo, miedo.
-aaaaaaahhhh socorro, me quemo me quemo.
-consientes a esos niños- la voz era de Comal, el otro aprendiz, había llegado hacía solo 2 meses al pueblo, muy interesado en aprender aquella forma de magia antigua y casi olvidada- así jamás te dejaran en paz.
Bakrov no pudo sino reír abiertamente- déjalos que se diviertan, que jueguen, son niños, vamos, no te celes, también lo harás tan pronto como aprendas las bases de la magia del maestro.
Ambos jóvenes subieron la cuesta hasta la casa del maestro, el cual les esperaba en la entrada con una reprimenda.
-Parece que no te tomas lo que aprendes en serio, para ti todo son juegos y bromas-suspiro- venga, Comal, ve a leer los manuscritos, Bacrov, tu tienes una cita con una rama.
-si maestro- respondieron al unísono.
En el centro de la habitación estaba una rama recién cortada, en un extremo Bakrov, concentrándose, concentrándose en aquella rama, en la corteza, en las hojas, en el centro, ya no había nada más, solo aquella rama, aquella rama se encontraba en toda su mente, inspiro profundamente, retuvo el aire en sus pulmones hasta que estos ardían, en un segundo, golpeo el suelo con ambas palmas y espiró todo el aire dejando salir un pequeño grito; la rama estallo en pedacitos por todo el lugar.
-arrrr, no es posible, maestro, es imposible, no puedo hacerlo llevo con esto años, y no puedo hacerlo.
-Mi joven aprendiz, aun tienes que aprender mucho, pero tienes tiempo, es imposible, por ello mismamente le llámanos magia, ya lo conseguirás, como conseguiste el resto de pruebas, mañana será otro día.
-y pasado otro, y luego habrá otro y así otro mes más ¿no había otro en la aldea que pudiera ser su aprendiz? ¿por qué yo?
-y ¿por qué no?, tienes talento, eres una persona jovial, divertida y querida por todos en el pueblo, cuidas de todos serás un buen mago para el pueblo, en un par de días...
Bakrov, miro las astillas del suelo, y luego añadió
-¿un par de días? ¿no puede ser hoy? Quiero volver a probar.
Moliev sonrió de oreja a oreja – claro que puedes, y si no lo logras, siempre podrás ganarte la vida haciendo palillos
Bakrov rió junto a su maestro, mientras este salía a cortar una nueva rama.
En el centro de la habitación llena de astillas, estaba una nueva rama, en un extremo Bakrov, concentrándose, concentrándose en aquella rama, en la corteza, en las hojas, en el centro, ya no había nada más, solo aquella rama, aquella rama se encontraba en toda su mente, inspiro profundamente, retuvo el aire en sus pulmones hasta que estos ardían, en un segundo, golpeo el suelo con ambas palmas y espiró todo el aire dejando salir un pequeño grito; esta vez al abrir los ojos en vez de un montón de astillas esparcidas por todas partes, había una replica exacta de la rama, pero de hierro, incluso las hojas se habían transformado en ese metal.
-lo hice, lo he hecho.
-felicidades, lo has conseguido, con esto ya eres un mago, pero aun tienes mucho que aprender y por cierto, ya iba siendo hora, nos estábamos quedando sin árboles
Maestro y discípulo salieron de la casa con la rama en alto, el primero que los vio fue un anciano que estaba trabajando la tierra.
-eh, salid todos Bakrov lo ha conseguido.
Poco a poco todos salieron de sus casas para ver la rama de metal, unas felicitaciones se unieron a otras, unas voces a otras, poco a poco todas, excepto una, Comal, estaba al pie de la colina con una sonrisa torcida, y salió corriendo hacía el río.
-Comal- trató de ir tras su amigo, pero su maestro le detuvo.
-ven, no tenemos tiempo, el sol ya casi se ha ido y tenemos mucho por hacer, ya habrá tiempo para ello.
-Escucha ahora la verdadera carga de nuestra magia, durante muchos años todos aquellos que han conocido nuestro poder, lo han codiciado, no por ser poderoso, no por ser destructivo, sino por avaricia, creen que si tienen nuestro poder podrán crear tanto oro como sea posible, enriquecerse y amasar autenticas fortunas, y es exactamente eso, lo que les llevó a perseguirnos, esclavizarnos e incluso sacrificarnos, incluso algunos de los nuestros cayeron en su propia codicia y perdieron su alma por el oro, pero el maestro, del maestro, de mi tatarabuelo, descubrió como acabar con ello, dame tu mano derecha- cogió un cuchillo bien afilado y lo acerco al dorso de la mano- confía en mi, dolerá un poco y pronto terminará- con pulso firme y de un solo trazo fue cortando una estrella de 5 puntas, la sangre chorreaba en un cuenco, pero Bakrov no dejaba salir ni un solo grito, al terminar, cogió el cuenco y con la sangre trazo un símbolo mágico en una pared de la cueva, justo igual a los que adornaban la pared- Jura ahora, júralo, nunca crearas más riqueza que aquella que destruyas, jura que no crearas riquezas, solo así estarás a salvo de tu codicia y la de los demás
-lo juro- que más le daba, nunca quiso aprender magia para enriquecerse, era poco lo que pedía su maestro y mucho lo que le había dado.
la pared brilló con fuerza y el dolor de la mano se intensificó y en apenas unos segundos toda luz se desvaneció, solo quedo una luna llena para iluminar la salida.
-si rompes este juramento, tu magia será sellada, no lo olvides.
-quiero ir al río, quiero hablar con Comal, hoy estuvo muy raro
-ve, ahora ya no hay prisa, yo iré a mi casa, cuando hayas hablado con él ven a verme, te daré un regalo.
Bakrov buscó varias horas por el río, hasta que al fin encontró a su compañero, parecía perdido, como buscando algo, casi no parecía el, pero... ¿quién más podría ser?
-Comal- le llamó, este levanto la cabeza en su dirección y una voz retorcida que nunca había oído le contestó.
-que te parece, el cachorro tenía razón, ven aquí nuevo mago, ven, tengo algo para ti- se dirigió directamente hacia el tan rápido como le daban sus piernas, algo iba muy mal y Bakrov no se iba a quedar allí para descubrir que era, salió corriendo por donde había venido tan rápido como podía, pero le ganaban terreno, respiró hondo y sin pensarlo dos veces recitó.
-aire dame refugio, a ti te llamo famil NIEBLA- apretó ambas manos tan fuerte que las uñas se le clavaron en las palmas, pero habia dado resultado, ahora un muro de niebla le separaba de su perseguidor, tan pronto como le fuera posible iría a casa de Moliev, tenia que saber que ocurría y cuanto antes mejor
Moliev entró en su casa, le daría una capa de terciopelo a su aprendiz, aunque dentro de nada tendría que dejar de llamarlo así, no pudo evitar sonreír, pero ¿donde había puesto la condenada capa? Un ruido interrumpió sus pensamientos, se giró para ver que había sido, y no tardó en desear no haberlo hecho, era un fantasma del pasado y tras él su nuevo aprendiz, con una sonrisa siniestra en su cara.
-buenas noches Moliev, espero no molestarte, he venido a por algo de oro, algo que puedas prestarme, lo que tengas suelto, un kilo o 30.
-asquerosa rata, vete por donde has venido no obtendrás nada de mí ya lo sabes.
-lo se, lo se, por eso te envié a mi hermanito como aprendiz, ¿quién hubiese creído que sería tan incompetente?, por suerte ahora tenemos un nuevo mago en el pueblo, ya no te necesitamos, eres prescindible.
-atrévete mala rata, te haré pedazos una y otra vez y las que hagan falta, no te tengo miedo.
-vaya... mira que eres bravucón, creo que te olvidas de cual es mi poder, y hoy tengo un regalo especial para ti- extendió su brazo derecho y Comal le tendió una rama hecha totalmente de metal, era la misma que Bakrov había cambiado, pero alguien le había sacado punta en su extremo- es irónico ¿verdad? Al final vas a ser asesinado por tu propio estudiante viejo estúpido.
Moliev abrió los ojos y miró a Comal- como has podido.
-cuando tengamos a Bakrov tendremos mucho oro, muchísimo, lo haría yo mismo, pero solo me haces leer viejas historias inútiles, es hora de cobrar, pronto tendremos todo lo que queremos.
-no creáis que moriré sin luchar malditos.
-fue un viejo molesto hasta el final-dijo Comal mientras se vendaba las quemaduras de los brazos
-fue un estúpido hasta su muerte y hubiese sido la mía si no me contases ese secreto sucio suyo, casi derrite todo el hierro, pero al final el hierro es hierro- soltó una carcajada- y yo soy el hierro
Un hombre sudoroso subió la cuesta hasta la casa en llamas del finado mago.
-Ismel, ha escapado, no se como pero de repente la niebla lo cubrió todo, no tardo en disiparse, pero ya no estaba.
-idiota, inútil, mostrenco, es un mago, pero no te preocupes, seguro que vendrá, seguro que tarde o temprano aparecerá- hizo una breve pausa y después continuó- pareces cansado, ten descansa un poco- hizo un gesto despreocupado con la mano y un cuchillo salió volando de la casa en llamas para apuñalar el corazón del pobre desdichado- descansa para siempre, tal y como un inútil debe hacer, hermano, ve a buscar a tu amigo, tráelo aquí, yo buscaré con que entretenerme- lentamente se dirigió al centro del pueblo, donde todos atónitos veían como ardía lo que en su día fuera la casa del viejo mago, todos que ahora huían a esconderse de la figura que descendía hacía ellos.
La visión de la casa de su mentor ardiendo, fue a la vez espantosa y reveladora, no debía volver, desanduvo el camino, regreso al río y se dirigió al este, si le estaban buscando a él los alejaría lo máximo posible, fue un vagar lento y tortuoso abriendo senda la mayoría de las veces, parando lo justo para conseguir algo de comer, algunos frutos, algunas bayas y muchas hojas, no era lo mas sabroso, pero servía para continuar un poco más, en la tarde del segundo día, una voz amiga llego hasta el, era su amigo Comal, gritaba su nombre, sintió paz y alegría al fin un amigo, alguien en quien confiar, alguien que le diría que había ocurrido.
-estoy aquí, que ha pasado, vi arder la casa del maestro.
-nos atacaron unos bandidos, el maestro se ha encargado de ellos, todos están bien, regresemos, todos te están esperando para celebrar tu éxito.
-¿el maestro esta bien? Su casa ardía.
-esta bien, un poco herido, pero se hizo cargo de los bandidos, regresemos esta ansioso por verte de nuevo.
El viaje de regreso fue más ameno que el de ida, con alguien con quien hablar, ahora se sentía estúpido por decidir huir, por pensar que había alguien capaz de derrotar a su maestro, pero toda la alegría se terminó en el momento que el viaje llegó a su fin, no les recibieron sus vecinos, en su lugar bandadas de cuervos les recibieron con sus alegres cantares, festejando la llegada de los viajeros, Bakrov se volvió a su amigo y pregunto alarmado
-¿no dijiste que todos estaban bien? ¿qué ha ocurrido? ¿qué pasa aquí? ¿qué es esa peste?
-no estoy seguro, ¿hermano que has hecho?
Una voz desconocida respondió desde una de las casas
-tuve que buscar algo con lo que entretenerme estos 4 días, y al fin lo encontré
-mal nacido. Bakrov trato de ir contra aquella voz, pero su fiel amigo descargo un golpe con una piedra en su cabeza, fundiendo todo en negro, dejando un cuerpo inerte en el suelo.
-¿pero era necesario?
-no, era divertido, hay que ver lo difícil que fue encontrar a esos pequeñuelos, pero los encontré
-supongo que no se pudo hacer nada, bueno ahora lo tenemos, solo hay que esperar a que se despierte.
-vaya parece que ya vuelve en si...
Bakrov volvía en si poco a poco, le ardía la sien izquierda, la cabeza le zumbaba, lentamente abrió los ojos para desear no haberlo hecho nunca, una imagen dantesca le esperaba, el pueblo no era más que un grupo de muertos por doquier, cuervos felizmente picoteando los más selectos bocados y peleándose por ellos, en medio un hombre al que jamás había visto y a sus pies lo niños, los pobres e inocentes niños, acuchillados por todas partes, ahora yacían sin vida a sus pies, como si fuesen algún macabro trofeo.
-hola, mi niño, celebro que al fin despiertes, tengo algo que pedirte, es un favorcillo de nada y a ti te servirá de entrenamiento.
Bakrov trato de abalanzarse sobre el, solo para descubrir que tenia sus manos atadas a su espalda, lo que provocó la risa de ambos, Comal estaba con el, la ira era total, había sido engañado del todo.
-tienes nervio, eso me gusta, veras, tu maestro no quiso ayudarme, pero seguro que tú si lo harás, necesito algo de dinero, ya sabes solo un poco, lo justo para montar mi propio gremio, tal vez 40 o 60 millones, nada fuera de tu alcance.
-no puedo hacerlo, y aunque pudiera no lo haría- la respuesta provoco que una bota se estrellara contra su cara.
-respuesta equivocada, se que puedes hacerlo, esta roca, esta que esta al lado del camino, conviértela en oro.
No era el momento de ser valiente, era el momento de pensar
-no puedo, necesito mis manos...
-muy listo, muy listo, así es colabora, hermano, suéltale la mano izquierda- ¿hermano? ¿Eran hermanos? ¿Todo ese tiempo que creía que Comal era su amigo era fingido?¿les había engañado a todos?
-como digas hermano- Comal cortó la cuerda de la mano izquierda y volvió a atar la derecha en su cintura.
-¿y bien a que esperas?
-falta algo- el pentagrama de su mano ardía con fuerza, parecía obstinado a recordarle su promesa, tenía que pensar como vengarse de aquellos dos, necesitaba tiempo... y ahora sabía como ganarlo, a fin de cuentas eran hermanos- hace falta un sacrificio, para hacer oro hace falta que alguien de su vida.
-entonces no falta nada, todo esta dispuesto, aquí sobran muertos-volvió a reír estrepitosamente- escoge el que mejor te parezca.
-no sirven, tiene que llevar menos de una hora muerto- esa era su victoria, necesitarían ir a buscar a alguien, era un pueblo bastante aislado, tardarían varios días en llegar al próximo pueblo, tendría tiempo de encontrar la manera de escapar y vengarse.
-no es un gran problema-el hombre hizo un pequeño gesto y varios cuchillos extendidos por el pueblo apuñalaron a Comal, el pobre cayó muerto; Bakrov miró sorprendido lo ocurrido, no podía creerlo, ¡era su hermano!.
-lo has matado
-adelante hazlo
-has matado a tu hermano
-solo era una molestia, ahora mi oro
-¿cómo has podido?
-lo mismo que al resto, ahora mi oro- cada vez se veía más impaciente
-si como no-Bakrov notó como la ira le invadía, sin pensarlo dos veces se abalanzó sobre él y sujetó su cara con la mano libre, era el momento de hacer lo que nunca jamás creyó que haría, con un grito desgarrador liberó todo lo que tenía, el odio, la ira, la magia, los cuervos volaron espantados, y donde antes había tres ahora solo uno quedaba con vida.
Volvió a sumergir el brazo izquierdo en el río, el agua le refrescaba, lo hacía más llevadero, mucho más que el vendaje improvisado que había realizado con algunas ropas viejas llevaba 3 días andando, hacía 8 que se había ganado su “nuevo” brazo izquierdo, apenas podía mover los dedos, el trabajo de enterrar a todos sus antiguos vecinos había sido agotador, no solo físicamente, ahora todos descansaban en la entrada de su casa, junto a sus seres queridos, incluso Comal estaba delante de la casa que ocupaba, solo los dos hombres desconocidos se quedaron sin descanso, los cuervos tenían derecho a comer. En el 5 día de viaje, la fortuna fue ambigua, la comida que había recogido llegó a su fin, pero encontró un camino empedrado, cualquiera que tomase el trabajo de hacer semejante camino, de seguro lo usaría, pronto estaría de nuevo con gente, miró sus vendajes y comprobó con cierto alegría que podía mover los dedos sin casi dolor, poco a poco se iba curando, tal vez algún día podría volver a usarlo, tal vez no todo era tan malo.
La suerte se presentó a la mañana siguiente, una carreta viajaba por el camino, se acerco a ella y le hizo señas para que para.
-demonios chico, que te ha ocurrido-pregunto el conductor, un señor bajo, gordo y calvo, pero de aspecto bonachón.
-unos bandidos me han robado todo-no era momento de mentir, pero tampoco era momento de decir la verdad-¿puede ayudarme?
-te ayudaré, te llevaré a la ciudad más cercana, pero una vez allí tendras que buscarte la vida, no puedo ver por ti.
-muchas gracias señor-mientras se subía como podía a la carreta pregunto-¿a qué ciudad va?
2- Tipo de Magia: Transmutación elemental.
3- Descripción :
Fisica: Varón 1’70 de alto, en los 20 años, pelo negro corto, imberbe, ojos azules, tiene 2 cicatrices en el rostro, una en la sien izquierda con una forma de media luna y una quemadura en la mejilla izquierda, cerca de la boca, en la línea de la mandíbula, del tamaño de 1 pulgar, lleva el brazo izquierdo vendado desde la punta de los dedos hasta el hombro, viste ropas negras, sin manga izquierda, en el dorso de su mano derecha se puede ver una cicatriz en forma de estrella de 5 puntas, en el brazo derecho luce la marca de Old tails, solo visible debido al hecho de que usa ropa de manga corta, a veces esconde su cabeza en el fondo de una capucha desde la que el poco común color de sus ojos le da un aspecto inquietante, usa botas de cuero altas cerradas con un laborioso e intrincado conjunto de nudos, a veces una ligera niebla parece viajar con el, dándole un aspecto aun más siniestro, algunos rumores dicen haberle visto exhalar fuego.
Psicológica: Silencioso, siempre se mueve en lugares poco iluminados, parece tener predilección por esquinas, no es muy amigo de acercarse a la gente, y solo habla si tiene algo que decir, por alguna extraña razón parece que le gustan los niños, habla abiertamente con ellos e incluso recurre a algunos trucos mágicos para divertirlos, es de carácter frió, calculador, no suele tomar decisiones precipitadas y por alguna razón siempre esta observando lo que le rodea.
4- Historia:
Era una mañana normal y corriente, una más entre todas, o eso pensó Bakrov al salir de su casa, hoy también iría a casa del maestro Moliev, hoy también haría la prueba de la rotura y hoy también fallaría, aun era aprendiz y lo seguiría siendo hasta que lograse dominar ese maldito conjuro, de camino al nuevo fracaso un grupo de niños de la aldea se le cruzaron.
-Bakrov, Bakrov, Bakrov, haz el dragón, venga, vamos...
-tengo prisa, Moliev me espera- fingir que no lo iba a hacer era parte esencial del juego.
-venga, va se bueno
-eso, eso, eso, se bueno.
Todas las mañas iguales, siempre lo mismo ¿cómo no se cansaban de aquel truco infantil?,no era muy complejo, solo tenía que transmutar el aire en fuego según lo espiraba, respiro hondo y se concentro, desde luego que o quería volver a quemarse, por ultimo exhaló despacio, mientras transformaba el aire, pero lo que los niños veían era como aquellas pequeñas llamas danzaban y giraban para desaparecer en el aire. Al acabar el espectáculo, los niños fingían estar atemorizados corriendo entre risas hacia sus casas o madres.
-socorro, un dragón quiere comernos
-mami, mami, miedo, miedo.
-aaaaaaahhhh socorro, me quemo me quemo.
-consientes a esos niños- la voz era de Comal, el otro aprendiz, había llegado hacía solo 2 meses al pueblo, muy interesado en aprender aquella forma de magia antigua y casi olvidada- así jamás te dejaran en paz.
Bakrov no pudo sino reír abiertamente- déjalos que se diviertan, que jueguen, son niños, vamos, no te celes, también lo harás tan pronto como aprendas las bases de la magia del maestro.
Ambos jóvenes subieron la cuesta hasta la casa del maestro, el cual les esperaba en la entrada con una reprimenda.
-Parece que no te tomas lo que aprendes en serio, para ti todo son juegos y bromas-suspiro- venga, Comal, ve a leer los manuscritos, Bacrov, tu tienes una cita con una rama.
-si maestro- respondieron al unísono.
En el centro de la habitación estaba una rama recién cortada, en un extremo Bakrov, concentrándose, concentrándose en aquella rama, en la corteza, en las hojas, en el centro, ya no había nada más, solo aquella rama, aquella rama se encontraba en toda su mente, inspiro profundamente, retuvo el aire en sus pulmones hasta que estos ardían, en un segundo, golpeo el suelo con ambas palmas y espiró todo el aire dejando salir un pequeño grito; la rama estallo en pedacitos por todo el lugar.
-arrrr, no es posible, maestro, es imposible, no puedo hacerlo llevo con esto años, y no puedo hacerlo.
-Mi joven aprendiz, aun tienes que aprender mucho, pero tienes tiempo, es imposible, por ello mismamente le llámanos magia, ya lo conseguirás, como conseguiste el resto de pruebas, mañana será otro día.
-y pasado otro, y luego habrá otro y así otro mes más ¿no había otro en la aldea que pudiera ser su aprendiz? ¿por qué yo?
-y ¿por qué no?, tienes talento, eres una persona jovial, divertida y querida por todos en el pueblo, cuidas de todos serás un buen mago para el pueblo, en un par de días...
Bakrov, miro las astillas del suelo, y luego añadió
-¿un par de días? ¿no puede ser hoy? Quiero volver a probar.
Moliev sonrió de oreja a oreja – claro que puedes, y si no lo logras, siempre podrás ganarte la vida haciendo palillos
Bakrov rió junto a su maestro, mientras este salía a cortar una nueva rama.
En el centro de la habitación llena de astillas, estaba una nueva rama, en un extremo Bakrov, concentrándose, concentrándose en aquella rama, en la corteza, en las hojas, en el centro, ya no había nada más, solo aquella rama, aquella rama se encontraba en toda su mente, inspiro profundamente, retuvo el aire en sus pulmones hasta que estos ardían, en un segundo, golpeo el suelo con ambas palmas y espiró todo el aire dejando salir un pequeño grito; esta vez al abrir los ojos en vez de un montón de astillas esparcidas por todas partes, había una replica exacta de la rama, pero de hierro, incluso las hojas se habían transformado en ese metal.
-lo hice, lo he hecho.
-felicidades, lo has conseguido, con esto ya eres un mago, pero aun tienes mucho que aprender y por cierto, ya iba siendo hora, nos estábamos quedando sin árboles
Maestro y discípulo salieron de la casa con la rama en alto, el primero que los vio fue un anciano que estaba trabajando la tierra.
-eh, salid todos Bakrov lo ha conseguido.
Poco a poco todos salieron de sus casas para ver la rama de metal, unas felicitaciones se unieron a otras, unas voces a otras, poco a poco todas, excepto una, Comal, estaba al pie de la colina con una sonrisa torcida, y salió corriendo hacía el río.
-Comal- trató de ir tras su amigo, pero su maestro le detuvo.
-ven, no tenemos tiempo, el sol ya casi se ha ido y tenemos mucho por hacer, ya habrá tiempo para ello.
-Escucha ahora la verdadera carga de nuestra magia, durante muchos años todos aquellos que han conocido nuestro poder, lo han codiciado, no por ser poderoso, no por ser destructivo, sino por avaricia, creen que si tienen nuestro poder podrán crear tanto oro como sea posible, enriquecerse y amasar autenticas fortunas, y es exactamente eso, lo que les llevó a perseguirnos, esclavizarnos e incluso sacrificarnos, incluso algunos de los nuestros cayeron en su propia codicia y perdieron su alma por el oro, pero el maestro, del maestro, de mi tatarabuelo, descubrió como acabar con ello, dame tu mano derecha- cogió un cuchillo bien afilado y lo acerco al dorso de la mano- confía en mi, dolerá un poco y pronto terminará- con pulso firme y de un solo trazo fue cortando una estrella de 5 puntas, la sangre chorreaba en un cuenco, pero Bakrov no dejaba salir ni un solo grito, al terminar, cogió el cuenco y con la sangre trazo un símbolo mágico en una pared de la cueva, justo igual a los que adornaban la pared- Jura ahora, júralo, nunca crearas más riqueza que aquella que destruyas, jura que no crearas riquezas, solo así estarás a salvo de tu codicia y la de los demás
-lo juro- que más le daba, nunca quiso aprender magia para enriquecerse, era poco lo que pedía su maestro y mucho lo que le había dado.
la pared brilló con fuerza y el dolor de la mano se intensificó y en apenas unos segundos toda luz se desvaneció, solo quedo una luna llena para iluminar la salida.
-si rompes este juramento, tu magia será sellada, no lo olvides.
-quiero ir al río, quiero hablar con Comal, hoy estuvo muy raro
-ve, ahora ya no hay prisa, yo iré a mi casa, cuando hayas hablado con él ven a verme, te daré un regalo.
Bakrov buscó varias horas por el río, hasta que al fin encontró a su compañero, parecía perdido, como buscando algo, casi no parecía el, pero... ¿quién más podría ser?
-Comal- le llamó, este levanto la cabeza en su dirección y una voz retorcida que nunca había oído le contestó.
-que te parece, el cachorro tenía razón, ven aquí nuevo mago, ven, tengo algo para ti- se dirigió directamente hacia el tan rápido como le daban sus piernas, algo iba muy mal y Bakrov no se iba a quedar allí para descubrir que era, salió corriendo por donde había venido tan rápido como podía, pero le ganaban terreno, respiró hondo y sin pensarlo dos veces recitó.
-aire dame refugio, a ti te llamo famil NIEBLA- apretó ambas manos tan fuerte que las uñas se le clavaron en las palmas, pero habia dado resultado, ahora un muro de niebla le separaba de su perseguidor, tan pronto como le fuera posible iría a casa de Moliev, tenia que saber que ocurría y cuanto antes mejor
Moliev entró en su casa, le daría una capa de terciopelo a su aprendiz, aunque dentro de nada tendría que dejar de llamarlo así, no pudo evitar sonreír, pero ¿donde había puesto la condenada capa? Un ruido interrumpió sus pensamientos, se giró para ver que había sido, y no tardó en desear no haberlo hecho, era un fantasma del pasado y tras él su nuevo aprendiz, con una sonrisa siniestra en su cara.
-buenas noches Moliev, espero no molestarte, he venido a por algo de oro, algo que puedas prestarme, lo que tengas suelto, un kilo o 30.
-asquerosa rata, vete por donde has venido no obtendrás nada de mí ya lo sabes.
-lo se, lo se, por eso te envié a mi hermanito como aprendiz, ¿quién hubiese creído que sería tan incompetente?, por suerte ahora tenemos un nuevo mago en el pueblo, ya no te necesitamos, eres prescindible.
-atrévete mala rata, te haré pedazos una y otra vez y las que hagan falta, no te tengo miedo.
-vaya... mira que eres bravucón, creo que te olvidas de cual es mi poder, y hoy tengo un regalo especial para ti- extendió su brazo derecho y Comal le tendió una rama hecha totalmente de metal, era la misma que Bakrov había cambiado, pero alguien le había sacado punta en su extremo- es irónico ¿verdad? Al final vas a ser asesinado por tu propio estudiante viejo estúpido.
Moliev abrió los ojos y miró a Comal- como has podido.
-cuando tengamos a Bakrov tendremos mucho oro, muchísimo, lo haría yo mismo, pero solo me haces leer viejas historias inútiles, es hora de cobrar, pronto tendremos todo lo que queremos.
-no creáis que moriré sin luchar malditos.
-fue un viejo molesto hasta el final-dijo Comal mientras se vendaba las quemaduras de los brazos
-fue un estúpido hasta su muerte y hubiese sido la mía si no me contases ese secreto sucio suyo, casi derrite todo el hierro, pero al final el hierro es hierro- soltó una carcajada- y yo soy el hierro
Un hombre sudoroso subió la cuesta hasta la casa en llamas del finado mago.
-Ismel, ha escapado, no se como pero de repente la niebla lo cubrió todo, no tardo en disiparse, pero ya no estaba.
-idiota, inútil, mostrenco, es un mago, pero no te preocupes, seguro que vendrá, seguro que tarde o temprano aparecerá- hizo una breve pausa y después continuó- pareces cansado, ten descansa un poco- hizo un gesto despreocupado con la mano y un cuchillo salió volando de la casa en llamas para apuñalar el corazón del pobre desdichado- descansa para siempre, tal y como un inútil debe hacer, hermano, ve a buscar a tu amigo, tráelo aquí, yo buscaré con que entretenerme- lentamente se dirigió al centro del pueblo, donde todos atónitos veían como ardía lo que en su día fuera la casa del viejo mago, todos que ahora huían a esconderse de la figura que descendía hacía ellos.
La visión de la casa de su mentor ardiendo, fue a la vez espantosa y reveladora, no debía volver, desanduvo el camino, regreso al río y se dirigió al este, si le estaban buscando a él los alejaría lo máximo posible, fue un vagar lento y tortuoso abriendo senda la mayoría de las veces, parando lo justo para conseguir algo de comer, algunos frutos, algunas bayas y muchas hojas, no era lo mas sabroso, pero servía para continuar un poco más, en la tarde del segundo día, una voz amiga llego hasta el, era su amigo Comal, gritaba su nombre, sintió paz y alegría al fin un amigo, alguien en quien confiar, alguien que le diría que había ocurrido.
-estoy aquí, que ha pasado, vi arder la casa del maestro.
-nos atacaron unos bandidos, el maestro se ha encargado de ellos, todos están bien, regresemos, todos te están esperando para celebrar tu éxito.
-¿el maestro esta bien? Su casa ardía.
-esta bien, un poco herido, pero se hizo cargo de los bandidos, regresemos esta ansioso por verte de nuevo.
El viaje de regreso fue más ameno que el de ida, con alguien con quien hablar, ahora se sentía estúpido por decidir huir, por pensar que había alguien capaz de derrotar a su maestro, pero toda la alegría se terminó en el momento que el viaje llegó a su fin, no les recibieron sus vecinos, en su lugar bandadas de cuervos les recibieron con sus alegres cantares, festejando la llegada de los viajeros, Bakrov se volvió a su amigo y pregunto alarmado
-¿no dijiste que todos estaban bien? ¿qué ha ocurrido? ¿qué pasa aquí? ¿qué es esa peste?
-no estoy seguro, ¿hermano que has hecho?
Una voz desconocida respondió desde una de las casas
-tuve que buscar algo con lo que entretenerme estos 4 días, y al fin lo encontré
-mal nacido. Bakrov trato de ir contra aquella voz, pero su fiel amigo descargo un golpe con una piedra en su cabeza, fundiendo todo en negro, dejando un cuerpo inerte en el suelo.
-¿pero era necesario?
-no, era divertido, hay que ver lo difícil que fue encontrar a esos pequeñuelos, pero los encontré
-supongo que no se pudo hacer nada, bueno ahora lo tenemos, solo hay que esperar a que se despierte.
-vaya parece que ya vuelve en si...
Bakrov volvía en si poco a poco, le ardía la sien izquierda, la cabeza le zumbaba, lentamente abrió los ojos para desear no haberlo hecho nunca, una imagen dantesca le esperaba, el pueblo no era más que un grupo de muertos por doquier, cuervos felizmente picoteando los más selectos bocados y peleándose por ellos, en medio un hombre al que jamás había visto y a sus pies lo niños, los pobres e inocentes niños, acuchillados por todas partes, ahora yacían sin vida a sus pies, como si fuesen algún macabro trofeo.
-hola, mi niño, celebro que al fin despiertes, tengo algo que pedirte, es un favorcillo de nada y a ti te servirá de entrenamiento.
Bakrov trato de abalanzarse sobre el, solo para descubrir que tenia sus manos atadas a su espalda, lo que provocó la risa de ambos, Comal estaba con el, la ira era total, había sido engañado del todo.
-tienes nervio, eso me gusta, veras, tu maestro no quiso ayudarme, pero seguro que tú si lo harás, necesito algo de dinero, ya sabes solo un poco, lo justo para montar mi propio gremio, tal vez 40 o 60 millones, nada fuera de tu alcance.
-no puedo hacerlo, y aunque pudiera no lo haría- la respuesta provoco que una bota se estrellara contra su cara.
-respuesta equivocada, se que puedes hacerlo, esta roca, esta que esta al lado del camino, conviértela en oro.
No era el momento de ser valiente, era el momento de pensar
-no puedo, necesito mis manos...
-muy listo, muy listo, así es colabora, hermano, suéltale la mano izquierda- ¿hermano? ¿Eran hermanos? ¿Todo ese tiempo que creía que Comal era su amigo era fingido?¿les había engañado a todos?
-como digas hermano- Comal cortó la cuerda de la mano izquierda y volvió a atar la derecha en su cintura.
-¿y bien a que esperas?
-falta algo- el pentagrama de su mano ardía con fuerza, parecía obstinado a recordarle su promesa, tenía que pensar como vengarse de aquellos dos, necesitaba tiempo... y ahora sabía como ganarlo, a fin de cuentas eran hermanos- hace falta un sacrificio, para hacer oro hace falta que alguien de su vida.
-entonces no falta nada, todo esta dispuesto, aquí sobran muertos-volvió a reír estrepitosamente- escoge el que mejor te parezca.
-no sirven, tiene que llevar menos de una hora muerto- esa era su victoria, necesitarían ir a buscar a alguien, era un pueblo bastante aislado, tardarían varios días en llegar al próximo pueblo, tendría tiempo de encontrar la manera de escapar y vengarse.
-no es un gran problema-el hombre hizo un pequeño gesto y varios cuchillos extendidos por el pueblo apuñalaron a Comal, el pobre cayó muerto; Bakrov miró sorprendido lo ocurrido, no podía creerlo, ¡era su hermano!.
-lo has matado
-adelante hazlo
-has matado a tu hermano
-solo era una molestia, ahora mi oro
-¿cómo has podido?
-lo mismo que al resto, ahora mi oro- cada vez se veía más impaciente
-si como no-Bakrov notó como la ira le invadía, sin pensarlo dos veces se abalanzó sobre él y sujetó su cara con la mano libre, era el momento de hacer lo que nunca jamás creyó que haría, con un grito desgarrador liberó todo lo que tenía, el odio, la ira, la magia, los cuervos volaron espantados, y donde antes había tres ahora solo uno quedaba con vida.
Volvió a sumergir el brazo izquierdo en el río, el agua le refrescaba, lo hacía más llevadero, mucho más que el vendaje improvisado que había realizado con algunas ropas viejas llevaba 3 días andando, hacía 8 que se había ganado su “nuevo” brazo izquierdo, apenas podía mover los dedos, el trabajo de enterrar a todos sus antiguos vecinos había sido agotador, no solo físicamente, ahora todos descansaban en la entrada de su casa, junto a sus seres queridos, incluso Comal estaba delante de la casa que ocupaba, solo los dos hombres desconocidos se quedaron sin descanso, los cuervos tenían derecho a comer. En el 5 día de viaje, la fortuna fue ambigua, la comida que había recogido llegó a su fin, pero encontró un camino empedrado, cualquiera que tomase el trabajo de hacer semejante camino, de seguro lo usaría, pronto estaría de nuevo con gente, miró sus vendajes y comprobó con cierto alegría que podía mover los dedos sin casi dolor, poco a poco se iba curando, tal vez algún día podría volver a usarlo, tal vez no todo era tan malo.
La suerte se presentó a la mañana siguiente, una carreta viajaba por el camino, se acerco a ella y le hizo señas para que para.
-demonios chico, que te ha ocurrido-pregunto el conductor, un señor bajo, gordo y calvo, pero de aspecto bonachón.
-unos bandidos me han robado todo-no era momento de mentir, pero tampoco era momento de decir la verdad-¿puede ayudarme?
-te ayudaré, te llevaré a la ciudad más cercana, pero una vez allí tendras que buscarte la vida, no puedo ver por ti.
-muchas gracias señor-mientras se subía como podía a la carreta pregunto-¿a qué ciudad va?
Última edición por espada el Miér Mar 06, 2013 12:48 pm, editado 1 vez
espada- Mago Legal
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Re: ficha de Bakrov
celebro que te guste, no estaba muy seguro del resultado final, dado que muchas cosas las acabe por cortar y otras las aceleré mucho, ahora solo falta que no me apruben la magia y toda la historia al garete...
espada- Mago Legal
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Re: ficha de Bakrov
descripcion actualizada para incluir la marca del gremio
espada- Mago Legal
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