Doctoreando en el gremio.

No sé cuánto tiempo estuve incosnciente, sólo sentí punzadas en mis zarpas y elgo clavándose en mi cuello. Luego nada...

Conforme pasaba el tiempo, sentí de nuevo mi cuerpo, podía moverlo de nuevo y abrí los ojos. ¡Cuál fue mi sorpresa, que estabamos de nuevo en el gremio!

El niño estaba recostado en una mesa cercana, mientras que, frente a ambos, estaba Angus, observándonos. Me sobé el cuello, dándome cuenta que mis zarpas estaban vendadas y un tubo que conectaba a un frasco de suero estaba inyectado en mi venas del cuello.

-¡Auch, pudiste haber usado mis brazos! -sonreí. -Mas gracias... parece que me excedí más de lo que soy capaz.

-No hay nada de que agradecer. Después de todo, somos amigos.-Dijo  revisando mis zarpas.-Tenías varios fragmentos de roca en las patas... Se ve que estuviste ocupado... Por cierto ¿Ryuu?-Me interrogo-No estoy pudiendo utilizar magia y quería saber si el me podía dar una respuesta... Si tan solo tuviera mi magia, podría curarlos a ambos sin todo este proceso.-

-Lo desconozco, nos separamos para buscar a los médicos para la hermana. Creo que fue con el ejercito de la Runa o algo asì dijo. -respondí con sinceridad, sobandome las zarpas adoloridas. Me quede sentado, viendo el techo y la gente que estaba llegando, con heridos o con damnificados por el desastre.

Habia algunos que lloraban o estaban tratando de usar magia, pero era en vano.

-La energía sigue sin fluir... ¿Qué habrá pasado Angus?-pregunté.

Una vez de vuelta, nos colábamos entre el pequeño bullicio formado en la entrada principal, situando a los heridos en una camilla por separado. Angus, quien demostraba saber bastante de medicina, actuaba de cabecilla curando a ambos simultáneamente. Por mi parte, lo poco que podía saber de este campo, me obligaba a ayudarle limitándome a transportar y facilitar sus materiales de curación. Poco a poco sobre la marcha, aprendía el procedimiento que Angus estaba tomando a rajatabla, así como la utilización de materiales y la cantidad que estaba transportando. Algún día me servirán, si no soy capaz de utilizar mis poderes por un bien común, o para mí misma.

Coincidí con mis compañeros en el hecho de turnarnos a la hora de cuidar a Anmorph, tarde o temprano recuperaría la consciencia y hasta entonces, Angus podría necesitar ayuda con él. Me presté voluntaria a ayudar tras unas horas, las necesitaba para descansar. El brebaje mágico que Ryuu me había ofrecido no me otorgara el mismo descanso que una cama.

Tras volver a la habitación, deshacerme de la ropa sucia y limpiarme en una ligera ducha, examine la armadura que aun estaba dentro de la bañera. Ni siquiera la había sacado para ducharme, los restos de gel con el agua a remojo la despojarían mas fácilmente de la suciedad. Solo una pieza había quedado fuera, una espada de cristal fuera de su empuñadura de hierro, que presentaba un mejor aspecto que el resto del set. Estaba apoyada encima del escritorio sobre una toalla extendida. Intentaba limpiar un poco el set con un estropajo y productos de limpieza que podía encontrar en el baño sin mucho éxito. El agotamiento y estrés estaba siendo superior a mi paciencia en ese momento, renuncie a mi labor en mitad del trabajo y fui a descansar, aunque solo fuera una triste hora, pero al menos es algo. Vestida con un albornoz blanco y ropa interior, me arroje a la cama abrazada a la almohada.

(...)

Miembros del gremio tocaron a mi puerta en señal de aviso, Anmorph había despertado y parecía tener un mejor aspecto que hace unas horas. Deje a un lado el albornoz vistiéndome con una camisa de manga corta y unos pantalones de tela, con tal de estar presentable al público. No obstante, con el cabello un poco revuelto y unas pintas en el rostro que marcaban fácilmente el tiempo que había estado durmiendo, no podía decirse que estuviera presentable ante el zorro y su médico de cabecera - Mmm, todavía no ha vuelto... - murmure delante de ellos, despojándome de mi somnolencia - Es como si la desgracia ajena me estuviera persiguiendo, a veces hasta tengo que sentirme culpable por ellos - refiriéndome al resto de los afectados, cansada y molesta, con una mano en la frente - Mierda, no sirvo ni siquiera para infundir animo... Podría haberlo hecho mejor, que desastre... - mire al zorro, parecía estar bastante mejor después de verlo anteriormente en un deplorable aspecto - No se siquiera como puedes haberte levantado de ahí, te has recuperado bien.

Angus y Freya se encontraban alrededor de Anmorph cuando Nael cruzó el umbral de la puerta. La chica se encontraba completamente sucia y transpirada.
Se acercó a ellos y escuchó la pregunta de Anmorph.
Nael:-Aparentemente, lo que impactó la tierra hizo que la atmósfera se volviera hostil para las particulas de ethernano, lo que impide que podamos utilizar magia...- comentaba mientras se quitaba las gafas para limpiarlas :-De igual manera, esa es una de las tantas teorías que manejo... Otra sería de que el ambiente está sobrecargado de ethernano. Lo que hace que nos sobrecarguemos impidiendo que utilicemos nuestros dones.- comentaba mientras le daba unas palmadas a Angus en la espalda :-¿Tu no ibas a una misión? ¿Pudiste cumplirla?- preguntó para no querer esperar la respuesta :-Freya. Lamento pedirte esto, puesto debes estar tan agotada como yo, pero, ¿Me podrías ayudar a coordinar a las mujeres que vengan a solicitar asilo? Si bien es una situación extrema no quiero que los varones estén cerca de las habitaciones de mujeres, la última vez se robaron unas bragas y tuve que castigar a medio gremio.- solicitó la tabernera mientras se dirigía al pasillo para dirigir el malon de personas necesitadas.
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Off Rol:
La magia será devuelta luego de alcanzar los 10 turnos (en cualquiera de los roleos abiertos, si en tempest llegan antes que aquí, se habilitaría la magia aquí también, de igual manera si pasa al revés).

Apenas había terminado de hablar, Nael apareció por la puerta mostrando una mueca severa de claro agotamiento y estrés. Sus ropajes ya expresaban por si solos lo mucho que se había esforzado en ayudar a todos aquellos desafortunados por el desastre, al igual que nosotros. Sus teorías sobre la extinción temporal de nuestros poderes me resultaban desconcertantes, si es cierto que tienen una buena base por donde cogerlas, pero el fallo a la hora de entenderlas estaba en mi. Jamás había sido demasiado consciente de la presencia de Ethernanos a la hora de ejecutar mi magia, pocos somos los elegidos en este Reino capaces de obtener el don nato del uso de la magia, menos aun somos los que podemos dominarla en toda su magnitud. Yo me encontraba dentro del primer grupo, de aquellos que tienen el don pero no saben aprovechar todo su potencial. Como pueblerina agrícola y mercadora, nulas han sido mis oportunidades de encontrarme con otros magos que pudieran enseñarme en condiciones. Mi padre no está entre ellos, el siempre estaba más tiempo atendiendo al gremio que a mí o a mi madre, y cada vez que podía acudir, bueno... estaba más pendiente en atender a mi madre que a mí, algo que de pequeña no podía entender, en aquella época donde era más inocente.

Todavía puedo recordar la envidia que nuestros vecinos granjeros sentían por nosotros. "¿Cómo es posible que sus parcelas rebosen de mas agua que las nuestras?", decían. "Sus cultivos se sustentan por más tiempo, y apenas han mantenido la tierra en barbecho para recoger nutrientes de ella"... ignoraban mis dotes acuáticas, sus ojos solo veían a una inocente niña jugando entre los árboles, campando a sus anchas por los cultivos de mi familia. Debo confesar que aquello me daba una satisfacción especial, sin considerarme una mala persona por ello.

Volviendo a la realidad, había recibido con mejores ojos la propuesta de Nael a su llegada - Si, puedo aguantarlo - avanzando junto a ella por el pasillo, esbozando un pequeño bostezo disimulado - Tantas mujeres han venido a Crossfire? Vaya, espero que estén tan agotadas como nosotras dos, así podre centrarme mejor en que los hombres de aquí no hurten donde les plazca. Hay algún varón con el que deba andarme con ojo?

El primero en responder fue nada menos que Nael, quien lucía completamente cansada, llena de sudor y suciedad. Pude notar su incomodidad conforme más gente llegaba al gremio a buscar refugio.

Aparentemente, lo que impactó la tierra hizo que la atmósfera se volviera hostil para las particulas de ethernano, lo que impide que podamos utilizar magia...- comentaba mientras se quitaba las gafas para limpiarlas :-De igual manera, esa es una de las tantas teorías que manejo... Otra sería de que el ambiente está sobrecargado de ethernano. Lo que hace que nos sobrecarguemos impidiendo que utilicemos nuestros dones.-

Me encogí de hombros, ya que no sabía como activar los míos sin necesidad de sentir alguna emoción negativa. Y de intentarlo, con tanta gente alrededor, supuse podría ser peligroso. Nael, se retiró, llevándose a Freya consigo para que le ayudase a organizar a las mujeres; por mi parte, me acerqué a la niña, quien seguía al parecer inconsciente sobre la mesa. Le acaricié el cabello, se veía pálida.

-Ha perdido sangre, pude olfatearla hace un rato, antes de desmayarme.- suspiré, viendo mis garras aún adoloridas, mas fingí no sentir nada.- Lo que ésta niña son médicos no magos, alguien que no necesite de poderes para salir adelante Angus. -suspiré, molesto.- Lo que me molesta, es que al parecer vine a éste mundo poco preparado, ya que de ser tan buen guerrero como mencionais, hubiese traído algún libro o cuaderno con métodos de curación en caso de no poseer magia. Supongo que, anotaría todo, incluso en el caso como el de ahora, que he perdido mis memorias: hechizos, magia, herbolaria, cosas así.

Miré a la gente conforme pasaba, muchos estaban asustados, niños llorando, mujeres llamando nombres que desconocía a quien pertenecerían.

-¿Habrá aún gente atrapada en los escombros? -pregunté, preocupado.- Ya que de ser así, debería volver, mi olfato al menos servirá a hallar a más inocentes. Al menos en eso soy útil, ya que magia no sé usar.

Off-rol: Aplico salteo, para responder a Angus.
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La niña no estaba sangrando más, cosa que me alegró bastante, hasta que Angus empezó a regañarme por obstinarme a descansar. Éso provocó en mi una carcajada, risa que resonó en toda la galería, por mi voz grave, que sonaba como si un malvado se riese en victoria por sus fechorías. Muchos ojos cayeron sobre mí, mas no los noté, porque sabía que Angus podría partirme los huesos de las patas si quisiese, y yo no podría hacer nada para defenderme, mas conociendo que era buena persona, se me hacía gracioso me amenazara en ésas circunstancias.

-¡Vaya humano Angus! -reí, mi forma de actuar de manera tan natural, salió sin más.- ¡Yo sólo decía que pudiese ayudar con mi olfato, mis garras tardarían semanas en sanar y poder excarvar de nuevo, si quiera arañar una mosca volando! 

Para evitar que siguiera sermoneandome, me senté a lado de la criatura, colocando el suero conectado a mi cuello en un gancho que estaba sosteniendo el de la niña. Le acaricie el cabello con mis patas vendadas, sonreí tranquilamente, mis ojos rojos reparando en el cuerpo inconsciente.

-¡Has hecho un magnífico trabajo! -alabé, siguiendo viendo a la humana, para luego ver las miradas furtivas que me observaban con miedo. bajé la voz a sólo me puediese escuchar Angus.- El miedo está gobernando a los humanos, muchos me ven con desconfianza. El miedo no deja que los humanos respondan a ésta situación de peligro, y sin magia, tardaremos mucho en reponernos. -comenté.- Es necesario organizarnos y a los demás, ya que no sabemos si los ether... cosas que dijo Nael se recuperarán rápido. También, he de admitir, que debo aprender a usar mi magia tarde o temprano, ya que la necesitaré si pienso unirme a ustedes en lo que mis memorias regresan.

Suspiré y sintiendome cansado, me quité mi túnica, mas no tuve cuidado, y de los bolsillos cayeron varias piedras de colores, cuyo brillo estaba muy disminuido para ser de cristal, así como oro puro y un dije de oro.

-¡Ahora que lo pienso, no he tenido tiempo de ver lo que poseo! -dije, tomando el guardapelo, mirandolo con detenimiento. Intenté abrirlo, mas éste no cedió, no había ranuras, se veía totalmente liso.- No creo esté sellado con magia, ya que se abriría rápido, ¿quieres ayudarme Angus? -dije extendiendole el guardapelo.

Miré los cristales en la mesa que habían caído, junto con las piedras de oro.

-¡Vaya que tenía cosas en ésta túnica! -dije, tomando los cristales.- Cuando nos conocimos, ¿dije algo de cristales?

Muchas preguntas se abalanzaron en mi mente, nueva adrenalina me hizo olvidar el descansar.

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Off-rol: Aviso que éstos items ya los tenía y he roleado, Ninguno es mágico (mas que mi dije).

Dije de oro: Aquí roleo el dije donde está la imagen de Anaeky.


Cristales: No recuerdo donde puse ése roleo. Pero fue al inicio de mi llegada.

Dentro de unas horas os respondo. Tuve unos pequeños problemas de salud que tuve que atender. Ya le ofrecí mis disculpas a zafeti por privado pero tengo que hacer el descargo con ustedes también.

Nael junto con Freya pudieron ingeniarselas para poder guiar a todas las mujeres a las habitaciones y, al terminar de descongestionar la sala, Nael apartó a Freya para que ambas pudieran hablar tranquilas.
Nael:-No te respondí en el momento para no armar un revuelo.- comento la tabernera casi en secreto :-Pero, rufus tiene pasado y fama de ladrón de pantaletas. Su hija, gafu, no le habla desde entonces, hasta dice tener otro apellido desde aquel momento... Él es el más peligroso.- comentaba antes de moverse por entre las mesas hasta llegar a la barra, de donde tomó un vaso cargado con agua.
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El tiempo pasaba mientras Angus revisaba a sus dos pacientes. En eso, la pequeña que se encontraba inconsciente comenzó a moverse y, de un súbito movimiento se despertó mirando extrañada al borde del llanto al no recordar ni reconocer el lugar donde se hallaba.
Niña.Rescatada:-MAMÁ, MAMÁ.- gritaba sin consuelo al no verla por allí cerca.

-No me has contado nada al respecto a ellas. Tengamos en cuenta que tampoco nos conocemos hace mucho, creo que dos días es mucho. Nos conocimos en la sede de TempesT, gremio de zafeti y desde allí observé que no eras una mala... ¿Te ofende si te digo persona?

Me encogí de hombros ante la pregunta, la verdad, no sabía el significado de su expresión.

-Pues supongo que de algo servirán, he visto cristales similares en toda la ciudad, sólo que haciendo comparación, éstos brillan poco aún en éstas circunstancias, y se ven muy pulidas y trabajadas... -me hundía en mis pensamientos, cuando de pronto, el llanto de la menor se hizo notar. La abracé con cuidado, y le acaricié la cabeza.

-Tranquila cachorrita, tu madre está bien, sólo que tuvimos que separarlas porque necesitábamos cuidarte y ella necesita que la cuiden especialmente. Está con el Ejercito de la Tuna, está a salvo. -dije, acariciando su cabello.- Ahora relájate y deja que el señor "caritas" te cure.

La estresante labor de escoltar a las mujeres inquilinas del gremio acababa por hacerme hablar a la fuerza con ellas, sin ningún animo real por mi parte, intentando que aquello acabara cuanto antes mientras mis palabras de ánimo y consuelo salían de mis labios con fingida motivación. Lo único que podía darme ánimos durante el trabajo, era el hecho de compartir mis propias penas sufridas antes de llegar aquí, antes de que todos esos meteoritos chocaran de bruces con Magnolia. El hecho de ponerme en el lugar de ellas, en cierto modo, me ayudaba a hacer mi labor de forma más llevadera.

Cuando Nael y yo volvimos a la barra a refrescarnos, mi cabeza memorizo a pulso el nombre del ladrón Rufus, después de que Nael terminara de responder a mi pregunta - Entiendo... - de un solo trago, había tomado gran parte del agua de mi jarra - Ya se entonces a quien debo mantener alejado de mi puerta. No será la primera vez que intentan robarme, sobretodo siendo tan pocos aquí - intentaba meditar sobre mis palabras, parando al momento de beber - Ejem, quiero decir, siendo menos gente de lo que esperaba. Tratándose de un gremio, supuse que habría mucho mas plantel. El antiguo gremio de un familiar mío estaba más abarrotado - no quise decir el nombre por no recordar mas lo que quería acordarme - Me daba corte entrar ahí dentro con toda esa humanidad dando rienda suelta a su embriaguez. Por eso he reaccionado como reaccione al entrar aquí este mediodía, sin ganas de saber que se estaba cociendo a mi alrededor, simplemente fui a la barra ignorando al resto, y tengo más motivos para haberlo hecho si tienes en cuenta como soy. En fin, ahora lo único que espero es llevarme bien con vosotros, y no ser objetivo de ese tal Rufus - me termino el agua dejando la jarra en la mesa - Si ya no se me necesita, volveré a lo que tenía pensado hacer. Un placer, Nael.

De camino a mi habitación podía ver a Angus y al zorro cerca de la pequeña hembra que estaba a su cargo. Esta estaba apoyada encima de una camilla con ellos a su alrededor, y si fuera por mí, yo estaría en la misma posición sobre mi cama, intentando olvidarme de todo cuanto me rodea. Una pizca de bondad me invadió al momento, que me forzó a acudir en dirección a los llantos - Shhh~ Tranquila hermosura - acariciando su frente con suavidad, como si su cabeza fuese de porcelana - Eres toda una heroína, sabes? Pocos han aguantado tanto como tú. Te cuidaremos hasta que todo se haya solucionado.

Las lagrimas de la niña iban parando de a poco a medida que era atendida por las tres personas.
Niña.Rescatada:-Gra... Gracias. Pero quiero a mi ma... WAAAAAAAH.- respondía la niña entre llantos.
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Off Rol:
Ya han pasado 5 turnos. En el siguiente turno, podrán manifestar magia solamente utilizando dado "Puedes/No Puedes" pero, si lo hacen, perderán el doble de la magia utilizada.

Óff-rol: Salteo por inactividad
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Con la niña desconsolada, Angus y Freya, ésta tras ayudar a las hembras de la taberna a distribuirse, trataron igualmente de consolar a la niña. No sabía que hacer, sólo tenía el guardapelo sellado, los cristales y el oro.... Y nada...

Entonces se me ocurrió. Tomé la corona y se la puse sobre la cabeza.

-¡Ten niña, juguemos a que eres una princesa! -dije, sonriendo, algo nervioso.- Sólo que luego me la devuelves, ¿te parece?

No sabía como iba a reaccionar, pero esperaba que pudiese reconfortar a la niña aunque sea un poco.

-Leather, ya ha pasado un rato desde que intentaron usar sus poderes, ¿no habrán vuelto ya? -pregunté.- Algo me dice que si ésos cristales están brillando, por muy tenue que sea, significa que el flujo energético de "el elnanos" se está restaurando, por muy poco que sea.

El miembro 'LeatherFace' ha efectuado la acción siguiente: Lanzador de Dados.

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'Puedes/No Puedes' :

Off Rol:

Coloco gasto de habilidad y especificación de la misma:

Greater Group Heal: Es la misma técnica que "Greater Battle Heal", solo que la principal diferencia se encuentra en que ésta técnica, en vez de curar a un solo objetivo, esta carga vida a un grupo de personas a las que él considere aliados. Máximo 9 personas(incluido él mismo)
Gasto: Vida: 10 Magia: 25

Spoiler:

PD: Agrego especificación de Greater Battle Heal

Greater Battle Heal: LeatherFace puede curar a sus aliados gracias a la manipulación de los elementos propios de la magia. Una oleada de recarga de vida cae sobre el usuario objetivo. La carga de vida varia en el rango de LeatherFace. Si es un "Miembro", su carga de vida solo es de 20 puntos de vida. Si es "Mago Legal", la carga es de 25. Si es "Mago Escudero", la carga es de 30. Si es "Mago Clase 'S'", la carga es de 35 y, si es "Maestro" su carga es de 40.

Off-rol: Salteo por inactividad
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Angus había intentado usar magia, y al tiempo que una luz dorada nos sanaba, el magose puso pálido y cayó al suelo. Presuroso me acerqué a éste y lo ayudé a sentarse en la silla más próxima.



-Wow. Esto... Esto es extraño.-Dije antes de agarrarme la cabeza con velocidad.-Ahhh...-Grité antes de poner rasposa mi respiración.-El usar... El usar magia, es riesgoso hacerlo ahora... Sentí como si una parte de mi alma se me fuera.-Dije mientras trataba de levantarme torpemente antes de caerme sobre mi rodilla derecha al tratar de levantarme.-¿Como se sienten ustedes?


-Me preocupa más que te estás casi muriendo con tus hechizos, pero en respuesta a ello, -dije, quitándome la venoclisis del cuello y haciendo presión para que dejase de sangrar. Con cuidado retiré las vendas de mis zarpas, fue notorio que ya no dolían. Pude notar que el pelaje era más fino que el resto, y las garras, aunque pequeñas, estaban creciendo de nuevo.- Parece que ha funcionado, pero tratemos de evitar aún usar magia hasta estar seguros que ya no es suicida. Gracias Angus.

Miré alrededor, el silencio nos envolvía conforme la gente se dormía en el suelo, la pequeña no había dicho nada, pero las lágrimas le brotaban de sus pequeños ojos.

-Su madre estaba grave, -le susurré al mago, para que la niña no oyera.- Perdió mucha sangre y desconocemos si sobrevivió. Su hermano estaba convulsionando, desconozco si Ryuu halla logrado llegar a tiempo a los curanderos. SI la llevamos a con ella, corremos el riesgo de que... pues... sea perjudicial... ¿Qué piensas?

Offrol: Una semana de inactividad, salteo de nuevo.
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No había dicho nada el mago, cuando me volví a verlo, estaba roncando. Suspiré, fastidiado, mas lo cargué a una de las camas improvisadas para la gente y lo cubrí con su manto. La niña estaba aún lloriqueando, y la tomé en brazos y la abracé, mi peludo cuerpo manteniendo el calor, ya que la noche hacía frío. 

La niña, adormilada, tomó mi cola como almohada y, enroscándome sobre la mesa, igual tomé la oportunidad para descansar.

Freya, hizo lo mismo, en el sitio donde se había quedado. Mañana, iríamos a buscar a los demás.

Off rol:

Anmorph Crystol escribió:

Spoiler:

Anmorph, no es de noche. Es de día aún, había apenas amanecido. Sin embargo, tomaré como válida las acciones tanto como para LeatherFace como para Freya, personaje que no dice estar durmiendo en tu último mensaje.
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On rol:
Todo el gremio se había cubierto de una extraña luz dorada al mismo que todos los más heridos se iban curando. Nael rápidamente se recuperó de su agotamiento y las pequeñas cortaduras que poseía, producto de haber estado removiendo escombros, se habían curado.
Corrió hacia el mago curandero cuando vio que este estaba intentando pararse pero fue asistido por el zorro negro.
Nael:-¿Acaso eres un pringao?- interrogó algo enojada la tabernera :-Tienes suerte que tus conocimientos en magia son suficientemente decente. Si fueras menos experimentado, estarías muerto, tendido en el piso, sin la posibilidad de ayudar a nadie más.- dijo antes de que este cayera dormido en una de las precarias camillas que allí estaban :-Creo que todos deberías de hacer lo mismo. Anmorph, Freya. ¿Porqué no os acuestan en vuestros cuartos?  Estuvisteis trabajando toda la noche, tal vez duerman hasta pasado el medio día. Yo puedo ocuparme de la pequeña mientras tanto.- comentó la tabernera mientras tomaba a la pequeña y le servía un vaso de leche tibia.
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***Cuarto de Freya***
El cuarto se encontraba completamente iluminado. No por la luz solar que pudiese ingresar por la ventana, la cual se encontraba tapada por la tupida cortina que se había colocado, sino por una luz turquesa con tonos verdes que era emanada por la extraña armadura que la dueña de la habitación había colocado en la tina con agua. La misma, extrañamente, había hecho desaparecer toda el agua de la tina pero a cambio había ganado un hermoso y brillante color, dejando en claro que ya no se encontraba con la misma suciedad con la que fue encontrada.