Festival Azul

Era un bonito día soleado, unos pajarillos cantaban alegremente en su nido ajenos a la ventana del ayuntamiento, en donde una persona miraba con angustia como la fuente de la plaza borboteaba, sin ninguna razón aparente se giró y preguntó:
-¿Han llegado ya?.
-No, señoría- respondió una voz desde una habitación cercana.
-Saben que soy el alcalde ¿verdad?.
-Sí, señoría.
-Saben que les puedo quitar su gremio cuando quiera ¿no?.
-Sí, señoría.
-Yo soy quien manda aquí no esos magos patéticos, yo mando, ellos no- comenzó pasear nervioso de un lugar a otro hasta que fijó su visa en una mesa donde había una jarra llena de agua y dos vasos vacíos- yo todavía mando, aun mando ¿verdad?.
-No, señoría.
-¿no? ¿No mando? ¿Entonces quien manda?- en su voz se notaba agonía y desesperación.
-Sí, señoría.
-Straus ¿quién manda? ¿quién es el que manda?
-Sí, señoría.
-Straus, ¿estas escuchándome?.
-No, señoría.
-¡¡Straus!!- bramo en un grito.
-Señor?.
-¿Que he preguntado? .
-¿Qué le he respondido? señor
-No.
-ejem, que si ya habían llegado...
-menuda ciudad, no me merecen de alcalde, ni siquiera mi propio ayudante me escucha.
-eso no es...
-Cállate, no me molestes, quiero pensar.
-Sí, señoría.
Comenzó a pasear agónicamente de un lado a otro, cada vez más rápido y volvió a mirar a la mesita donde seguían los vasos vacíos y la jarra casi llena, sin decir palabra tomo asiento tras su escritorio y mojó su pluma en tinta, luego la escurrió, antes de comenzar a escribir, y como guiado por un motivo oculto, volvió a escurrirla, y siguió escurriéndola, hasta que al fin decidió escribir, la pluma se deslizó gracílmente sobre la hoja sin dejar ningún rastro tras ella.
-Ahora tu también te burla de mí, estoy rodeado de traidores.- colocó su pluma en su soporte y se volvió a dirigir a su ventana, una vez más miró hacia la fuente, durante horas no hizo otra cosa que mirar a la fuente, miraba como el agua corría, como borboteaba, como salpicaba, y una vez más miró hacia su mesa, donde allí seguían, los dos vasos y una jarra mediada de agua, suspiró y volvió a sentarse en su sillón, tras su escritorio, tras su cargo, volvió a coger a su pluma rebelde, y una vez más la mojo en tinta y esta vez solo la escurrió una vez, comenzó a escribir, T E M y de pronto como si algo cruzase su mente tachó y comenzó de nuevo C R O y volvió a tacharlo, volvió a empezar a escribir, poco a poco la hoja se fue llenando de tachones, el destino final de la hoja fué un poco desdichado, acabó arrugada y tirada en una papelera, la vista del alcalde se volvió a fijar en la mesa, donde una jarra casi vacía acompañaba a dos vasos, sin poder o querer evitarlo, el alcalde volvió a pasear de manera agónica delante de su ventana, de un lado a otro, de un lado a otro, de un lado a otro, de un lado a otro, hasta que una voz hizo parar en seco su desquiciante paseo.
-Señor...
-Straus-Bramo-¿Pero no te dije que quería pensar?
-Si, señoría, pero es que ya han llegado.
-¿pero como es que no me avisas?, hazlos pasar, pasen, pasen, venga entren, pónganse cómodos- espero a que pasasen ambos hombres y cerro la puerta tras ellos-adelante sírvanse ustedes mismo- y señaló a una mesa en donde continuaban dos vasos y una jarra de agua de cristal, tapada y totalmente vacía

Escuché atentamente a Zafeti, sorprendido por lo que contaba.
-¿En serio? Vaya casualidad, a mí me ocurre exactamente lo mismo...- le respondí, mostrándole la carta.
No se hable más, vayamos juntos Zafeti-san. Así podremos trabajar en equipo, tal vez.

-Entonces, que no se hable más, vayamos a ver de que se trata esto. No te olvides de anunciar tu ausencia.- dijo Zafeti.
-Ah, cierto. Aún no me acostumbro a la idea de que ya soy un maestro de gremio, jajaja- dije, rascándome la cabeza.
Sin perder tiempo, nos pusimos en marcha. Finalmente, llegamos a un enorme edificio, con un gran puerta tallada. Pude darme cuenta que Zafeti la miraba muy interesado.
Decido tocar a la puerta, ya que estábamos un tanto retrasados, y no quería dejar al alcalde esperando por mucho más tiempo.
Unos momentos después, un sirviente nos abrió la puerta y nos dijo que podíamos pasar.
-Pasen, pasen, venga entren, pónganse cómodos. Adelante sírvanse ustedes mismos- nos dijo el Alcalde y señaló a una mesa en donde se encontraban dos vasos y una jarra de agua de cristal, tapada y totalmente vacía.
Al ver la jarra vacía, no podía entender cómo podríamos servirnos de allí. Pero, sabiendo la fama que tenía el Alcalde de excéntrico e incluso tal vez loco, decido seguirle la corriente y me dispongo a abrir la jarra.
Para mi sorpresa, no podía abrirla, ni siquiera con todas mis fuerzas.
-Ehhmm, esto... No se puede abrir... Parece estar pegada, o soldada...- dije, un tanto sorprendido.

al oir el comentario de Shino una sonrisa malevola se dibujo en su cara
-Soldada,ya lo creo que lo está, creo que esta soldada por que así lo ordené, a fin de cuentas en esta ciudad mando yo ¿no?-al ver las caras de incredulidad de ambos, el alcalde volvió a poner su cara de siempre y cogió la jarra de manos de Shino, le dió un par de vueltas para verla mejor.-es curioso, pero eso no es lo raro del tema- el alcalde dejo la jarra en su sitio y se dirigió a su mesa mientras seguia hablando - ¿sabeis que ocurre dentro de 1 mes?, como no, sois magos de esta ciudad, es el festival azul, todas las personas de esta ciudad lo estan esperando, incluso vendran de los pueblos cercanos a verlo, es famoso, algo insolito, tal vez este año incluso vengan desde Era, imaginense, todos eso kilometros para ver nuestro más famoso festival,todas las fuentes de esta ciudad adornadas y soltando agua, mientras los magos de nuestros gremios usan su magia para darles forma, colores, hacer formas bonitas, curiosas, darles vida a esos precioso chorros de agua, que bonito que es todo ¿verdad?- de uno de los cajones de su escritorio saco un pequeño martillo de madera y volvió a junto de la mesita sin dejar de hablar- Pero este año, este año están conspirando para que yo pierda mi cargo, primero intentaron espiarme, pero les engañe, cambie mi despacho de sitio, siete veces, jejeje, se rindieron, no puedes espiar lo que no sabes donde esta ¿verdad?-dejó el martillo en la mesa justo al lado de la jarra- Luego, pensaron que podrían esparcir rumores de que no estaba cuerdo, idiotas, como si alguno de mis queridos ciudadanos pudiera pensar tal cosa, pero ahora, ay de mi, ahora van tras el festival, quieren sabotearlo, no podemos permitirlo, los comerciantes lo necesitan, muchos viviran todo el año con lo que ganen,los magos conseguis buenos encargos con ese espectaculo, e incluso mi cargo depende en gran parte ese festival, por eso atentan contra el, para acabar conmigo-Hizo una pausa y se dirigió a su ventana para ver la fueteno me importa que atenten contra mi, puedo con ellos e incluso con más, pero esta vez van a por el festival... la gente sufrirá y eso no puedo verlo, para eso estais aqui los dos-se giró y volvió a caminar hacia ellos y con un tono autoritario continuó-Vais a descubrir quien está robando el agua de mi ciudad, y el que lo haga primero será recompensado con 200.000jewels-se paro un momento a estudiar las caras de ambos-vosotros tampoco lo visteis ¿verdad?, el agua se está llendo, pero la gente aún no se ha dado cuenta, pero yo sí, yo si que lo he hecho-cojió el martillo y de un golpe rompio la tapa de la jarra que cayó en el interior- yo made soldar esta jarra, sí, lo hice- y con una sonrisa picara es su cara añadiópero lo ordené cuando estaba llena

-Claro, como no, sí, ahora mismo te digo quien es, donde vive y que desayuno esta mañana... ¿acaso te piensas que te llamaría si supiese quien anda tras esto?- se giró exasperado mientras pensaba si realmente había acertado al confiar en magos-Son muy listos, no se dejan ver, pero yo se que estan ahí, espiandome, conspirando en mi contra, planeando, a veces les oigo entre susurros, hablando de mi a mi espalda, pero no los veo, nunca ni por muy rapido que me gire- hizo una pausa y luego continuó -tal vez el dueño del bar el trago feliz sepa quienes son, no para de venir por aquí, dice que busca mi despacho, pero no es tan dificil de encontrar, yo creo que solo viene a espiar, ahora lo veo claro, estoy seguro de que está con ellos, debe ser el más tonto de todos, bien, ir empezando con el.

Al parecer y según el Alcalde, el agua de toda la ciudad estaba desapareciendo. La prueba era que aquella jarra que estaba soldada, tenía agua en su interior hasta un tiempo antes que nosotros llegáramos; pero al levantarla, vimos que estaba vacía.
El Alcalde nos dijo que sospechaba del dueño de un bar, por lo cual tanto Zafeti como yo nos dirigimos hacia allí.
-El Alcalde sí que es extraño eh... ¿Tú qué crees que esté pasando, Zafeti-san?- le pregunté a mi antiguo maestro. Sinceramente, pensaba que el alcalde estaba imaginando cosas, pero no se perdía nada con comprobar la veracidad del asunto.

Un hombre gordo y calvo de aspecto nervioso se acercó a la mesa, no dejaba de frotar las manos contra el mandilon.
-verán mis buenos clientes, tenemos algunos licores que ofrecer pero me temo que no puedo ofreceros lo mejor de mi bodega- continuó un rato frotando las manos-no es culpa mia, mis proveedores de Tulip no me responden, ni me envian el ultimo pedido, es muy raro, no se tarda más de un día en ir a Tulip desde Magnolia, la carretera está bien señalizada pero todos los mensageros que envio dicen que no pudieron llegar, incluso fuí a pedir ayuda al lcalde, pero el muy loco no deja de cambiar su despacho de sitio, no hay forma de hablar con el-siguió frotando sus manos de forma enfermiza en el mandilón, hasta que al final estalló¡Teneis ue ayudarme!, esos licores son la base de mi negocio, sin ellos estoy arruinado, sois poderosos magos, traerme mi licor, os pagaré lo que sea.

Al llegar a la taberna, Zafeti pidió una ronda de licores para nosotros...
-Huff, ¿acaso no recuerda que no puedo beber alcohol? Si lo hago, luego pierdo el control sobre mi magia, y eso no es conveniente... después de todo cualquiera se asustaría si ve a un hombre lobo ebrio corriendo por la aldea, y congelando cosas con su aliento...-
Mis pensamientos se vieron interrumpidos por la voz del tabernero:
-verán mis buenos clientes, tenemos algunos licores que ofrecer pero me temo que no puedo ofreceros lo mejor de mi bodega. no es culpa mía, mis proveedores de Tulip no me responden, ni me envían el ultimo pedido, es muy raro, no se tarda más de un día en ir a Tulip desde Magnolia, la carretera está bien señalizada pero todos los mensajeros que envío dicen que no pudieron llegar, incluso fui a pedir ayuda al alcalde, pero el muy loco no deja de cambiar su despacho de sitio, no hay forma de hablar con e. ¡Tenéis que ayudarme!, esos licores son la base de mi negocio, sin ellos estoy arruinado, sois poderosos magos, traerme mi licor, os pagaré lo que sea.
El pobre hombre estaba por demás nervioso, y se notaba a kilómetros... Sin perder tiempo, me dirijo a él en busca de algunas pistas:
-Oiga, cálmese un poco... Dígame, ¿tiene alguna idea, una pista sobre qué puede estar pasando?¿Vio algo fuera de lo común últimamente, algo sospechoso o extraño? Por más que sea algo trivial, nos puede ser de ayuda-

-solo que mi negocio se hunde como una roca en un lago, mis clientes desaparecen como si tuviera la peste, ¿como voy a competir si solo puedo vender lo mismo que el resto? - cada vez frotaba las manos con más nerviosismo-además que cosas raras quereis que vea, en un bar no se ven muchas cosas. - se giró como para irse y siguió frotando las manos cada vez más rápido y cada vez más nervioso hasta que al final dejó las manos quietas y solto el pobre y maltratado mandilón -en un bar no se ven muchas cosas raras, pero se oyen al fin se giró y volvió a la mesa- la gente dice muchas cosas cuando bebe y no reparan en el mesonero, le consideran un mueble más, dicen que el alcalde está visistando todas las fuentes de la ciudad, antes de que salga el sol y otra vez al anochecer, según parece al fin consiguió que el consejo acuda a ver el festival azul, eso sería una autentica mina de oro para todos los comercios, o almenos aquellos que tengan algo para vender- miró hacia la barra y suspiró negó con la cabeza y continuo-tambien es imposible conseguir una sola gota de hidromiel en toda la ciudad, Lave ya no comercia, nadíe en todo el maldito pueblo está dsipuesto a vender una sola gota y los pocos que si lo estan, lo cobran como si fuese oro puro, maldita sea,hizo una pequeña pausa y continuó-tambien dicen que al sur, en Lori están cavando un pozo magico que nunca se queda sin agua, por mucha que quites, algo raro, ningún pozo es eterno, hay otros cotilleos pero no creo que les interese quien engaña a su marido con quien...

los dias pasan tranquilos en la ciudad, por ahora la mayor preocupación es la escasez de hidromiel en todas las posadas y cantinas de la ciudad, aunque las fuentes muesran un caudal menor del acostumbrado, nadie parece receloso de ello y todos piensan que el día del festival estaran pletoricas.

faltan 35 dias para el festival

las fuetes de la ciudad empiezan a secarse, por ahora los pozos parecen aguantar y los canales que cruzan la ciudad estan muy bajos, la gente enpieza a preocuparse por la sequía y como ello afectará al festival; en una calle de Magnolia, el pobre dueño del Trago Feliz, se pasea descorazonado veindo como su negocio se hunde cada vez más rapido.

quedan 30 días para el festival.

Senshi miro como se iba el mago y le sonrio cuando se marchaba.

Estaba cansado pero deseaba saber donde se habia ido Zafeti, asi que con su nueva espada, se encamino, hacia la alcaldia, para preguntarle al señor alcalde por donde se habia ido su amigo.

El camino fue sencillo, por suerte no habia cambiado mucho la ciudad, asi que llego a la alcaldia, con sus ropas de mago santo y fue hacia el despacho del alcalde.

- Buenos dias, Alcalde. Estaba buscando a mi amigo Zafeti, el maestro de magnolia, y me dijeron que vos sabiais donde se habia ido. Me podriais informar por favor?

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Off Rol:

Senshi, me tome el atrevimiento de colocar tu mensaje en el rol pertinente a la pregunta hecha. En breve te estaré respondiendo.

Narrador.

la habitación que había tras la puerta que ponía despacho, no era lo esperado, el mobiliario había desaparecido, en el suelo solo había unos pocos papeles sin valor y algunos cristales rotos en el suelo, no obstante, las marcasen la alfombra demostraba que hasta hacía poco tiempo allí había habido al menos un gran escritorio ocn una silla detras y algun tipo de mesa pequeña o silla cerca de los cristales del suelo, desde la ventana se podía ver una de las fuentes de la ciudad, las marcas de manos en los cristales demostraan que alguien había pasado mucho tiempo enfrente de la misma.

Al ver que todo estaba movido, y que no habia ni rastro del alcalde, busco entre los papeles del suelo el destino de Zafeti, por si se habia dejado alguna cosa importante, por los suelos de su despacho, donde encontre unas cartas con el nombre de Zafeti y con otro nombre que ahora mismo no reconocia.

Despues de buscarlo, se quedo mirando la fuente donde se encontraba la ventana rota, pero lo mas importante era ver si los cristales estaban rotos des de dentro o des de fuera, para saber si lo habia roto el o lo habian roto.

Pero lo mas importante era saber donde estaba Zafeti y el alcalde.

Al salir del despacho me encontre con uno de los ayudantes del alcalde, lo mire fijamente a los ojos con cara de pocos amigos.

- Donde esta el alcalde?... y no me diga que no lo sabe. Y donde ha mandando el alcalde a mi amigo Zafeti?

offrol: los cristales rotos no son de ninguna ventana, son de la jarra rota.
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el trabajador miró a Clive con cara seria, despues le contestó con muy poca paciencia y menos humor
ayte:-Tu no eres de aquí ¿verdad?, veras hay una norma en este ayuntamiento, el primero que encuentre donde se esconde ese paranoico al que llamas alcalde, deja un aviso en recepción, el ayuntamiento solo tiene 42 habitacines diferentes, ya has descartado una, solo te quedan 41, yo llevo buscando en donde se esconde dos dias para que firme estos documentos, ayer casi le encuentro, visité 36 habitacioens antes del fin de jornada y hoy ya llevo 16, cada día está en un sitio distinto, así que si quieres verlo te recomiendo que empieces a recorrer habitaciones, eso sí despues de econtrar a su ayudante personal y pedir una cita o no te recibirá, en cuato a tu amigo el mago, fué visto saliendo de la ciudad dirigiendose al sur, seguramente esté en un pueblo cercano, el más importante en esa zona es Lori, yo probaría allísin añadir nada más, dió la vuelta para entrar en una puerta de la derecha para volver a salir tan rapido como entró y desaparecer por el pasillo que habia venido.