Camino hacia Magnolia

El Sol apenas se había levantado, cuando yo ya estaba despierto, sin la túnica puesta, y bañándome en el río, acicalando con mi lengua el pelaje lleno de sangre y suciedad. En mi mente meditaba las palabras de los que me había enfrentado, cada vez, produciéndome una enorme inconformidad, y en mi pesar, algo de molestia. Suspiré, relajándome un poco, hacía mucho tiempo que no me sentía tan débil ante los humanos, no desde que entrené con Stalker Owleye y los dragones de Sombras.

El sitio estaba oculto por los árboles, las cañerías habían encubierto mi olor natural, y ahora, ya perdido el rastro que ni yo mismo podía olfatear, me dispuse a bañarme bien. Desde que llegué, no había tocado el agua y el pelaje sucio me disgustaba mucho, entorpecía mis movimientos. Había una cascada cercana, así que me coloqué sobre ella, el agua fría haciéndome estremecer.

No me gustaba sentir frío….

Pero me servía al fin y al cabo, Medité un poco, cerrando los ojos. Como había escondido el cofre, mi túnica, y mis armas debajo de las raíces, y cubiertas con pastura y algo de composta, sería difícil que alguien pudiera olfatearlos. Una preocupación menos, así que me enfoqué en mis antiguos métodos de entrenamiento.

Al ser un mundo distinto, no había considerado la regla básica del “Estudio Bestial”. Siempre entra en contacto con lo que te rodea y convive con tu entorno. Así que, proyecté mi energía a mi alrededor, acariciando con mi poder las ondas energéticas de vida que me rodeaba: el agua de la cascada, la tierra del bosque, el viento que soplaba, la luz solar que nos calentaba, las plantas que crecían y los animales que hacían sus vidas, ajenos a lo demás. Pude sentir a zorros rojos escondiéndose, olfateando a mi derecha desde unos arbustos, como que no creyendo que un congénere pudiera ser tan grande. Pude sentir unas aves, volando para migrar por el cambios de estaciones, pude sentir a las plantas, alimentándose de energía.

Ésa energía que llamaba con mi propia alma, tratando de sincronizar con ésta, de pedir su apoyo, en un lenguaje antiguo, el lenguaje de los Meilan y los Maestros de la Energía. Sin embargo, parecía que o me respondía, como si habláramos lenguas distintas.

Solté un suspiro pesaroso y me sumergí en el agua, en busca de pescados para desayunar. Para mi suerte, la cascada estaba lejos del desagüe de donde salí, y para mi deleite, pescados en abundancia nadaban en el sitio, así que cacé unos cuantos y me los llevé a mi escondite. Una vez allí, escarbé la tierra nuevamente, coloqué ramas secas en su interior y le prendí fuego con un leve soplido de mi aliento.

La hoguera encendió con una llama cálida, negra, no tan natural como solían ser mis llamas, pero servía y me obedecía, así que permaneció en el agujero, respetando a todo ser viviente que pudiese vivir allí dentro. Cociné el pescado con algunas hierbas aromáticas que conocía, me encantaba el pescado asado.

Me comí poco a poco los pescados, y vi el baúl que había obtenido. Lo abrí con cuidado y en su interior había un libro en el idioma humano. Bufé molesto, lo que creí podía ser un golpe para el humano oscuro, no fue mas que una fútil esperanza que ahora se extinguía. Debí ser más rápido, debí suponer lo que pasaría….

Debí haberme quedado a pelear…

Sin embargo, sentí esa opresión en mi ser. Era obvio, había peleado con monstruos más grandes. Los dragones te entrenan más allá del límite de tres vidas, pero había aprendido bien. Ésa energía era sin duda, la de un dragón. A una escala personal, era del nivel de un dragón cría, uno que apenas estaba aprendiendo a usar su magia. Sin embargo, son precisamente ellos los que menos contienen su poder, siendo abrumador.

Un dragón de verdad como Fulkror, tiene tanto control sobre su poder, que es capaz de no sentirse su presencia hasta que está a meros pelos de distancia. Sólo una vez sentí la verdadera opresión de un dragón Maestro y Líder. Nadie podía sobrevivirla, es por ello que son tan meticulosos a la hora de manejar su magia, un leve suspiro podría matar a una ciudad entera de humanos. Y me constaba, cuando capturaron a Yuquiriko, su hija. Su furia fue tal, que ésa zona de la pradera se volvió desierto, inhóspito. Nada volvería a crecer allí, jamás en la historia de Bestialia.

Recordar ésa experiencia me hizo sentir un escalofrío intenso. ¡Esa sí era magia dragón!

Sonreí y me reí de buena gana nuevamente. Y pensar que un humano casi me hace arrodillar por su propia energía. ¡Vamos, cuando me ponía serio, le he dado problemas en vencerme al mismísimo Fulkror, autor de ésa desgracia!

Y ciertamente, sólo existía una criatura, que tenía aún más poder que un dragón. Ni Fulkror podría con ella, menos Yuquiriko. Y esa era Blue… ¡Vamos, se llama Leytna!

Leytna era una poderosa loba, capaz de manipular el mundo a su antojo, una magia sin igual y prácticamente ilimitada. Durante siglos, mantuvo a Illusen en completa paz, sin que ni un Bestial, Feral ni humano se le acercase, menos dragones. Una loba capaz de borrar del mapa paisajes completos con tan sólo desearlo.

Definitivamente, si Leytna o Fulkror me vieran, estaría ahorita recibiendo tremenda zarandiza por haber huído de esos débiles humanos.

Sin embargo, mi magia no servía del todo, ésa habilidad natural se había perdido o se desgastó por el viaje. Confiando que fuera éste último, era cuestión de tiempo antes de reponer todos mis poderes.

¡Podía vencerlos con sólo observarlos!

Gruñí de placer y aullé al cielo emocionado. Una nueva esperanza había nacido en mí.

El cielo se oscureció, dejando al sol escondido en el horizonte. Una extensa manta negra repleta de estrellas es extendió por el firmamento y la luna salió a bailar sobre esta.
La luna, aquella que era quien tomaba las decisiones ahora, iluminaba las afueras de la ciudad de Magnolia. La luz que emanaba, traspasaba a penas la superficie de los riachuelos.

Observé la ciudad a lo lejos. Era simplemente eso, casa tras casa, iluminadas bajo la poderosa Madre Luna. Olía a comida, pero ya no tenía hambre, el bosque siempre fue refugio de mis congéneres, por eso no me moví en todo el día en lo que mi cuerpo y mi espíritu se calmaban.

Por primera vez en mucho tiempo, me quité la corona de mi frente y la guardé en el cofre, junto al libro del humano. Me quité la túnica y vague en ése bosque, tratando de escuchar el viento, los árboles y animales fetales a mi alrededor. Vi a las lechuzas cazar a sus presas roedores, zorros de todo tipo de pelaje correr por entre los arbustos, y sentí paz.

Observé a esas criaturas, dentro de mi sentí tristeza, ya que así pudimos haber sido por más generaciones. Traté de andar en cuatro patas, cosa que solía dolerme mucho por mi alterada anatomía, pero así me les acerqué, dejando que mi instinto me guiara.

¿Me aceptarían?

No lo sabía, pero lo intentaría aún así

Un Vulcan Rosa, esa extraña expecie que solía vivir en los bosque pero que era demasiado difícil divisarlos aún en este habitat, estaba "paseando" a la luz de la luna, recorriendo su territorio.
Los animales, se abrían a su paso, hasta que, un zorro negro bastante negro se le acercó lo suficiente como para llamar su atención.
Vulcan.Impe:-Tu no ser de por aquí. Bienvenido a mi casa.- decía el Vulcan mientras se señalaba él y los demás animales, dando a entender que era la casa de todos ellos :-A mi llamarme Vulphr. ¿Quién ser tú?- indagó aquella criatura mágica.

-Tu no ser de por aquí. Bienvenido a mi casa.- dijo la criatura, señalando a su manada. -A mi llamarme Vulphr. ¿Quién ser tú?
 
Observé a los demás animales, viéndolos más de cerca, no se parecían a los zorros después de todo. Supongo, que serían una versión diferente de la raza en éste mundo. Me decepcioné un poco, confiaba en ver zorros bestiales, al menos ferales en el mundo humano… Sin embargo, ¿cómo podría ser? ¿Acaso no había visto la masacre  en mi propio mundo? ¿Qué me hacía pensar que en éste sería distinto, mayor respeto a sus propias criaturas?
 
Agaché un poco las orejas sin darme cuenta, luego recordé la pregunta de la criatura Vulphr.
 
-Mi nombre es Anmorph Crystol, hijo de Aurora Crystol y Auros Solars.- respondí, a la manera tradicional de Bestialia. – Soy el último superviviente del pueblo Meilán, en Bestialia.
 
Aunque eran nativos de la zona, Sentía que no me debía bajar la guardia aún. Si no eran Bestiales y/o ferales, no podría asegurar en ningún momento mi propia seguridad. Mantuve mi mente calmada y despejada, mi cuerpo relajado, casual, no quería darles motivos.
 

Ya suficientes enemigos en tres días desde que he llegado.

Vulphr asintió al escuchar el nombre de aquel nuevo visitante en su comunidad.
Vulcan.Impe:-Shi, shi. Tu ser Anmorph. Bienvenido...- dijo con una enorme sonrisa que se borro a los segundos :-Tu hablar como yo... Como los humanos... ¿Qué ser exactamente tu? No oler como humano... ¿Bestialia? ¿Donde quedar ese bosque?- interrogó el enorme animal como si su capacidad de análisis y razonamiento era algo lenta :-Los humanos ser animales que creer tener derechos sobre nuestras casas... Algunos ser así... Otros ser buenos, su aroma delatar, sus palabras, sus acciones... Igual, mujeres ser lo mejor de los humanos, shi shi shi.- mencionó tratando de explicar su cambio de humor :-Cerca este lugar haber gremios de magos con magos buenos. Fuertes y buenos con nosotros.- explicó a una respuesta inexistente :-¿Meilan? ¿Qué raza ser esa?- preguntó nuevamente el animal que no paraba de lanzar preguntas, las cuales parecían necesarias para garantizar la seguridad de los suyos.

Off-rol: Oye Narrador, me permites usar el espejo de las lenguas con el Vulcan. Así para hablar de manra más fluida en su idioma. Dudo que entienda Nahuatl XD

Off Rol:

El Vulcan y tu, ya hablan la misma lengua, la misma que hablan los humanos. Solo que es un poco más primitiva.

Shi, shi. Tu ser Anmorph. Bienvenido...- dijo con una enorme sonrisa que se borro a los segundos :-Tu hablar como yo... Como los humanos... ¿Qué ser exactamente tu? No oler como humano... ¿Bestialia? ¿Donde quedar ese bosque? Los humanos ser animales que creer tener derechos sobre nuestras casas... Algunos ser así... Otros ser buenos, su aroma delatar, sus palabras, sus acciones... Igual, mujeres ser lo mejor de los humanos, shi shi shi. Cerca este lugar haber gremios de magos con magos buenos. Fuertes y buenos con nosotros.¿Meilan? ¿Qué raza ser esa?-

La criatura que no era un zorro, empezó a bombardearme con muchas preguntas. Su curiosidad era noble y sentí su cautela, notando que continuamente observaba al resto de su manada. Supongo que sólo los quería proteger, muy honorable.

En acto común en Bestialia, mostré las zarpas con las garras retraídas en señal de paz, respondiendo a continuación sus fervorosas incógnitas.

-Yo no soy de éste mundo vuestro, mi joven líder de manada. - empecé educadamente, teniendo cuidado con mis palabras.- Provengo de otra estrella, no sabría ubicarte exactamente, -señalo al cielo. Y era cierto, no estaba seguro si mi mundo estaría por allí, esperándome.- Meilan es el nombre de mi manada, he igualmente,hemos padecido por mano de los humanos, que vinieron a matar a mis hermanos y hermanas de cuna. Busco a la responsable de aquello, pero ignoro si éste es el mundo correcto para buscarla.

Observé el horizonte, pensativo.

Off Rol:
Disculpa la tardanza. Tuve problemas de salud este último tiempo y, al ingresar al foro y no ver que colocaste alguna pregunta directa, no sabía que responder.
Ahora que me encuentro mejor y, mi inspiración regresó, os contesto.
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On Rol:
El vulcan cambio su cara de alegría por una expresión de tristeza al escuchar las palabras del "extraterrestre".
Vulcan.Impe:-Venganza ser mala, no traer cosas buenas... Pero yo suponer hacer lo mismo por familia... Caballo aire, quedar a cargo, cuidar que nadie lastimar.- dijo la enorme bestia mientras señalaba la ciudad de Magnolia :-Primero necesitar información, seguir.- pidió el vulcan al enorme zorro.
Caminaron poco hasta llegar a las perisferias de la ciudad. El vulcan observó con paciencia hasta que, un enorme hombre apareció en su vista.
Vulcan.Impe:-Take Over.- susurro el animal de gran porte y, su figura se licuó y en un torbellino de poder, ingreso en la cabeza del hombre :-Bueno, estamos listos para continuar.- mencionó dirigiendose al zorro.
Su léxico había cambiado, ahora hablaba y hasta olía como un humano.

Off-Rol: No te procupes
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Vulcan.Impe:-Venganza ser mala, no traer cosas buenas... Pero yo suponer hacer lo mismo por familia... Caballo aire, quedar a cargo, cuidar que nadie lastimar.- dijo la enorme bestia mientras señalaba la ciudad cercana :-Primero necesitar información, seguir.-


A mi parecer, conocía a alguien quién me podría ayuda, así que asentí y le pedí me diera unos minutos. Salí corriendo a donde había escondido mis pertenencias. Me puse la túnica, ceñida con la banda roja, envainando allí mi katana y el báculo de fuego. Tomé también el cofre con el libro y la corona, sacándo ésta última y colocándomela en la cabeza. Si iba a ir a territorio humano, era mejor no perder el control emocional. Guardé el cofre en mi túnica y regresé con la criatura, empezando la marcha. Ya cerca, pude contemplar que la ciudad era basta, se escuchaba música con instrumentos de cuerda y viento, así mismo, olía por las calles un delicioso aroma a pan y vino, algo que me hizo agua la boca. Vi humanitos pequeños correr por las calles, parecían divertidos, sus madres y padres sonreían.

Hasta cierto punto, era raro ver a u humano tan tranquilo. Me dio un poco de mala espina, la cual se acentuó cuando un hombre apareció cerca de nosotros; al mismo tiempo, la criatura murmura algo inteligible y para mi sorpresa, se transforma en un humano. No pude contener soltar un gruñido de molestia, más porque incluso, su lenguaje había cambiado, además de su olor.


Por un momento me hizo recordar a aquellos que se colocaban las pieles de los Bestiales y Ferales para ocultar su aroma, y por medio de hechizos, tomaban la forma en vida del dueño de la piel. 

Murmuré unas palabras, igual un viejo encantamiento para poder ver a través de ilusiones, pero recordé que ésa magia había desaparecido. 


Me tomó una fracción de segundo, pero no podía simplemente alejarme, tenía que avanzar, pero con cautela, así que cubrí mi rostro con la capucha de la túnica, y aunque hiciese calor, no me importó, pero no verían mi cara de zorro.


Asentí con un movimiento de cabeza y seguí al ahora humano ser.

Off Rol:
Me mando zafeti un Mp pidiendome que comience a ser más descriptivos en mis roles ya que se han quejado con él.
Aclaro, comencé a realizar mis roleos abiertos a interpretación por pedido de los mismos usuarios que se quejaban que "acortaba" su imaginación.

apariencia del personaje tomado por el Vulcan:

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On Rol:
Vulphr y Anmorph caminaron por la ciudad hasta llegar a un enorme edificio antiguo del cual colgaban enormes banderas con el escudo de la ciudad.
Vulphr:-Llegamos a la gran biblioteca de la ciudad... Si quieres saber algo de la rosa negra, deberemos buscar en sus registros.- comentó Vulphr dentro del cuerpo del humano :-Por cierto, te mostraste algo molesto cuando realicé el Take Over, no quiero saber el motivo, pero recuerda que estamos haciendo una incursión, procura no mostrarte nervioso ante los humanos, de lo contrario llamaremos la atención.- explicó la gran bestia al animal que lo acompañaba :-Nos encontramos de noche y el edificio se encuentra cerrado... Es la oportunidad ideal para buscar la información que buscamos, pero tenemos el problema de que no sabemos donde encontrarla... ¿Que deseas hacer?- consultó con algo de incertidumbre.

Off-ROl: Le dije a Zafeto que ya había hablado contigo sobre eso.
Pero necio el niño. Una disculpa.
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Después de caminar, llegamos a un edificio antiguo. Por el aroma, podría ser una biblioteca, cosa que el ser transmorfo me aclaró. Mire la luna mientras medité, sacando de mi bolsillo un objeto que solía usar muy poco. Un espejo redondo con un marco, chapado en plata, con grabados en la lengua Bestial. Un pequeño artículo que me habían regalado alguna vez para poder entender a los humanos en su lengua y, en caso poco necesario, comunicarme con ellos.

Pero... No servía para leer.

Observé al ser, quien me preguntó que quería hacer. Algo era obvio, buscar en éste sitio sin poder leer la lengua humana sería imposible y una pérdida de tiempo.

-No sé leer el idioma de los humanos... -admití guardando discretamente el espejo en las profundidades de mi túnica.- Dudo que aquí haya algún libro en el idioma de los canideos de Bestialia. Al menos que tu puedas leer por mi, ésto no servirá.

Gruñí, mordiéndome el labio inferior, hasta que pude saborear mi propia sangre. No había pensado en ése detalle al venir aquí, ya que me había imaginado caer directamente sobre ellos en la incursión. Mas no había pasado así.

-¿Sabes leer el idioma humano?- me giré al ser, agachándome en la tierra, empezando a dibujar en el polvo unas líneas.

Cuando acabé, ésta lucía así sobre la tierra:



-Éste es el símbolo que buscamos, la Orden de la Rosa Negra siempre ha portado éste emblema en sus banderas. Sin embargo, dudo que realmente alguien haya escrito algo sobre ellos y siga vivo y, menos probable, un libro así existiese siquiera.

Olfateé el aire, sólo para asegurarme. Ésa esencia de sangre y muerte no existía aquí.

Vulphr miro el dibujo que su compañero realizo en el suelo y, para desgracia de él, no lo reconoció.
Vulphr:-Lamento decirte que si puedo leer la lengua humana, pero no podría saber donde buscar.- declaró el humano -Podríamos ingresar y buscar pero posiblemente sea una perdida de tiempo, pero si aún tu prefieres entrar, no hay problema.- comentó el animal metido en el cuerpo del hombre.
Mientras tanto, las personas que caminaban por allí, miraban con algo de curiosidad el símbolo dibujado en el suelo. Era algo que nunca habían visto, algo que les parecía ser de un gremio y, como uno de sus integrantes estaba encapuchado, su primer idea era que se trataban de magos oscuros, por lo que, al terminar de observar el emblema y a las dos personas paradas junto a éste, comenzaban a correr temiendo por sus vidas.

Suspiré, ya que el ser humanoide tenía la misma idea que yo, nada serviría entrar y buscar información a lo ciego. Medité unos segundos, cuando de reojo, unos humanos, de manera muy poco discreta, se quedaron observándonos, especialmente al símbolo que había dibujado, previo a echarse a correr.

Gruñí y borré el símbolo, señalando con la cabeza a la pareja, para que el humanoide se diera cuenta. Tendríamos que movernos previo a que se lanzaran sobre nosotros algún tipo de ejército.

-¡Vayámonos, hay que merendar algo! -dije, dejando que el humanoide guiara, ya que éste conocía la ciudad mejor que yo.

Mientras caminábamos, medité unos instantes la situación, y se me ocurre una idea.

-Dijiste que había un.... ¿gremio?-pregunté, recordando las palabras del humanoide en el bosque.- Habéis dicho que eran buenos, entonces supongo que alguien deberá saber algo de información. ¿Conoces de alguien que pudiera informarnos?

Mientras hablaba, las ideas volvieron a animarse. Al fin y al cabo, podría ser que "La Rosa Negra" fueran malos también con su raza, pudiendo tener enemigos. Y los enemigos de mi enemigo son los amigos.... Por ahora...

El zorro encapuchado le dirigio unas palabras al hombre antes de empezar a caminar.
Vulphr:-¿Merendar? ¿A esta hora de la madrugada?- menciono el vulcan dentro del humano, frases que aparentemente fueron eficientes ya que, el zorro extraterrestre, cambió de planes pidiendo que lo guiara hacia el gremio del "humano bueno".
Vulphr:-... Debí expresarme mal antes, aquí en Magnolia tenemos dos gremios grandes y fuertes y ambos son bastantes amables. Tempest es el gremio de zafeti, el mago más fuerte de todo este reino. Es muy bueno y amigable. En cambio, Crossfire es el gremio de Shinoroa Ryuu, un ex miembro de Tempest, muy fuerte también y, al igual que su anterior maestro, es muy bueno y amigable, tan es así, que por más de ser de gremios distintos siguen siendo amigos. ¿A cual prefieres ir?.- preguntó el humano mientras daba unos pasos para detenerse nuevamente :-Otro dato curioso de Shinoroa Ryuu es que puede transformarse en animales, o mejor dicho, en hibridos entre animales y humanos.- concluyó mientras se encontraban enfrente de la famosa Catedral de Magnolia.

Vulphr:-¿Merendar? ¿A esta hora de la madrugada?- Era obvio que el animal se había quedado perplejo, no había notado la reacciones de aquellos humanos y que trataba de sonar lo más.... humano posible, para evitar que nos buscaran.-... Debí expresarme mal antes, aquí en Magnolia tenemos dos gremios grandes y fuertes y ambos son bastantes amables. Tempest es el gremio de zafeti, el mago más fuerte de todo este reino. Es muy bueno y amigable. En cambio, Crossfire es el gremio de Shinoroa Ryuu, un ex miembro de Tempest, muy fuerte también y, al igual que su anterior maestro, es muy bueno y amigable, tan es así, que por más de ser de gremios distintos siguen siendo amigos. ¿A cual prefieres ir?.- preguntó, antes de detenerse y volverse a mí :-Otro dato curioso de Shinoroa Ryuu es que puede transformarse en animales, o mejor dicho, en hibridos entre animales y humanos.- concluyó mientras se encontraban enfrente da una catedral, algo muy típico de los humanos que algunos bestiales habían adoptado recientemente.

Sus palabras me hicieron eco, entonces recordé lo que la humana mme había dicho hace unos días: ¡había un mago capaz de transformarse en bestiales y ferales! ¡Ryuu!
Si era el mismo, el bien podría guiarme a saber cómo obtuvieron ése poder de asemejarse a mis congéneres, así mismo, podría tener la clave que necesito para derrotar a los Caballeros.

Sin embargo, estaba el supuesto mago poderoso. Supongo que alguien tan renombrado, podría ayudarme a liberar de vuelta todos mis poderes.

Era una decisión dificil, sin embargo, así que vi cual podría ser la más productiva.

-¡Llevadme a Tempest, por favor! -dije observando la Luna en el cielo, sin percatarme que algo había salido volando hace poco. Aunque sentí una energía extraña proveniente del sur, pero no le daría importancia en éste momento.- Necesito recuperar mis poderes si es que pretendo enfrentarme a Los Caballeros.

Off Rol:
Me disculpo por la tardanza.
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On Rol:
Vulphr accedió a llevar a su nuevo "amigo" a la sede de TempesT. Comenzó a caminar hacía dirección del edificio del renombrado gremio cuando, al llegar pudo notar que las puertas del mismo se encontraban cerradas.
Vulphr:-Claro... Los humanos suelen dormir demasiado... Descuida, si golpeamos tendrían que abrirnos.- mencionó el enorme primate dentro de aquel voluptuoso cuerpo humano.
La luna, poco a poco iba desplazándose por el majestuoso cielo, llegando así a dejar ver a penas asomándose por el horizonte, algunos rayos del sol, aquel que estaba próximo a tomar el dominio del firmamento.

Off-rol: Voy a hacer otro topic en tempest, allí seguimos.

Continúa: https://ftguerramagica.el-foro.net/t628-el-zorro-oscuro-llega-a-tempest#4591