Caminando sin rumbo alguno (ABIERTO)

No sé cuanto tiempo estuve corriendo, pero ya había anochecido cuando el cansancio me invadió. Estaba en medio del bosque, ya lejos de aquella bulliciosa ciudad que empezó a criticarme y acusar.

Había arribado a un lago, donde pude quitarme la túnica con todos los objetos que poseía en ése momento, y esconderla debajo de las raíces de un árbol tras asegurarme que nadie me veía. Ya sin las molestas prendas, me sumergí en el agua fría...


Demasiado fría para mi gusto...

Poco a poco me metí, hasta que solo la parte superior de mi cabeza sobresalía. Me costó algo aclimatarme, mi cuerpo rechazaba el frío y el agua, pero quería limpiarme tras correr por tantas horas.

Una vez limpio, salí y me tendí en el pasto, viendo el montón de estrellas en el firmamento.

Eran hermosas y me provocaban cierta nostalgia que no entendía.

Antes de salir huyendo, escuché la voz de Angus, pero estaba tan aterrado que no me detuve a escuchar. Él ya no me siguió.

¿Cómo podía confiar en alguien que sabía quien era yo y no me decía toda la verdad?

Tenía miedo sin duda alguna.

Recordé en ése momento lo que sucedió en la ciudad...

El fuego negro...

Alcé mi zarpa, mi blanco pelaje ondeando al son del suave viento del norte. Me concentré en ella, no sabía que esperar, si volvería a surgir esas bellas flamas negras. A pesar del susto que me provocaron, aún las consideraba magníficas y hermosas.

Sin embargo, nada pasó...

Suspiré decepcionado y me entretuve a ver las estrellas.

Bestialia...

Sentía que debía saber algo de ése lugar, pero nada volvía a mí...

Bestialia...

Sonaba a un lugar hermoso. Igual que las estrellas.

La tranquilidad de la noche inundaba el bosque alrededor de la ciudad de Magnolia. Los ríos y lagos volvían a fluir como antes. Los animales, ya en sus cuevas, nidos y madrigueras estaban atentos a un peculiar aroma que se esparcía por todo el lugar. Un peculiar olor a miedo se esparcía rápidamente por todo el bosque.
Sin perder tiempo, Vulphr corrió hacia la fuente del mismo, preocupado de que este olor se desprendiera de uno de su familia.
Al ver, desde lo alto de un árbol, que el que emanaba tal fragancia no era otro más que Anmorph, Vulphr se lanzó a saludar a su amigo.
Vulphr:-Saludos, amigo. ¿Porqué oler a miedo si cuando conocer oler a odio?- preguntó el enorme Vulcan que había ayudado a Anmorph a llegar al gremio de TempesT.

Off-rol: Perdona por no contestar, he estado ocupado en el trabajo y estaba pensando en que hacer con mi personaje.
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El silencio se hizo en el bosque, me sentí tranquilo por un instante, más no del todo seguro. Me estaba quedando dormido, cuando una sensación extraña me hizo levantar, como si alguien me observara, me agazape al suelo, esperando salir huyendo, cuando una criatura morada salió de la copa de un árbol. Parecía un enorme gorila, o al menos, mis pocos conocimientos lo reconocían como tal. Mi cuerpo se relajó, al menos era una bestia como lo soy yo.

-Saludos, amigo. ¿Porqué oler a miedo si cuando conocer oler a odio?- dijo el ser, amistosamente, alzando su enorme zarpa.


-¿Me conoces? -pregunté, algo mal educadamente.- Perdona, soy Anmorph, y temo que no soy de por aquí. Hace poco recobré la consciencia y no recuerdo absolutamente nada. Aunque eres el cuarto o quinto que parece reconocerme.


Me sentí más desconcertado, al final de cuentas, era un extraño para mí, pero le hablaba con total sinceridad. Me senté en el suelo y volví a ver las estrellas, pensando en aquél mundo que se me había dicho.


-¿Conoces el mundo Bestialia? -pregunté, con algo de esperanza.- Un ser sin pelo llamado Angus me dijo que venía de allá, quisiera volver a donde pertenezco... Tal vez recupere la memoria una vez en casa.

Vulphr miró algo extrañado a Anmorph, este último parecía no recordarlo.
Vulphr:-Tú, en el pasado hablar de bestialia, Shi shishi... Haber dicho que ser Meilan y que venir en busca de responsable de problemas en tu casa. Tampoco tu saber dirección en aquel momento.- explicó el Vulcan mientras se rascaba la cabeza tratando de recordar todo lo hablado.:-¿Qué pasar con zafeti?- preguntó el gran simio.

Tú, en el pasado hablar de bestialia, Shi shishi... Haber dicho que ser Meilan y que venir en busca de responsable de problemas en tu casa. Tampoco tu saber dirección en aquel momento.- explicó el el simio rascándose la cabeza, pensativo..:-¿Qué pasar con zafeti?


-¿Zafeti?- pregunté.- No recuerdo ningún ser llamado Zafeti... Bueno, Angus lo mencionó, pero no sé quién sea ni que haya pasado... Lo único que sé es que el centro de la ciudad allá a lo lejos estrá destruida, como si un gigante la hubiera aplastado.... Creo que otro ser dorado muy musculoso dijo que se lo llevaría a juicio y quería cortarle el pescuezo.


Miré a la Ciudad, la cual se iluminaba como centelleos de estrellas.

Vulphr se irguió y miró hacia donde estaba la ciudad. Sin que nadie dijera nada, comenzó a reírse a carcajadas.
Vulphr:-Shi shi shi shi... ¿Matar zafeti? Shi shi shi... Conocer zafeti, ser muy fuerte, mucho más de lo que tu imaginar. Si alguien ser más fuerte, salir herido igual que él.- dijo entre risa el enorme primate :-Si gigante aparecer, ser obra zafeti, sí, shi shi shi... Ser él, ¿por eso llevar? Seguro ser para pagar gastos de romper, zafeti siempre comentar que tener que pagar lo roto.- comentaba mientras se reía.
El vulcan comenzó a dar pasos hacia un árbol y se sentó, mirando al zorro.
Vulphr:-Tu antes querer aprender sobre magia y sobre rosa negra... Imaginar que ahora necesitar magia para ir por rosa... Yo poder ayudar, pero manejar magia distinta, costar vos, pero poder aprender...- comentaba el jefe de los animales de la región.

-Shi shi shi shi... ¿Matar zafeti? Shi shi shi... Conocer zafeti, ser muy fuerte, mucho más de lo que tu imaginar. Si alguien ser más fuerte, salir herido igual que él.- dijo entre risas-Si gigante aparecer, ser obra zafeti, sí, shi shi shi... Ser él, ¿por eso llevar? Seguro ser para pagar gastos de romper, zafeti siempre comentar que tener que pagar lo roto.


Se acercó a un árbol y se sentó, mirandome de forma fija. Y le imité y me senté frente al árbol opuesto. Sentía una fuerte perturbación, sentía miedo. Miré las estrellas de nuevo, soñando, deseando.


-Tu antes querer aprender sobre magia y sobre rosa negra... Imaginar que ahora necesitar magia para ir por rosa... Yo poder ayudar, pero manejar magia distinta, costar vos, pero poder aprender...-

Las palabras eran sinceras, lo pude sentir. Quería ayudarme. observé mi zarpa, la cual hace unas horas se encendió en aquella llama negra. Me daba miedo pensar poder dañar a otras criaturas con aquél poder. 

-¿Rosa Negra? -pregunté, no recordaba aquél nombre.- Dime, ¿qué dije sobre eso? No recuerdo nada de nada, como si me hubiesen reseteado mi cerebro y borrado toda información, milagro que aún sepa hablar... o respirar. -reí de forma tímida.- Con respecto a la magia.... -agaché las orejas.- No estoy seguro de quererlo hacer... Hace unas horas, mi zarpa prendió un fuego negro muy extraño... -temblé y me abracé a mi mismo.- La gente me observó y empezó a murmurar cosas extrañas, con respecto a que era  un asesino... o un mago malvado y oscuro... N-no... recuerdo... haber hecho nada malo...

Lloré y oculté mi rostro en mis brazos, me sentía totalmente confundido.

No supe cuanto tiempo estuve así, pero no debió ser mucho. Un olor me llamó la atención, dos personas se acercaban por entre los árboles, por lo que por instinto me levanté y me acerqué al árbol que tenía mis cosas escondidas, al descubrir el bulto, lo primero que salió fue la empuñadura de la espada, la cual tomé y afiancé hacia la dirección del olor. 

Sin embargo, el olor de ambos, tenía un tinte de algo que conocía, algo similar a Angus de la ciudad. Fue entonces que otro ser sin pelo surgió de las sombras, levantando las zarpas al aire y mostrando un dibujo de una cruz.

-Saludos. Soy Erwin, de TempesT, mi amigo Faust dice que sus olores estaban en la taberna de nuestro gremio. Me presento porque salimos a practicar y no queríamos asustarlos.- dijo el ser sin pelo, tras la cual, un gorila, más pequeño, quien se dio la vuelta, alzando sus zarpas y vi el mismo símbolo.

Más que por el dibujo, su olor similar al de Angus me hizo relajarme. N sabía que significaba la cruz, pero el olor era suficiente para mí. Bajé la espada a un costado, pero sin soltarla. El miedo aún me recorría.

-Buenas noches, yo soy Anmorph, de... no recuerdo donde.... Creo que se llama Bestialia... -dije, intentando presentarme, mirando de reojo al primer gorila, quien aún no sabía su nombre.- Y el amigo peludo aquí es... Perdón, no recuerdo tu nombre... -dije, sobandome la cabeza que me había empezado a doler.

El enorme Gorian, se levantó con brusquedad para saltar y pararse completamente erguido enfrente de los nuevos visitantes. Vulphr, no era conocido por actuar tan agresivamente pero, el hecho de que otro Vulcan ajeno a su manada ingresara a sus territorios hizo aflorar su costado animal.
Vulphr:-Llevar la marca de TempesT, Shi shi... Pero, nunca ver allá.- mencionó cuando se inclinó para poner su enorme rostro enfrente de Erwin :-Oler a Zahana... Solo por tener marca, aceptar como amigo. ¿Que pasar con ti?- preguntó Vulphr dirigiéndose al, relativamente, pequeño Vulcan :-Vuestro tamaño ser poco.- concluyó indagando.
Vulphr, sin esperar respuesta, se erguió nuevamente para poder girarse y mirar a Anmorph para hacerle una seña, indicando que bajara sus armas.
Vulphr:-Él poder leeros mejor que yo.- comentó el primate.
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Off Rol:
Gorian: Es el otro nombre que reciben los Vulcan del Bosque.

Bajé mis armas y los observé, el primate estaba muy alterado ante la presencia del segundo que acababa de llegar.

-¡Un alpha protegerá siempre su territorio! -pensé de manera inconsciente.

El que estaba cubierto, el llamado Erwin, dijo que apenas se habían unido a algo llamado Tempest y, de igual manera, había conocido a su compañero.

El primate le interrogó al más pequeño qué había pasado, a lo que respondió que un grupo de "capas negras" lo había torturado...

¿Torturado?

¿Capas negras?

Mi cabeza empezó a doler de manera increible y caí de espaldas. Era terrible el dolor, como si algo estuviera tratando de salir. Sentí un calor tremendo en mi cuerpo y todo me dio vueltas.

Todo se puso oscuro...

Sólo sentía dolor.

Off Rol:
Tal como manifiesta Erwin, no es válido que Anmorph tenga algún tipo de efecto al escuchar las palabras de Faust. Por lo que, se tomará como si post no fue realizado.
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On Rol:
El Gorian comenzó a relajarse al ver las señales de respeto que estos dos nuevos visitantes demostraban. Sentía que era respetado en su lugar, donde él manda. Se alejó un poco, sin quitarles la mirada de encima y escuchó la pregunta de Erwin.
Vulphr:-Shishishi... Ambos ir TempesT. Ser amigos zafeti, yo tener que volver bosque por manada, preocupar estar heridos.- respondió el Vulcan en su primitivo lenguaje :-¿Que traeros bosque noche? Tu ser hombre, él Vulcan, no vivir de noche, noche dormir.- indagó el dueño de esas tierras.

Offrol: -Perdón, me deje llegar, acepto anulación-
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No quise decir nada, escuché a todos sin interrumpir; hasta que el ser sin pelo se me dirigió.

-Yo sólo camino por aquí, me alejé de aquél lugar brillante, muchos me miraban con desprecio.... -dije, mirando hacia las luces.- Había mucho destrozo, hace poco vi a un gigante y escuché explosiones. Quise ayudar a un "sin pelo" llamado Angus, pero me asusté y huí. No sé que hacer, mas que seguir vagando por los bosques.

Suspiré y miré de nuevo a los tres.

-Yo creo que seguiré avanzando hacia el este. Pero por hoy descansaré junto al lago. Algo me dice que soy buscado -dije, recordando las palabras del gigante dorado.

Negué con la cabeza y di un paso hacia atrás, acercándome al gorila. No tenía  ganas para nada de volver a ése sitio lleno de seres sin pelo; además que los bosques se sentía un ambiente de calma mejor que el de allá.

-No lo creo, pero gracias por su interés, -respondí a la oferta de Erwin.- Sin embargo, me siento mejor en los bosques que estando allá con seres que no conozco. -me encogí de hombros y miré a la Luna.- No sé si hice algo mal, pero mi instinto me dice que debo moverme y alejarme, me servirá para intentar buscar Bestialia y saber un poco más de mi mismo.

Me dirigí después al gorila, quien no había dicho nada en éste breve instante.

-Gracias por tu hospitalidad amigo, pero tengo que marchar al este. En mi condición, no creo ser de mucha ayuda. Si tu amigo el gigante está en problemas, deberían irlo a ayudar, desconozco todo acerca de lo sucedido, pero fue un tremendo acabose.

Me dispuse a partir, tomando mis cosas que escondí bajo el árbol, vistiendo mi túnica negra con el símbolo del sol por el frente y en la espalda la imagen del zorro con alas, tomé el báculo y el cuchillo largo y los amarré al cinto, luego oculté el cofre con los dos libros que me habían dado; posiblemente los leería después, pero sobre hacer magia por mi cuenta, me daba escalofríos.

Ya estaba por irme, ya que ni el ser encapuchado ni los dos gorilas hablaban, cuando una voz familiar se hizo oír en medio del silencio.

-Buenas noches.-Gritó, al tiempo que levantaba las manos.-Tanto tiempo Vulphr, Anmorph.-Dijo, realizando una reverencia al gran simio.-Sabía que te encontraría cerca del agua, después de todo, es fuente de vida y sanación. Vine con personas que quizás quieras ver.-Dijo, señalando hacia atrás, donde la zorra amarilla y el otro ser que estaba desmayado caminaban. Parecían muy confundidos, especialmente el segundo, quien al verme, parecía que le doliera la cabeza y retiró la mirada-Ellos querían hablar contigo sobre tu persona, sobre tu pasado... Claro, debo imaginarme que lo harán, solo si tu lo deseas.


Era cierto, quería saber más de mí, pero dudaba que dos seres de los cuales apenas sabía su existencia, podrían ayudarme. Suspiré y me dirigí a Angus.

-¡Saludos Angus! Lamento haberme ido así, sin embargo los de tu especie me miraron de manera peligrosa y mi primer impulso fue huir, especialmente al hacer aparecer ése fuego negro. -meneé la zarpa en el aire, recordando aquél evento.- Dudo que tus amigos puedan ayudarme, si apenas yo mismo sé de mi persona. He decidido vagar un tiempo en los bosques, alejados de aquéllos lugares donde viven ustedes, hasta que crea que ya se han olvidado de mi rostro. Soy perseguido por aquél gigantón, por más que diga que no me quiera hacer daño, dudo de él; el otro que se fue con él sentí que quería hacer o decirme algo, pero sé que se abstuvo.... -no pude reprimir de nuevo un suspiro, demasiado penoso.- No encajo en su sociedad, supongo que lo mío son éstas tierras salvajes.

Fue entonces que vi que la zorra dorada le entregaba un bulto oscuro a Angus, me veía con consternación, y noté que le temblaban las patas. 

¿Era yo el enemigo en verdad?

Su acción me hizo sentir responsable, por lo que guardé el cofre dentro de mi túnica y me disponía a partir si nadie querría hablar más.

El entorno edificado de los alrededores empezaba a perderse a medida que nos internábamos en aquel lago rodeado de densa vegetación en forma de hierba, matorrales y algunos árboles. El tenue brillo de Magnolia jamás dejaba de acompañarnos aun en la más profunda lejanía, así como sus casi imperceptibles sonidos del bullicio que ya empezaba a desvanecerse para volver a la normalidad, o al menos, eso parecía oírse desde tan lejos. Ferzan siguió a Erasmo y Angus a un paso algo más relajado, ella miraba los alrededores sin estar demasiado convencida de que iban por el buen camino, y es que no tenían apenas una fuente para basarse en que Anmorph estuviera en ese lugar exacto del mapa. Sin embargo, envuelta en su túnica blanca y con la cabeza cubierta por la capucha de esta, seguía sus pasos confiando en que estuvieran en lo correcto. Podía notar el frio ambiente recorrer su cuerpo de lado a lado, a la vez que sus piernas se mojaban con el roció de algunas hojas por las que pasaba, mas no se inmutaba ante tan baja temperatura.

No tardaron en llegar al sitio, y ella por su parte no dijo gran cosa durante el viaje, nada de especial relevancia. Silenciosa, su mirada se posó sobre los allí presentes. Aquel simio de grandes dimensiones estaba con él, el mismo que estaba en Tempest y que podría ser un Bestial como ellos dos. Cerca de ellos dos, otro ser similar al simio que también despertó su interés, pues este viajaba con un humano. Dejó que Angus hablara mientras les observaba, y tras oír a Anmorph en silencio, tuvo que intervenir - ¡Anmorph Crystol! - exclamo - Bestial de Bestialia, zorro negro como pocos se conocen, que conoce a los humanos antes que yo, una Bestial al igual que vos. Ese eres tú, solo que ya no lo recuerdas - se dirige hacia el impasible ante los demás, quitándose la capucha. Sus rasgos sobrehumanos quedaban delatados en otras partes visibles como sus piernas, mas al dejar al descubierto su rostro y orejas todavía quedaba más retratada - Has perdido la memoria al llegar aquí, víctima de tus antiguos recuerdos que solo tú conoces, o más bien, conocías - supo disimular a la perfección, gracias al arranque inicial de sus palabras, el hecho de que ella y sobretodo Erasmo sabían de su pasado y el motivo de la pérdida de memoria - Me conociste en Tempest, gremio de un poderoso mago denominado Zafeti, un humano como el resto. Intentabas protegerme de los humanos pues en aquel momento la desconfianza hacia ellos te predominaba - se detiene frente a él - Yo he llegado después de ti, y puedo decirte que los humanos no son como nosotros. Quizás nuestro lugar no esté junto a ellos pero no van a hacernos daño, no te hicieron daño a ti mientras conservabas la memoria, y como puedes ver yo estoy intacta. Nuestro lugar siempre ha pertenecido a la naturaleza, y si quieres volver a ella en su plenitud, debes confiar en ellos - conduce una mano al pecho - Debes confiar en mí.

Soltó una suave bocanada de aire mirando al resto, era completamente consciente de que era la vez que mas había hablado en público desde que había llegado a la Tierra. Quizás alguien de los presentes que la conociera se habría extrañado de esto. Sin darle mucha importancia, enfocó la mirada de nuevo en el zorro - Y ahora dime... - se calló un leve momento volviendo a todo lo que había dicho antes, ni ella misma se había creído capaz de soltar todo ese sentimentalismo tan a la ligera y con gente mirándoles - De que gigante estás hablando? Es que alguien te esta persiguiendo?

off-rol: Salteo por inactividad
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Se había quedado todo en silencio, así que me había dado media vuelta para despedirme del gorila, cuando una nueva voz se alzó; era la zorra dorada, quien dio un paso al frente y me observó con intensidad para luego hablar:

-Bestial de Bestialia, zorro negro como pocos se conocen, que conoce a los humanos antes que yo, una Bestial al igual que vos. Ese eres tú, solo que ya no lo recuerdas exclamó, quitándo su capucha y mostrando sus facciones ante todos. - Has perdido la memoria al llegar aquí, víctima de tus antiguos recuerdos que solo tú conoces, o más bien, conocías. Me conociste en Tempest, gremio de un poderoso mago denominado Zafeti, un humano como el resto. Intentabas protegerme de los humanos pues en aquel momento la desconfianza hacia ellos te predominaba -caminó hacia mí y se detuvo - Yo he llegado después de ti, y puedo decirte que los humanos no son como nosotros. Quizás nuestro lugar no esté junto a ellos pero no van a hacernos daño, no te hicieron daño a ti mientras conservabas la memoria, y como puedes ver yo estoy intacta. Nuestro lugar siempre ha pertenecido a la naturaleza, y si quieres volver a ella en su plenitud, debes confiar en ellos. Debes confiar en mí.

No sabía qué responder, sus palabras fueron como un alud sobre mi persona, pero me sentí conmovido. Ella había mencionado nuevamente aquél lugar extraño para mis oídos, Bestialia. De igual manera, exclamó que conocía a los humanos, que quiero suponer, se refería a éstos seres sin pelaje. Lo que más me llamó la atención y generó en mí angustia fueron sobre lo referente a mis memorias.

¿Había sido yo víctima de mis memorias?

Si conocía a los humanos antes que ella, ¿cómo fue que perdí mis memorias?

Incluso, por su forma de expresarse, me dio a entender que perdí las memorias, no en Bestialia, sino aquí, en éste lugar. Era hasta cierto punto obvio, al contradecirse tan facilmente, refiriendo que perdí mis memorias al llegar aquí; y sin embargo, que la había conocido en un lugar llamado Tempest y la quise proteger de los humanos. Es decir, tuve mis memorias al conocerla y no las había perdido al despertar en éste extraño mundo.

Quien me parecía curioso era el humano que hasta ahora no había hablado, el que estaba desmayado. Se le veía pálido, evitaba mi mirada con afán, ¿acaso sabía qué había pasado conmigo?

¿Ésta zorra sabía cómo había perdido la memoria? ¿Sus palabras ocultaban más de lo que me decía?

La miré, presentía que algo andaba extraño, mas para no ofenderle, no expresé mis pensamientos. Mas en mi surgió la convicción de tenerlos cerca... Por ahora...


- Y ahora dime... ¿De que gigante estás hablando? ¿Es que alguien te esta persiguiendo?


No tuve más remedio que responder.

-Estabas inconsciente, pero un tipo humano grande con armadura dorada llegó al edificio donde desperté. Al verme, se lanzó sobre mí para capturarme, mas otro humano de armadura plateada lo detuvo. Lobo Gris creo que su nombre es, aunque no parece un canideo como nosotros. -dije, recordando el pasado.- Algo dijo sobre mis acciones en el pasado, por lo que supongo que algo habré hecho antes de perder la memoria.

"Su ataque se detuvo, mas no puedo ignorar, si como él, la posibilidad prevalece, de que más quieran mi cabeza. -suspiré, angustiado.- No me conviene estar con ustedes, y más, tras las miradas de aquellos en el poblado, al ver que usaba llamas negras sin que ése fuera mi propósito. ¡Me había espantado y surgieron de mis garras!

Miré mi zarpa derecha y cerré el puño.

-En dado caso, mi energía no puede ser benéfica para nadie, si la Oscuridad está en mí, la gente de la Luz no se debería acercar, porque daño les podría provocar.


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Off-rol: había hablado con Erasmo sobre usar "las memorias de Anmorph" como la esencia de otro personaje que quisiera integrar, el demonio interno de Anmorph, llamado Kitsukuro. Ignoren lo que rolearé si lo consideran malo.

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On rol: Kitsukuro

En la mente de Erasmo surgió un pensamiento, con un tono que no era el suyo.


-¡Miradle! Es un patético ser débil. Siempre fue débil. Su corazón es débil. Aún me sorprende que hace tres mil años me derrotara y me sellara dentro de su espada. Pero a tí, joven prodigio humano, te puedo ofrecer mucho, mucho poder. El poder absoluto sobre los elementos y la magia. Aquí es extraña, pero tu magia basada en conocimientos, que le llamais Archivo, es perfecta para aprender más.


Podrías, si quieres, ser el dueño de éste mundo.


¡Tú, el rey de Fiore!

Lo primero en lo que pensó cuando Anmorph habló del tipo de la armadura, fue en aquel instante de su sueño en que una poderosa fuente de magia emergió sobre su alrededor. La mujer gatuna no desprendía ninguna fuente de mana, todo procedía de alguien del exterior, de ese gigante del que él hablaba. Se reconcomio por dentro cruzándose de brazos sobre sus costados, se sentía como tener a alguien como Zafeti tan cerca de ella, tan poderoso y ella a su vez tan débil. Apenas podía decir que solo conservaba una cuarta parte de su poder, lo único que le quedaba relacionado con "Mille Seseau" era el titulo y sus marcas.

Tras lo que dijo después, negó con la cabeza, cediéndole a Angus su turno para explayarse libremente y así de paso, ver que era capaz de hacer aparte de dominar magia curativa. Lo había visto llorar, víctima de una discriminación por su aspecto - Así que los humanos también se discriminan entre ellos... - pensó en voz alta cuando vio sus lagrimas brotar de sus ojos - "Quizás no seamos tan distintos después de todo" - pensó nuevamente, esta vez solo para ella.

Ryuu, el maestro del gremio al que me enlisté, posee magia en la que se transforma en mitad animales y su apariencia, es similar a la de ustedes. - sus dudas ya habían quedado resueltas cuando vio al individuo transformado en hombre lobo, a eso se refería con magia de transformación, pero no recordaba que Anmorph lo hubiese visto adoptando tal forma. Tal vez a él le interesase aquello, dejaría de ser discriminado por la mayoría siempre que la reputación de su gremio no caiga en la oscuridad. En cambio a ella... - No me mires a mí, solo a él le puede interesar - niega con la cabeza y de brazos cruzados - Yo no conozco a Ryuu lo suficiente y mi primera impresión hacia él ha sido bastante... normal, para mi es alguien neutral, ni buen líder ni mal líder, supongo. En cambio Zafeti demuestra liderazgo, demuestra fuerza y demuestra buena voluntad. Tal vez sea porque lo conozco bastante más al habernos acogido a todos en su sede, pero no voy a cambiar mi decisión por alguien que no estoy segura de como es. Si Zafeti no tiene contras conmigo, me alistare a Tempest, eso es todo. Además, no necesito ocultarme detrás del nombre de un gremio para que los humanos no me discriminen por ser lo que soy - dejo de cruzarse de brazos, situando sus manos al frente las cuales se movían mediante gestos que corresponden con lo que estaba diciendo, algo que los humanos llaman "Comunicación no verbal" - ¿Acaso yo discrimino a los humanos solo por no tener tanto pelo como él o yo? Antes de llegar aquí, ya me había llevado más de una disputa contra vuestra raza, solo con unos pocos y nada importante, pero disputas al fin y al cabo. Los hay incluso que me querían hacer daño, y más que eso... - se detuvo un leve momento recordando a ciertos atracadores que por poco estuvieron cerca de secuestrarla, maleantes que ahora están muertos. No encontraba necesario decirles que había matado a humanos, personas no inocentes pero humanos después de todo - Yo no quiero esconderme detrás de una organización solo para disimular lo que soy por fuera, yo soy lo que soy y quien no lo acepte que se... - esta vez se detuvo durante un rato más largo, sabía que se estaba excediendo y no era la cuestión. En ningún momento estaba reprochando la idea de Leather, solo se sentía identificada con ellos dos por el maltrato humano hacia su persona, y no solo humano, también fue discriminada por Bestiales como ella. Suspiro alto y prosiguió más calmada - Yo solo soy una maga, una mujer fuerte. No busco renombre ni busco que una multitud me alague por generaciones, solo quiero ser yo y recuperar lo que en su momento tuve, y Zafeti puede respaldarme en ambas cosas. Quizás unirme a su causa sea mi manera de darle las gracias por su acogida. Además, no creo que haga falta pertenecer a un mismo gremio para que podamos volver a vernos - esto era una indirecta, en parte, a Leather quien posee el libro de Anmorph tras mostrarse impaciente en llevárselo. No lo iba a perder de vista pues Ferzan no sabe qué clase de contenido podría ocultar ese libro.