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Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
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Anmorph Crystol
LeatherFace
Freya Crescent
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Fairy Tail, La Guerra Mágica. :: Zona de Rol :: Reino de Fiore :: Magnolia :: Gremio Crossfire. :: Taberna de Crossfire
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Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
"Un ser cuya mente estaba repleta de despropósitos, tan callado y ocultista que me daban ganas de atizarle una y otra vez contra el suelo hasta reventarle por lo que hizo, si hubiera podido siquiera llegar a tocarle. Ha pronunciado a mi madre en vano, y todavía se hace pasar por inocente después de lo que hizo. Asqueroso hijo de..."
Esto es lo que puedo decir de él siendo agradable, ya ni quiero responder de lo que le haría. Por ahora solo podía maldecirle una y otra vez, mientras mis pasos marchaban durante horas por esta montaña, semi-oculta entre los pocos árboles de la zona. Llevaba dos días caminando, si es que no había perdido la cordura y esos dos días resultaban ser en verdad mucho más tiempo. Por intentar buscar respuestas que jamás llegaron, había dejado atrás a aquellos pocos que me apoyaron, si volvía ahora dios sabe que pensaran sobre mí. Pero que otra opción quedaba? Marcharme lejos de este Reino y que nadie volviera a saber de mi? Si con solo dos supuestos días estaba prácticamente muerta de hambre, si tuviera que caminar más de lo que ya he caminado sin apenas estar preparada...
Solo sé que estoy vagando por esta montaña, con un trozo de sandia cortado al que ya solo le quedaba la corteza mordida. La mañana se aproxima, después de otra noche huyendo y regocijándome de animales salvajes, la magia ya apenas podía ayudarme cuando siquiera estaba luchando por tratar de soportar el dolor de mis piernas. Los rayos de sol volvían a vislumbrar el ambiente a mi alrededor, volvían a iluminar aquel castillo que apenas podía ver desde tan lejos, el lugar hacia el que me dirigía confiando en que las palabras de aquel lugareño fuesen verdaderas.
Cargaba en mis brazos, aparte de aquel trozo de sandia mordido que podía denominar como mi única provisión, la armadura que recogí en aquel pozo de Lori. Con el paso del tiempo, no sabía si cada vez la armadura pesaba más, o mis brazos ya no podían con ella, como si no fuera suficiente cargar con la pena de perder a tus seres queridos días antes de lo allá sucedido en el pueblo de la sequia. Desde aquel día, aunque la presencia de personas como Ryuu pudiesen consolarme, sentía que cada vez me estaba volviendo una mujer mas carente de juicio propio, mas dependiente de otras personas. Yo que me creía tan independiente y tan fuerte, esta aguerrida guerrera solo resultó ser una princesa de cuento, una princesa de porcelana, de cuerpo débil y un alma tan frágil como el cristal, capaz de hacerse añicos cuando toda dependencia hacia mi persona se pierde.
Pero aquello aun no había llegado a suceder, no del todo.
Dolorida y agotada, llegue a las puertas del castillo inspirada en parte por el bullicio que dentro podía oírse. Solo necesitaba leer la seña de bienvenida para calmar mis gemidos y darme cuenta de que estaba en el lugar correcto. Una vaga sonrisa se dibujo en mi rostro tras leer que me encontraba en Crossfire, aquel gremio al que pertenezco y jamás antes pude pisar pie en el. Me deje caer de rodillas dejando la armadura en el suelo, por inercia dirigí mi mano hacia el cuello donde tengo la marca de gremio, y acto seguido recupere un poco mi postura apoyándome solo sobre una rodilla con tal de no ensuciar mas mis ropas. Me había quedado tendida un minuto en aquella pose, recobrando la respiración. Dentro se podía ver gente, a cada cual ocupado en sus asuntos personales, no parecían haberme visto cerca de la entrada. Tras recuperar el aliento, volví a levantarme con la armadura en mis brazos, dejando caer anteriormente la corteza de sandia que traía conmigo.
Mi primera impresión del gremio fue horrible e incómoda, pero no más que todo este trayecto infernal. No lo decía por la gente, ni por el ambiente en general, sino porque al momento de entrar, me encontraba allí quieta e inmóvil, sin saber bien hacia dónde dirigirme o a quien hablarle. La mayoría empezaron a mirarme, a sospechar de mi por mi aspecto y aquellos que no me observaban, lo hicieron al rato tras los murmullos que se transmitían de mesa a mesa entre ellos. Ryuu no estaba por ninguna parte y eso me hacía sentirme más incomoda todavía. Mire a la barra de la tabernera, y empecé a caminar por inercia hacia ella, completamente hundida por dentro por las continuas miradas que, aun sin llegar a verlas, notaba como podían clavarse en mis espalda como filosas agujas de acupuntura.
P-Perdona... - alcanzaba a preguntar con la voz quebrada. Ella tal vez sospechara como el resto, y tenía sus razones para ello. Si Ryuu estuviera aquí seria todo mas fácil, o no... no sabría que decirle después de marcharme de la manera que lo hice. El me salvó, me acogió sin siquiera ponerme una sola pega, y esta fue mi burda manera de recompensarle, marchándome de su lado - B-Busco a Ryuu, pertenezco a e-este gremio, el me admitió aquí - inclina la cabeza a un lado para mostrarle la marca - Lo ve? Estábamos en Lori, resolviendo la sequia del lugar, y yo tuve que marcharme por u-una cuenta personal. Es la primera vez que vengo, lo conocí allí, y bueno... yo... - no me atrevía a sentarme por miedo a ensuciar el mobiliario, aunque a decir verdad, mis ropas no estaban demasiado sucias, las había cuidado todo lo bien que pude para estos dos días que estaba fuera. Aun así, no me parecía correcto pues mi cuerpo si necesitaba un baño en condiciones - Llevo dos días ahí fuera sin apenas comida, solo busco un poco de caridad...
Última edición por Freya Crescent el Mar Dic 27, 2016 10:56 am, editado 1 vez (Razón : Cambiar el titulo)
Freya Crescent- Miembro de Gremio
- Mensajes : 171
Fecha de inscripción : 27/07/2013
Localización : Lori
Re: Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
Volaba mientras seguía dándole vueltas al asunto del gremio y sus misiones... ¿Cómo y qué les diría a mis compañeros? ¿Entenderían que no era mi culpa, sino un gran malentendido? En fin, era hora de averiguarlo ya que ya estaba llegando a Crossfire.
Incluso antes de ingresar, noté una magia conocida, pero muy debilitada. Al principio me costó reconocerla, debido al largo tiempo que no estuvo cerca. Pero mientras entraba, la recordé: era Freya, la maga de agua que habíamos conocido antes de todo el tema de Lori. ¿Qué le habría pasado?
-P-Perdona... B-Busco a Ryuu, pertenezco a e-este gremio, el me admitió aquí. ¿Lo ve? Estábamos en Lori, resolviendo la sequia del lugar, y yo tuve que marcharme por u-una cuenta personal. Es la primera vez que vengo, lo conocí allí, y bueno... yo... Llevo dos días ahí fuera sin apenas comida, solo busco un poco de caridad...- Freya se dirigía a la tabernera, Nael. Tanto ella como el resto de los miembros del gremio la observaban, algunos de manera sospechosa, otros curiosamente. Vamos, que no todos los días se ve a una mujer-rata ¿no?
-Eh, ¿que pasa acá? No me digan que así reciben a una nueva compañera. Lleva en el gremio ya una buen tiempo, sólo que nunca se había presentado por aquí. Dejenme decir un par de cosas importantes...- Guardé silencio un momento, esperando que el resto hicieran lo mismo. Una vez que estuve seguro de que todos me escucharían, proseguí: -Como dije, ella es Freya, una maga de agua. Nos conocimos en Lori, donde estaba llevando a cabo la misión que el alcalde nos encomendó a mí y a Zafeti, y ha sido de gran ayuda. Así que quisiera pedirles que dejaran de mirarla como a una amenaza, ya que tan compañera de ustedes como lo soy yo. En segundo lugar, ¡quiero que todos tomen un vaso, jarra o lo que quieran, y lo llenen con lo que deseen, que esta vez invito yo y quiero que todos le den la bienvenida que se merece a nuestra nueva compañera!-
Nuevamente gusrdé silencio, esta vez por obligación, ya que de todas maneras nadie me prestaría atención ahora. Cuando todos se calmaron y la bienvenida terminó, volví a hablar:
-Ahora, como saben no todo es color de rosa... De momento, no podremos realizar misiones, por orden del Consejo Mágico. Ésto se debe a la misión que realizamos Zafeti y yo, gracias a la cual intervenimos en una operación del Ejército de la Runa. Obviamente, no sabíamos que estábamos cometiendo semejante error. Sin embargo, sólo será por unos días, ya que si envío una carta de disculpas todo volverá a la normalidad... Piensen que tendrán unos días de vacaciones, no será tan malo. En fin, no los aburriré más con mis palabras, sigan con lo suyo...
Al final del discurso, todos se quedaron en silencio por un momento, procesando toda la información recibida de golpe. Pero no duró demasiado... alguien gritó "¡¡VACACIONES!! ¡SIIIIII!" y todo se volvió a animar.
Me dirigí a Freya y la saludé, tomando su carga. Se la notaba débil, y parecía un milagro que cargara con semejante armadura hasta aquí. ¿Caminando desde Lori, o desde vaya a saber uno dónde? Esta chica o es muy fuerte o muy tenaz como para lograrlo.
-No preguntaré por qué te fuiste, me imagino que tendrías tus motivos y no soy quién para conocerlos. De todas formas, me alegra que te encuentres bien... Bueno, relativamente bien, para qué mentir jajaja. Como sea, llevaré tus cosas a alguno de los cuartos vacíos, tu quédate aquí a tomar algo para recuperarte. Nael, si tienes alguna de esas pociones para recuperar energía, dale una, aquí está la paga.- dije a la tabernera, entregando los jewells necesarios para la compra. -Cuando te sientas mejor, avísame. Si quieres descansar primero, ve a tu habitación. Es la última puerta a la izquierda del pasillo oeste de la planta baja. Ah, por si no sabes bien cuál es, es a donde me dirijo ahora. Asegúrate de avisarme cuando te encuentres mejor ¿ok? Estaré en la oficina redactando esa dichosa carta.- Mientras decía la última frase, la saludaba levantando la mano izquierda y caminando hacia su habitación para dejar sus cosas.
Incluso antes de ingresar, noté una magia conocida, pero muy debilitada. Al principio me costó reconocerla, debido al largo tiempo que no estuvo cerca. Pero mientras entraba, la recordé: era Freya, la maga de agua que habíamos conocido antes de todo el tema de Lori. ¿Qué le habría pasado?
-P-Perdona... B-Busco a Ryuu, pertenezco a e-este gremio, el me admitió aquí. ¿Lo ve? Estábamos en Lori, resolviendo la sequia del lugar, y yo tuve que marcharme por u-una cuenta personal. Es la primera vez que vengo, lo conocí allí, y bueno... yo... Llevo dos días ahí fuera sin apenas comida, solo busco un poco de caridad...- Freya se dirigía a la tabernera, Nael. Tanto ella como el resto de los miembros del gremio la observaban, algunos de manera sospechosa, otros curiosamente. Vamos, que no todos los días se ve a una mujer-rata ¿no?
-Eh, ¿que pasa acá? No me digan que así reciben a una nueva compañera. Lleva en el gremio ya una buen tiempo, sólo que nunca se había presentado por aquí. Dejenme decir un par de cosas importantes...- Guardé silencio un momento, esperando que el resto hicieran lo mismo. Una vez que estuve seguro de que todos me escucharían, proseguí: -Como dije, ella es Freya, una maga de agua. Nos conocimos en Lori, donde estaba llevando a cabo la misión que el alcalde nos encomendó a mí y a Zafeti, y ha sido de gran ayuda. Así que quisiera pedirles que dejaran de mirarla como a una amenaza, ya que tan compañera de ustedes como lo soy yo. En segundo lugar, ¡quiero que todos tomen un vaso, jarra o lo que quieran, y lo llenen con lo que deseen, que esta vez invito yo y quiero que todos le den la bienvenida que se merece a nuestra nueva compañera!-
Nuevamente gusrdé silencio, esta vez por obligación, ya que de todas maneras nadie me prestaría atención ahora. Cuando todos se calmaron y la bienvenida terminó, volví a hablar:
-Ahora, como saben no todo es color de rosa... De momento, no podremos realizar misiones, por orden del Consejo Mágico. Ésto se debe a la misión que realizamos Zafeti y yo, gracias a la cual intervenimos en una operación del Ejército de la Runa. Obviamente, no sabíamos que estábamos cometiendo semejante error. Sin embargo, sólo será por unos días, ya que si envío una carta de disculpas todo volverá a la normalidad... Piensen que tendrán unos días de vacaciones, no será tan malo. En fin, no los aburriré más con mis palabras, sigan con lo suyo...
Al final del discurso, todos se quedaron en silencio por un momento, procesando toda la información recibida de golpe. Pero no duró demasiado... alguien gritó "¡¡VACACIONES!! ¡SIIIIII!" y todo se volvió a animar.
Me dirigí a Freya y la saludé, tomando su carga. Se la notaba débil, y parecía un milagro que cargara con semejante armadura hasta aquí. ¿Caminando desde Lori, o desde vaya a saber uno dónde? Esta chica o es muy fuerte o muy tenaz como para lograrlo.
-No preguntaré por qué te fuiste, me imagino que tendrías tus motivos y no soy quién para conocerlos. De todas formas, me alegra que te encuentres bien... Bueno, relativamente bien, para qué mentir jajaja. Como sea, llevaré tus cosas a alguno de los cuartos vacíos, tu quédate aquí a tomar algo para recuperarte. Nael, si tienes alguna de esas pociones para recuperar energía, dale una, aquí está la paga.- dije a la tabernera, entregando los jewells necesarios para la compra. -Cuando te sientas mejor, avísame. Si quieres descansar primero, ve a tu habitación. Es la última puerta a la izquierda del pasillo oeste de la planta baja. Ah, por si no sabes bien cuál es, es a donde me dirijo ahora. Asegúrate de avisarme cuando te encuentres mejor ¿ok? Estaré en la oficina redactando esa dichosa carta.- Mientras decía la última frase, la saludaba levantando la mano izquierda y caminando hacia su habitación para dejar sus cosas.
Re: Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
Off Roll:
Pedí permiso a Freya, me dijo que podíamos poatear aquí.
============================================
On Rol:
Caminamos por la ciudad, procure ir por calles no tan concurridas, para evitar el estrés a Anmorph y que éste huyera y que el título de cobarde se amolde a su nombre.
Al llegar al gremio vi que todos estaban gritando y festejando, no entendí mucho el porqué pero, entre la multitud vi a Freya y a Ryuu.
-Freyaaaa. Me alegro que estés bien.Dije mientras me acercaba a ella con intenciones de abrazarla pero a medida que me acercaba veía cuan débil estaba.-Pero mujer... ¿Estás bien?-Dije luego de desistir en la idea y me centrara en su respuesta.
Antes de que Ryuu se fuera de nuestro lado, me adelante y le comenté lo que pasó en el bosque.
-Por ese motivo están Anmorph y Erasmo aquí... Ferzan vino a escoltar a Anmorph.-Explique rápidamente puesto ahora solo queria ayudar a mi compañera de gremio.
Pedí permiso a Freya, me dijo que podíamos poatear aquí.
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On Rol:
Caminamos por la ciudad, procure ir por calles no tan concurridas, para evitar el estrés a Anmorph y que éste huyera y que el título de cobarde se amolde a su nombre.
Al llegar al gremio vi que todos estaban gritando y festejando, no entendí mucho el porqué pero, entre la multitud vi a Freya y a Ryuu.
-Freyaaaa. Me alegro que estés bien.Dije mientras me acercaba a ella con intenciones de abrazarla pero a medida que me acercaba veía cuan débil estaba.-Pero mujer... ¿Estás bien?-Dije luego de desistir en la idea y me centrara en su respuesta.
Antes de que Ryuu se fuera de nuestro lado, me adelante y le comenté lo que pasó en el bosque.
-Por ese motivo están Anmorph y Erasmo aquí... Ferzan vino a escoltar a Anmorph.-Explique rápidamente puesto ahora solo queria ayudar a mi compañera de gremio.
LeatherFace- Mago Escudero
- Mensajes : 142
Fecha de inscripción : 13/05/2014
Re: Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
Me atreví a seguir a Angus, Ferzan y Erasmo hacia la ciudad nuevamente.... Al fin y al cabo, dudo que el susodicho Zafeti me dejase ir tan fácilmente, pero conforme avanzábamos, una ansiedad me invadió, haciendo que mis pasos fuesen más lentos. Caminabamos por lugares poco concurridos, pero los pocos que pasaban, nos echaban miradas extrañas.
Por fortuna, halle una capucha en mi túnica y me la subí, ocultándo lo más que podía mi rostro; así mismo, metí mis zarpas dentro de la túnica, y mi cola la bajé lo más que pude sin que ésta me estorbase. Desafortunadamente, mis patas traseras seguían expuestas.
Tendría que buscar la manera de huir al bosque nuevamente, sin que se diesen cuenta, ya que realmente me estaba poniendo mal en ver a tantos humanos alrededor.
Llegamos a un edificio nuevo, que olía algo extraño. Un olor dulce y amargo me quemaba la nariz, no estaba seguro de qué fuese. Leather se adelantó y saludó a la gente de adentro; por mi parte, me hice a un lado de la puerta, por la parte de afuera, sin ver su interior mas que por un instante, para que la gente que armaba alboroto me viese. Había tanto ruido que no alcancé a escuchar las palabras de Angus.
Miré al cielo, el sol se halaba pleno en el cenit. Me gustaba el calor y dejé que los rayos del astro me calentara la cara. Ferzan se mantuvo callada todo el rato, a pesar de que supuestamente quería hablar conmigo. Erasmo se mantuvo alejado de mí durante todo el trayecto, desconozco la razón.
Yo sólo quería volver al bosque...
-----------------------------------------------------------------------------------------
Kitsukuro:
-¡Venga ya humano! -dijo la voz, resonando.- Tienes acceso a poder infinito. ¿Acaso no te gustaría poder hacer lo que gustes?
Kitsukuro forzaba imágenes de Anmorph frente a un gran peñasco. Al fondo de éste, varios dragones, de brillantes escamas multicolor, lanzando fuego entre ellos los más jóvenes, otros más adultos platicando u haciendo pociones en enormes calderos por fuera de las cuevas.
-No puedo creer que me haya engañado... -dijo la voz de Anmorph.- Yukiriko.... Anaeky.... Pero ahora entiendo su encargo.... No me queda otra...
En un instante, un fuego negro envolvió la figura del poderoso zorro, y en su lugar, surgió un enorme dragón negro. Tan grande, que su sombra se proyectó sobre la última aldea de dragones...
Los dragones presintieron el peligro y rugieron. En la zarpa (¿mi zarpa?) sostenía una obsidiana de color negro y rojo, que brillaba. Su poder llenaba su cuerpo (¿mi cuerpo?) de energía del fuego.
Lanzó una poderosa llamarada al aire. Fuego negro ocultó el sol y llenó todo de cenizas. Era la noche de la Era de los Dragones. A garras de Anmorph Crystol.
Una terrible masacre se suscitó. Dragón tras dragón caía al suelo, con el corazón perforado, su sangre alimentando la obsidiana oscura, la cual brillaba con mayor intensidad con cada gota.
Al final quedaban tres, dos estaban aún en la aldea.
Se (¿Me?) acercó a la cueva del rey. Allí estaba, el que originó el caos de Bestialia, un enorme dragón de escamas moradas y azules, anciano ya, su mirada amarilla se destacaba en las sombras.
Sonrió... Una sonrisa llena de satisfacción.
-¿Sólo quedo yo? -rió el dragón.
-Faltan dos más. -contestó, volviendo a la forma original. El zorro se acercó. Sentía furia... Mucha furia y odio.
-Ésos sentimientos son tan poderosos. Los necesarios para acabar con ésta guerra.
-Yo creo que estás equivocado, Fulkror. -dijo, su voz en un gruñido.
-Entonces, ¿cuál es la solución?
-Aún no lo sé, pero confío descubrirlo.... Si no, mis hijos lo harán.
Los ojos del dragón se abrieron de par en par, en absoluta sorpresa. Mas no pudo decir nada, mi espada oscura le atravesó sin problemas el corazón, su sangre derramándose por la herida a chorros. Se acercó a su cabeza en los pocos segundos que le quedaban de consciencia.
-Anaeky es el descendiente de los dragones; mi otro hijo, es descendiente de los lobos. La profecía se cumplirá por cualquiera de los dos. Pero no podrás verla... Y tal vez yo tampoco... Pero tengo un plan.... Si funciona, nadie tendrá que sufrir lo que tú y yo hemos pasado. Muere Fulkror... Muere sabiendo que has fallado.... Muere sabiendo que provocamos la destrucción de los últimos dragones de Bestialia... Muere sufriendo...
El dragón cayó y el zorro limpió la espada. Cayó de rodillas y lloró.
EL zorro Kitsukuro vuelve, sonriendo.
-El poder de destruir dragones, lo que llamais "Dragon Slayer" podría ser tuyo.
Por fortuna, halle una capucha en mi túnica y me la subí, ocultándo lo más que podía mi rostro; así mismo, metí mis zarpas dentro de la túnica, y mi cola la bajé lo más que pude sin que ésta me estorbase. Desafortunadamente, mis patas traseras seguían expuestas.
Tendría que buscar la manera de huir al bosque nuevamente, sin que se diesen cuenta, ya que realmente me estaba poniendo mal en ver a tantos humanos alrededor.
Llegamos a un edificio nuevo, que olía algo extraño. Un olor dulce y amargo me quemaba la nariz, no estaba seguro de qué fuese. Leather se adelantó y saludó a la gente de adentro; por mi parte, me hice a un lado de la puerta, por la parte de afuera, sin ver su interior mas que por un instante, para que la gente que armaba alboroto me viese. Había tanto ruido que no alcancé a escuchar las palabras de Angus.
Miré al cielo, el sol se halaba pleno en el cenit. Me gustaba el calor y dejé que los rayos del astro me calentara la cara. Ferzan se mantuvo callada todo el rato, a pesar de que supuestamente quería hablar conmigo. Erasmo se mantuvo alejado de mí durante todo el trayecto, desconozco la razón.
Yo sólo quería volver al bosque...
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Kitsukuro:
-¡Venga ya humano! -dijo la voz, resonando.- Tienes acceso a poder infinito. ¿Acaso no te gustaría poder hacer lo que gustes?
Kitsukuro forzaba imágenes de Anmorph frente a un gran peñasco. Al fondo de éste, varios dragones, de brillantes escamas multicolor, lanzando fuego entre ellos los más jóvenes, otros más adultos platicando u haciendo pociones en enormes calderos por fuera de las cuevas.
-No puedo creer que me haya engañado... -dijo la voz de Anmorph.- Yukiriko.... Anaeky.... Pero ahora entiendo su encargo.... No me queda otra...
En un instante, un fuego negro envolvió la figura del poderoso zorro, y en su lugar, surgió un enorme dragón negro. Tan grande, que su sombra se proyectó sobre la última aldea de dragones...
Los dragones presintieron el peligro y rugieron. En la zarpa (¿mi zarpa?) sostenía una obsidiana de color negro y rojo, que brillaba. Su poder llenaba su cuerpo (¿mi cuerpo?) de energía del fuego.
Lanzó una poderosa llamarada al aire. Fuego negro ocultó el sol y llenó todo de cenizas. Era la noche de la Era de los Dragones. A garras de Anmorph Crystol.
Una terrible masacre se suscitó. Dragón tras dragón caía al suelo, con el corazón perforado, su sangre alimentando la obsidiana oscura, la cual brillaba con mayor intensidad con cada gota.
Al final quedaban tres, dos estaban aún en la aldea.
Se (¿Me?) acercó a la cueva del rey. Allí estaba, el que originó el caos de Bestialia, un enorme dragón de escamas moradas y azules, anciano ya, su mirada amarilla se destacaba en las sombras.
Sonrió... Una sonrisa llena de satisfacción.
-¿Sólo quedo yo? -rió el dragón.
-Faltan dos más. -contestó, volviendo a la forma original. El zorro se acercó. Sentía furia... Mucha furia y odio.
-Ésos sentimientos son tan poderosos. Los necesarios para acabar con ésta guerra.
-Yo creo que estás equivocado, Fulkror. -dijo, su voz en un gruñido.
-Entonces, ¿cuál es la solución?
-Aún no lo sé, pero confío descubrirlo.... Si no, mis hijos lo harán.
Los ojos del dragón se abrieron de par en par, en absoluta sorpresa. Mas no pudo decir nada, mi espada oscura le atravesó sin problemas el corazón, su sangre derramándose por la herida a chorros. Se acercó a su cabeza en los pocos segundos que le quedaban de consciencia.
-Anaeky es el descendiente de los dragones; mi otro hijo, es descendiente de los lobos. La profecía se cumplirá por cualquiera de los dos. Pero no podrás verla... Y tal vez yo tampoco... Pero tengo un plan.... Si funciona, nadie tendrá que sufrir lo que tú y yo hemos pasado. Muere Fulkror... Muere sabiendo que has fallado.... Muere sabiendo que provocamos la destrucción de los últimos dragones de Bestialia... Muere sufriendo...
El dragón cayó y el zorro limpió la espada. Cayó de rodillas y lloró.
EL zorro Kitsukuro vuelve, sonriendo.
-El poder de destruir dragones, lo que llamais "Dragon Slayer" podría ser tuyo.
Re: Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
Estaba por marcharme hacia la nueva habitación de Freya, cuando detecté magias conocidas. Angus, Ferzan, Erasmo y Anmorph estaban ingresando en el gremio en ese momento. Angus se acercó y me comentó los sucesos recientes.
-Así que Erasmo quiere unirse a nuestro gremio. Recuerda usar ese papiro que te di hace tiempo, si es que no lo has hecho ya. Por otro lado, veo que has cambiado de gremio, Angus. Me honra que nos hayas elegido, pero no deja de sorprenderme. Pensé que te habías en listado en Old Tails. En fin, Erasmo te damos la bienvenida a nuestro gremio, y a ti también Angus. Muchachos, levanten esas jarras y saluden a nuestros nuevos compañeros!
Luego de una nueva oleada de vítores, aplausos y brindis, todo volvió a la normalidad... Lo que significaba que seguía existiendo un gran desorden.
-En cuanto a Ferzan y Anmorph... Veo que la primera ha optado por apoyar a Zafeti... Una gran decisión, te felicito. Lograrás grandes cosas bajo su tutela. Anmorph, supongo que te sentirás un tanto... Perdido o fuera de lugar. Ten por seguro que ni en TempesT ni en Crossfire te mirarán raro ni nada similar. Además te ayudaremos a que controles tus habilidades, para que no corras el riesgo de poner en riesgo ni a nadie más. Por supuesto, no te obligaríamos a nada que no quisieras hacer. Pero debes tener en mente que si pierdes el control, peligras tú y quienes se encuentren a tu alrededor. Y si eso pasa, el Ejército de la Runa no tendrá otra opción que ir a buscarte. Es una posibilidad lejana, no te preocupes, pero de todas maneras hay que tenerla en mente. Sé que ha sido mucha información junta, pero necesitamos que nos des una respuesta lo antes posible. ¿Qué me dices?- mencioné al acercarme al zorro negro.
-Así que Erasmo quiere unirse a nuestro gremio. Recuerda usar ese papiro que te di hace tiempo, si es que no lo has hecho ya. Por otro lado, veo que has cambiado de gremio, Angus. Me honra que nos hayas elegido, pero no deja de sorprenderme. Pensé que te habías en listado en Old Tails. En fin, Erasmo te damos la bienvenida a nuestro gremio, y a ti también Angus. Muchachos, levanten esas jarras y saluden a nuestros nuevos compañeros!
Luego de una nueva oleada de vítores, aplausos y brindis, todo volvió a la normalidad... Lo que significaba que seguía existiendo un gran desorden.
-En cuanto a Ferzan y Anmorph... Veo que la primera ha optado por apoyar a Zafeti... Una gran decisión, te felicito. Lograrás grandes cosas bajo su tutela. Anmorph, supongo que te sentirás un tanto... Perdido o fuera de lugar. Ten por seguro que ni en TempesT ni en Crossfire te mirarán raro ni nada similar. Además te ayudaremos a que controles tus habilidades, para que no corras el riesgo de poner en riesgo ni a nadie más. Por supuesto, no te obligaríamos a nada que no quisieras hacer. Pero debes tener en mente que si pierdes el control, peligras tú y quienes se encuentren a tu alrededor. Y si eso pasa, el Ejército de la Runa no tendrá otra opción que ir a buscarte. Es una posibilidad lejana, no te preocupes, pero de todas maneras hay que tenerla en mente. Sé que ha sido mucha información junta, pero necesitamos que nos des una respuesta lo antes posible. ¿Qué me dices?- mencioné al acercarme al zorro negro.
Última edición por Shinoroa_Ryuu el Vie Nov 25, 2016 12:08 pm, editado 1 vez
Re: Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
Llegamos al gremio de Crossfire. A último momento, se decidieron a unirsenos en nuestro camino los bestiales. Me sentía más seguro al tenerlos a la vista ante cualquier cosa que le suceda a Anmorph.
Yo no me percaté del peligro que sería volver a dejarlo en el bosque, quizas porque entendía que en momentos así el zorro siempre se sentiría más a gusto solo que acompañado de extraños y lo entendía a la perfección... sus memorias me ayudan un poco a predecir sus actitudes.
La fortaleza del gremio era imponente y me dejo boquiabierto por largo tiempo. Pense que iba a ser algo más modesto. Su arquitectura me maravillaba a cada paso y me recordaba a cuando ojeaba sitios similares en la biblioteca mientras esperaba a que mi padre saliera de dar clases... - Que andara haciendo en estos momentos?
Un gran clima de alegría se dejaba oír al aproximarnos y al entrar pude ver que todos parecían estar celebrando...-"Hacía tanto que no veía a personas tan felices juntas." No importaba el motivo o si su alegría fuera momentanea o ilusoria. Al entrar al lugar se contagiaba uno de esa energía positiva y lo hacía tambien querer participar de aquello que estaba sucediendo.
En medio de ese clima jolgorioso... otra vez la voz pesada de Kitsukuro. Vivencie otra vez un recuerdo del Zorro no tan alegre pero donde se podía apreciar un gran poder por parte de él. Todo envuelto en un clima de tragedia y muerte.
-" Ahora no". Atine a contestarle a la voz. No podía dejar que ese recuerdo nublara el presente que estaba viviendo a contramano del lugar de jubilo que estaba viviendo. Cuando logre a ver el escenario nuevamente, pude ver a una Freya muy debil y ahí estaba Ryuu. Sorpresa para Angus como para mí verla en tal estado y luego de mencionar que haría un viaje... - Pobre chica... Fue mi primera reacción al verla. -Espero que haya encontrado lo que buscaba.
Ryuu nos recibio a mi y a Angus entre gritos de felicidad y sonrisas de todos los allí presentes, luego Leather explico un poco de lo que habíamos pasado; Al estar más cerca pude ver que ya algunos estaban entonados y "alegres" por la bebida.
-"Me alegro de verte nuevamente Ryuu, había olvidado por completo el papiro jaja". Dije entre risas al mago entretanto se mezclaba con las demás del lugar. Pude divisar a la cantinera de allí y sin salir palabra alguna de mi boca decidi probar nuevamente mi habilidad. - Andaría necesitando con urgencía una jarra de eso que estan tomando estos comensales luego de que termines con lo que estas haciendo... Por cierto, soy el de cabellera platinada que llego recien. Me quede mirando a la mujer con una sonrisa y una mano levantada en el aire no tan alto pero lo suficiente como para que supiera que yo había requerido aquel pedido.
Gire sobre mi posición y pude ver como Ryuu se le acercaba a hablar al Zorro. Nuevamente recalcaba lo que ya le habíamos dicho en aquel lago en el bosque. -" Estamos todos apoyandote y guiandote Anmorph. Yo tambien soy nuevo con esto de la magía y por eso vine explayar mis conocimientos. No vayas de vuelta al bosque en soledad aunque desees hacerlo... Elige si aceptas la oferta del Hombre-lobo... ooo quizas estes más a gusto con Ferzan, Ella te ayudara y quizas te sientas más comodo con ella a tu lado al menos por ahora a medida que aprendas a controlar tu magía". Agregue al comentario de Ryuu luego de que este terminara de preguntarle.
Gire nuevamente sobre mi eje para poder ver donde estaba la cantinera y no la ví. - Maldita sea, la asusté. En eso, siento un ligero toque en mi brazo derecho y pude ver que era la Cantinera trayendome una jarra de lo que parecía aguamiel. Rápidamente la tome y siguio su viaje repartiendo bebidas por las demás mesas. - No me dio tiempo a agradecerle, bueno no importa.
Tomé un sorbo rápido y con jarra en mano esperaba la respuesta del Zorro.
Off-Rol: Me tome la libertad como pueden ver de que la cantinera me sirviera un trago. No se a quien le corresponde rolear eso...Si a Ryuu o a narrador... pero veran que no afecta en nada a la trama. En cualquier caso, si no lo permiten se puede omitir la situación tranquilamente.
Habilidades:
Low:
Telepatía: Con esta magia, el usuario es capaz de hablar e incluso compartir imagenes con otras personas a través de sus pensamientos y conversar sobre largas distancias.
Magia utilizada: 10
Yo no me percaté del peligro que sería volver a dejarlo en el bosque, quizas porque entendía que en momentos así el zorro siempre se sentiría más a gusto solo que acompañado de extraños y lo entendía a la perfección... sus memorias me ayudan un poco a predecir sus actitudes.
La fortaleza del gremio era imponente y me dejo boquiabierto por largo tiempo. Pense que iba a ser algo más modesto. Su arquitectura me maravillaba a cada paso y me recordaba a cuando ojeaba sitios similares en la biblioteca mientras esperaba a que mi padre saliera de dar clases... - Que andara haciendo en estos momentos?
Un gran clima de alegría se dejaba oír al aproximarnos y al entrar pude ver que todos parecían estar celebrando...-"Hacía tanto que no veía a personas tan felices juntas." No importaba el motivo o si su alegría fuera momentanea o ilusoria. Al entrar al lugar se contagiaba uno de esa energía positiva y lo hacía tambien querer participar de aquello que estaba sucediendo.
En medio de ese clima jolgorioso... otra vez la voz pesada de Kitsukuro. Vivencie otra vez un recuerdo del Zorro no tan alegre pero donde se podía apreciar un gran poder por parte de él. Todo envuelto en un clima de tragedia y muerte.
-" Ahora no". Atine a contestarle a la voz. No podía dejar que ese recuerdo nublara el presente que estaba viviendo a contramano del lugar de jubilo que estaba viviendo. Cuando logre a ver el escenario nuevamente, pude ver a una Freya muy debil y ahí estaba Ryuu. Sorpresa para Angus como para mí verla en tal estado y luego de mencionar que haría un viaje... - Pobre chica... Fue mi primera reacción al verla. -Espero que haya encontrado lo que buscaba.
Ryuu nos recibio a mi y a Angus entre gritos de felicidad y sonrisas de todos los allí presentes, luego Leather explico un poco de lo que habíamos pasado; Al estar más cerca pude ver que ya algunos estaban entonados y "alegres" por la bebida.
-"Me alegro de verte nuevamente Ryuu, había olvidado por completo el papiro jaja". Dije entre risas al mago entretanto se mezclaba con las demás del lugar. Pude divisar a la cantinera de allí y sin salir palabra alguna de mi boca decidi probar nuevamente mi habilidad. - Andaría necesitando con urgencía una jarra de eso que estan tomando estos comensales luego de que termines con lo que estas haciendo... Por cierto, soy el de cabellera platinada que llego recien. Me quede mirando a la mujer con una sonrisa y una mano levantada en el aire no tan alto pero lo suficiente como para que supiera que yo había requerido aquel pedido.
Gire sobre mi posición y pude ver como Ryuu se le acercaba a hablar al Zorro. Nuevamente recalcaba lo que ya le habíamos dicho en aquel lago en el bosque. -" Estamos todos apoyandote y guiandote Anmorph. Yo tambien soy nuevo con esto de la magía y por eso vine explayar mis conocimientos. No vayas de vuelta al bosque en soledad aunque desees hacerlo... Elige si aceptas la oferta del Hombre-lobo... ooo quizas estes más a gusto con Ferzan, Ella te ayudara y quizas te sientas más comodo con ella a tu lado al menos por ahora a medida que aprendas a controlar tu magía". Agregue al comentario de Ryuu luego de que este terminara de preguntarle.
Gire nuevamente sobre mi eje para poder ver donde estaba la cantinera y no la ví. - Maldita sea, la asusté. En eso, siento un ligero toque en mi brazo derecho y pude ver que era la Cantinera trayendome una jarra de lo que parecía aguamiel. Rápidamente la tome y siguio su viaje repartiendo bebidas por las demás mesas. - No me dio tiempo a agradecerle, bueno no importa.
Tomé un sorbo rápido y con jarra en mano esperaba la respuesta del Zorro.
Off-Rol: Me tome la libertad como pueden ver de que la cantinera me sirviera un trago. No se a quien le corresponde rolear eso...Si a Ryuu o a narrador... pero veran que no afecta en nada a la trama. En cualquier caso, si no lo permiten se puede omitir la situación tranquilamente.
Habilidades:
Low:
Telepatía: Con esta magia, el usuario es capaz de hablar e incluso compartir imagenes con otras personas a través de sus pensamientos y conversar sobre largas distancias.
Magia utilizada: 10
Erasmo- Mago Escudero
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Fecha de inscripción : 11/09/2013
Localización : Rotterdam
Re: Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
Y fue en ese preciso instante en el que no supe si esconderme o afrontar la voz que desde la puerta me atoraba la mente a medida que se acercaba aquel a quien debía reconocer como Líder de mi gremio.
Yo solo pertenezco a este sitio desde hace unos días, no me puedo considerar siquiera una maga de Crossfire después de tan casero e insulso nombramiento. Solo buscaba un gremio para... no sentirme sola, supongo. Creo que tengo demasiado potencial en mi interior, y debo saber cómo explotarlo, pero no puedo hacerlo sola. Siento que no soy un alma solitaria, que necesito de aliados que sepan reconocer mi principal virtud. Quizás es por esto que elegí a Ryuu, y no lo hice de la manera correcta, eso es lo que pienso. El ansia de venganza no es lo único que me motiva a buscar el poder, y es algo que quería reflejarle al maestro de Crossfire. Miraba alrededor de mi sin siquiera atreverme a mirarle a el mas que por el rabillo del ojo, si la multitud de por si me estaba poniendo nerviosa, la presencia del líder todavía más. El pacifico discurso que se llevó a cabo ya me hacía pensar la cantidad de sucesos que me había perdido desde que me fui, no era algo que me importase demasiado, lo escuche por encima con la mirada puesta en la barra.
Entonces Ryuu se acercó a mí, tendió los brazos hacia mi armadura y avergonzada se la cedí sin impedírselo. Intente mirarle y no pude - Y-Yo...
No preguntaré por qué te fuiste, me imagino que tendrías tus motivos y no soy quién para conocerlos. - siguió hablando mientras alzaba la cabeza poco a poco. ¿Realmente se puede ser tan pasivo con alguien que ha abandonado una misión por la cara? Ya sea por su bien o el del gremio, pero sobretodo por mi propia conducta moral, no era algo que debiera repetir, pues hasta la paciencia del mas paciente se puede terminar de forma regular o incluso abrupta. Tomé con ganas la pócima de la tabernera, ya había visto que era la bebida que varios comensales tenían en su mesa, bebiéndomela casi de golpe en un segundo trago tras probarla por encima en un primero - Espera, voy contigo - le dije tras terminármela de pronto, tosiendo un par de veces al momento de levantarme por la rapidez con la que mi cuerpo intentaba asimilar el liquido tras un día entero sin beber agua. Mi intención es descansar lejos de la muchedumbre, del ruido y de esta ropa sucia, no puedo estar más tiempo aquí sin hacer nada y sintiéndome incomoda.
Y fue en ese momento que varios visitantes mas llegaron.
Leather? - lo vi llegar desde la entrada con intenciones de abrazarme. Tanto él como yo tomamos una distancia respetable, me había apartado levemente levantando un poco los brazos al frente como seña de que no lo hiciera, no en este estado en el que me encuentro - No estoy bien... - le confirmé con sinceridad, no iba a andarme con chiquitas - Necesito estar sola un rato, luego hablamos - apenas pude mostrarle un mínimo de interés y aprecio con mi debilidad, y es que en este estado no estaba para atender a nadie - Ryuu dame la armadura, puedo cargarla hasta el cuarto, la dejare ahí - ya que me la había llevado tan lejos, la terminaría de llevar yo sola hasta mi propio y nuevo cuarto. Ya no solo por un acto de terqueza, sino porque quería tenerla cerca, y Ryuu no iba a traérmela al momento mientras atendía a los recién llegados. Tendí los brazos hacia los suyos para llevármela con un gesto con la cabeza breve y firme, lo más firme que pude hacer con estas pintas. Mis pies comenzaron a caminar hacia la habitación ya por inercia, después de tan duro camino podía decir que estos caminaban casi por si solos, pues ni siquiera era capaz de sentirlos. Ultima puerta a la izquierda del pasillo Oeste de esta misma planta, si, por lo menos mi cabeza aun podía responder bien y a tiempo.
Entré en la habitación para encontrarme con algo mejor de lo que esperaba, comparado a la habitación del gremio donde estaba mi padre la cual solo llegue a visitar una vez, sin esperarme nada fuera del otro mundo. Estaba preparada sin duda para la hospeda de una mujer del gremio. Lo primero en lo que pude fijarme fue en las vistas que me ofrecía el ventanal, las afueras del castillo y el precipicio que rodeaba este. Justo debajo del ventanal estaban los pies de mi cama, con su correspondiente cabeza pegada a la pared en vertical y con varias almohadas. Tanto estas como la sabana en si eran de color violeta-ocre. Al lado de la cama, una pequeña mesita con varios cajones para guardar pertenencias menores. Cerca de la entrada, en vertical pegado a la pared, un escritorio despejado con un espejo encima. Justo al lado izquierdo estaba el ropero, con algunas ropas escasas pero cómodas a la hora de andar por el gremio. Hubiese reparado mejor en lo que había dentro si no estuviera cargando esta armadura de mala muerte.
Enfrente de la cama y el ventanal estaba la puerta que conducía al baño. Pequeño pero estable y cómodo, el espacio suficiente que necesito. Una ducha, una bañera y un toallero con un mueble de varios pisos donde guardar bienes de higiene personal y un cesto para la ropa sucia. Deje ipso-facto la armadura cerca de la bañera en el suelo, quitándome primero el sombrero de la cara. Lo mire desde la base a la punta con él en mis manos, hasta esto necesitaba una pequeña limpieza después de tan agotador trayecto. Lo deje fuera del cesto agachándome para examinar un breve momento la armadura, aquello necesitaba una limpieza muchísimo mas a fondo que mi ropa, solo necesitaba sacar el tiempo y las fuerzas para ello. Volví a levantarme, desnudándome completamente. Toda la ropa sucia fue a parar al cesto, incluyendo el sombrero encima de todas las prendas, la única prenda interior que pude rescatar de lo que llamaba "hogar" son unas bragas rojas de algodón simples, ni siquiera un solo sostén se salvó.
A pesar de ser una chica de pueblo, se perfectamente cómo funciona el sistema de lacrymas de agua que se emplean en las alcachofas de las duchas y bañeras de los gremios, así como de algunas viviendas que se lo pueden permitir. Tras llenar la bañera y coger el gel y la esponja, me zambullí dentro sin pensarlo, quedándome inmóvil durante varios minutos, presa del gusto que me proporcionaba el agua caliente, aunque mi rostro no reflejara felicidad alguna en el. Mi cabeza divagaba sobre todo lo que me había acontecido desde que me fui del pueblo, si mi elección al quedarme aquí habría sido la correcta... tantas cosas por querer cambiar y no puedo hacer nada. Con la esponja impregnada de gel sobre mi cuerpo, lo único que podía hacer por ahora es amoldarme a los que ya tengo, a intentar no volver a meter la pata marchándome sin más. Me coloque champú en el cabello zambullendo la cabeza en el agua un momento, mientras hablaba conmigo misma - Ni siquiera Ryuu sabe si le estoy diciendo la verdad, yo solo soy una desconocida para él. Porque me tendría tanto aprecio? O es este aprecio el que demuestra a todos sus miembros? - recordaba a la perfección como me rescató del pozo tras sufrir el impacto de la sequia en mi propia carne - Si no soy un alma solitaria, si solo sirvo para ayudar a otros, porque ni siquiera soy capaz de hacer bien lo segundo? Esto no es lo mío, o si, no lo sé - cada vez más con la cabeza hecha un autentico lio - De que me sirve este poder si ni siquiera puedo emplearlo en aquello que quisiera? - con la cabeza recostada en el mármol de la bañera, tendí la mano hacia arriba creando una pequeña lluvia de diminutas burbujas que caía en el agua - Ni siquiera sirvo para ayudar a otros, no sirvo para esto, soy una inútil... solo soy una princesa en un castillo.
Indignada y con la moral por los suelos, me alcé cubriéndome los pechos con un brazo mientras el otro buscaba la toalla. Salí a la alfombra que tenía preparada afuera con tal de no mojar el suelo entero, mientras me secaba buscaba con la mirada el ropero de fuera. Enrolle dicha toalla por mi cuerpo desde los senos hasta los muslos, dirigiéndome al mobiliario. Encontré en un cajón aparte un juego de albornoces perfectos para ir por casa, ambos blancos como la nieve, limpios y con un olor agradable. Cogí uno y me lo puse por encima de la toalla. Junto al ropero, había pasado desapercibido un pequeño zapatero con un par de sandalias y zapatos adecuados para moverse por el sitio. En similitud a mis patas, me venían algo pequeños pero podía ponérmelos, mejor que andar descalza, y no eran ni la mitad de incómodos de lo que pensaba. Cogí unos zapatos blancos de algodón sin punta, volviendo al baño a vaciar la bañera. Tras esto, me deje caer sobre la cama sin más con la pequeña satisfacción de haber hecho mi tarea y poder descansar, tarde o temprano saldría afuera, quizás, pero no ahora. Tomando una de las almohadas entre mis brazos, las lagrimas volvían a escurrirse por mi rostro cuando las imágenes de mis padres y aquel bastardo volvían a mi mente, junto a todo aquello que me dijo. Tan poco y tanto que asimilar a la vez...
Si te consideras mi hermano para que matar a nuestros progenitores, hijo de... - sollozaba en voz baja.
Yo solo pertenezco a este sitio desde hace unos días, no me puedo considerar siquiera una maga de Crossfire después de tan casero e insulso nombramiento. Solo buscaba un gremio para... no sentirme sola, supongo. Creo que tengo demasiado potencial en mi interior, y debo saber cómo explotarlo, pero no puedo hacerlo sola. Siento que no soy un alma solitaria, que necesito de aliados que sepan reconocer mi principal virtud. Quizás es por esto que elegí a Ryuu, y no lo hice de la manera correcta, eso es lo que pienso. El ansia de venganza no es lo único que me motiva a buscar el poder, y es algo que quería reflejarle al maestro de Crossfire. Miraba alrededor de mi sin siquiera atreverme a mirarle a el mas que por el rabillo del ojo, si la multitud de por si me estaba poniendo nerviosa, la presencia del líder todavía más. El pacifico discurso que se llevó a cabo ya me hacía pensar la cantidad de sucesos que me había perdido desde que me fui, no era algo que me importase demasiado, lo escuche por encima con la mirada puesta en la barra.
Entonces Ryuu se acercó a mí, tendió los brazos hacia mi armadura y avergonzada se la cedí sin impedírselo. Intente mirarle y no pude - Y-Yo...
No preguntaré por qué te fuiste, me imagino que tendrías tus motivos y no soy quién para conocerlos. - siguió hablando mientras alzaba la cabeza poco a poco. ¿Realmente se puede ser tan pasivo con alguien que ha abandonado una misión por la cara? Ya sea por su bien o el del gremio, pero sobretodo por mi propia conducta moral, no era algo que debiera repetir, pues hasta la paciencia del mas paciente se puede terminar de forma regular o incluso abrupta. Tomé con ganas la pócima de la tabernera, ya había visto que era la bebida que varios comensales tenían en su mesa, bebiéndomela casi de golpe en un segundo trago tras probarla por encima en un primero - Espera, voy contigo - le dije tras terminármela de pronto, tosiendo un par de veces al momento de levantarme por la rapidez con la que mi cuerpo intentaba asimilar el liquido tras un día entero sin beber agua. Mi intención es descansar lejos de la muchedumbre, del ruido y de esta ropa sucia, no puedo estar más tiempo aquí sin hacer nada y sintiéndome incomoda.
Y fue en ese momento que varios visitantes mas llegaron.
Leather? - lo vi llegar desde la entrada con intenciones de abrazarme. Tanto él como yo tomamos una distancia respetable, me había apartado levemente levantando un poco los brazos al frente como seña de que no lo hiciera, no en este estado en el que me encuentro - No estoy bien... - le confirmé con sinceridad, no iba a andarme con chiquitas - Necesito estar sola un rato, luego hablamos - apenas pude mostrarle un mínimo de interés y aprecio con mi debilidad, y es que en este estado no estaba para atender a nadie - Ryuu dame la armadura, puedo cargarla hasta el cuarto, la dejare ahí - ya que me la había llevado tan lejos, la terminaría de llevar yo sola hasta mi propio y nuevo cuarto. Ya no solo por un acto de terqueza, sino porque quería tenerla cerca, y Ryuu no iba a traérmela al momento mientras atendía a los recién llegados. Tendí los brazos hacia los suyos para llevármela con un gesto con la cabeza breve y firme, lo más firme que pude hacer con estas pintas. Mis pies comenzaron a caminar hacia la habitación ya por inercia, después de tan duro camino podía decir que estos caminaban casi por si solos, pues ni siquiera era capaz de sentirlos. Ultima puerta a la izquierda del pasillo Oeste de esta misma planta, si, por lo menos mi cabeza aun podía responder bien y a tiempo.
Entré en la habitación para encontrarme con algo mejor de lo que esperaba, comparado a la habitación del gremio donde estaba mi padre la cual solo llegue a visitar una vez, sin esperarme nada fuera del otro mundo. Estaba preparada sin duda para la hospeda de una mujer del gremio. Lo primero en lo que pude fijarme fue en las vistas que me ofrecía el ventanal, las afueras del castillo y el precipicio que rodeaba este. Justo debajo del ventanal estaban los pies de mi cama, con su correspondiente cabeza pegada a la pared en vertical y con varias almohadas. Tanto estas como la sabana en si eran de color violeta-ocre. Al lado de la cama, una pequeña mesita con varios cajones para guardar pertenencias menores. Cerca de la entrada, en vertical pegado a la pared, un escritorio despejado con un espejo encima. Justo al lado izquierdo estaba el ropero, con algunas ropas escasas pero cómodas a la hora de andar por el gremio. Hubiese reparado mejor en lo que había dentro si no estuviera cargando esta armadura de mala muerte.
Enfrente de la cama y el ventanal estaba la puerta que conducía al baño. Pequeño pero estable y cómodo, el espacio suficiente que necesito. Una ducha, una bañera y un toallero con un mueble de varios pisos donde guardar bienes de higiene personal y un cesto para la ropa sucia. Deje ipso-facto la armadura cerca de la bañera en el suelo, quitándome primero el sombrero de la cara. Lo mire desde la base a la punta con él en mis manos, hasta esto necesitaba una pequeña limpieza después de tan agotador trayecto. Lo deje fuera del cesto agachándome para examinar un breve momento la armadura, aquello necesitaba una limpieza muchísimo mas a fondo que mi ropa, solo necesitaba sacar el tiempo y las fuerzas para ello. Volví a levantarme, desnudándome completamente. Toda la ropa sucia fue a parar al cesto, incluyendo el sombrero encima de todas las prendas, la única prenda interior que pude rescatar de lo que llamaba "hogar" son unas bragas rojas de algodón simples, ni siquiera un solo sostén se salvó.
A pesar de ser una chica de pueblo, se perfectamente cómo funciona el sistema de lacrymas de agua que se emplean en las alcachofas de las duchas y bañeras de los gremios, así como de algunas viviendas que se lo pueden permitir. Tras llenar la bañera y coger el gel y la esponja, me zambullí dentro sin pensarlo, quedándome inmóvil durante varios minutos, presa del gusto que me proporcionaba el agua caliente, aunque mi rostro no reflejara felicidad alguna en el. Mi cabeza divagaba sobre todo lo que me había acontecido desde que me fui del pueblo, si mi elección al quedarme aquí habría sido la correcta... tantas cosas por querer cambiar y no puedo hacer nada. Con la esponja impregnada de gel sobre mi cuerpo, lo único que podía hacer por ahora es amoldarme a los que ya tengo, a intentar no volver a meter la pata marchándome sin más. Me coloque champú en el cabello zambullendo la cabeza en el agua un momento, mientras hablaba conmigo misma - Ni siquiera Ryuu sabe si le estoy diciendo la verdad, yo solo soy una desconocida para él. Porque me tendría tanto aprecio? O es este aprecio el que demuestra a todos sus miembros? - recordaba a la perfección como me rescató del pozo tras sufrir el impacto de la sequia en mi propia carne - Si no soy un alma solitaria, si solo sirvo para ayudar a otros, porque ni siquiera soy capaz de hacer bien lo segundo? Esto no es lo mío, o si, no lo sé - cada vez más con la cabeza hecha un autentico lio - De que me sirve este poder si ni siquiera puedo emplearlo en aquello que quisiera? - con la cabeza recostada en el mármol de la bañera, tendí la mano hacia arriba creando una pequeña lluvia de diminutas burbujas que caía en el agua - Ni siquiera sirvo para ayudar a otros, no sirvo para esto, soy una inútil... solo soy una princesa en un castillo.
Indignada y con la moral por los suelos, me alcé cubriéndome los pechos con un brazo mientras el otro buscaba la toalla. Salí a la alfombra que tenía preparada afuera con tal de no mojar el suelo entero, mientras me secaba buscaba con la mirada el ropero de fuera. Enrolle dicha toalla por mi cuerpo desde los senos hasta los muslos, dirigiéndome al mobiliario. Encontré en un cajón aparte un juego de albornoces perfectos para ir por casa, ambos blancos como la nieve, limpios y con un olor agradable. Cogí uno y me lo puse por encima de la toalla. Junto al ropero, había pasado desapercibido un pequeño zapatero con un par de sandalias y zapatos adecuados para moverse por el sitio. En similitud a mis patas, me venían algo pequeños pero podía ponérmelos, mejor que andar descalza, y no eran ni la mitad de incómodos de lo que pensaba. Cogí unos zapatos blancos de algodón sin punta, volviendo al baño a vaciar la bañera. Tras esto, me deje caer sobre la cama sin más con la pequeña satisfacción de haber hecho mi tarea y poder descansar, tarde o temprano saldría afuera, quizás, pero no ahora. Tomando una de las almohadas entre mis brazos, las lagrimas volvían a escurrirse por mi rostro cuando las imágenes de mis padres y aquel bastardo volvían a mi mente, junto a todo aquello que me dijo. Tan poco y tanto que asimilar a la vez...
Si te consideras mi hermano para que matar a nuestros progenitores, hijo de... - sollozaba en voz baja.
Freya Crescent- Miembro de Gremio
- Mensajes : 171
Fecha de inscripción : 27/07/2013
Localización : Lori
Re: Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
Ciertamente, había ocasiones en que era incapaz de entender al zorro negro. Tenía pensado quedarse en el bosque y al final su decisión fue la de tomar rumbo a Crossfire cuanto antes, desde luego Ferzan no iba a quedarse ahí sola, el zorro es su responsabilidad y estaba dispuesta a cumplir su palabra. Le acompañó junto a Erasmo y Angus en un pronunciado y autista viaje en el que por alguna razón, a Anmorph le pareció buena idea transcurrir parte de este en la ciudad a sabiendas de lo que ellos dos son. Ferzan mantuvo la cabeza baja y cubierta por la capucha, solo sus patas y parte de la cola podían apreciarse por lo bajo de la túnica blanca como era habitual. Mientras se guiaba de sus otros dos compañeros humanos para llegar a Crossfire, en todo momento tuvo un ojo pegado al zorro negro con tal de no perderlo.
Jamás pensaba que tendría un momento de paz con él para poder hablarle de aquello que quería decirle, pero claro... había tanto que decirle tras haber perdido su memoria, que no sabía por dónde empezar mas allá de explicarle el origen de sus poderes, con tal de que sepa de donde procede sin llegar a comentarle cualquier cosa que implique algún momento crudo de su pasado. Aun a sabiendas de que sus recuerdos les fueron arrebatados, era incapaz de confiar en la mente del ser vivo y de lo que este podía ser capaz. Estaba segura de que en algún momento cometería un error tratando de explicarle algo, pues ahora es probable que ella sepa mas de Bestialia que él.
Quizás el camino podría haberse hecho tedioso para alguno de ellos tres, en cambio para ella un camino tranquilo y en silencio le resulta tan placentero y natural como respirar. Bastante placentero en comparación a la odiosa, por su parte, muchedumbre que se podía apreciar desde fuera del enorme fortín que se hacía llamar "Crossfire". El castillo comenzaba a mecerse ante su mirada conforme avanzaban hacia él, y con esto, mas audibles se hacían los múltiples gritos victorianos y celebres. Angus y Erasmo entraron, los dos Bestiales se habían mantenido al margen.
Maestro de la Oscuridad y Vasallo del Fuego - comenzó por decirle al zorro cruzada de brazos, dando pequeñas vueltas alrededor de donde se encontraba - Esos son tus elementos como Mago Bestial, no? Las llamas negras de tus garras, es de ahí de donde proceden, no debes asustarte de tu propio Don. Tienes ante ti todo lo contrario a lo que eres, una Maestra de la Luz y Vasalla del Hielo - dijo inmóvil frente a él, levantando un dedo frente a él en vertical apuntando al cielo. De la extremidad, comenzaba a surgir una suave estela de viento helado procedente de la muñeca de Ferzan que terminó por convertirse en un pequeño cristal helado en forma de un pequeño rombo que se sostuvo levitando por encima de la uña - Que podía pensar antes de dominar este poder... parecía algo imposible, inalcanzable, y mírame ahora - el rombo estallo en miles de diminutos pedacitos apenas perceptibles a la vista - Acaso tú te quemabas con las llamas de tus garras? No, verdad? Te crees un monstruo solo por ser diferente a los demás? - su voz empezaba a ponerse un poco más dura, bajó los brazos en una pose diagonal entrelazando los dedos de las manos cerca de su monte de Venus. La mirada de Ferzan se perdió momentáneamente, recorriendo el camino que antes estaban caminando - Los zorros como tú y como yo nunca hemos sido algo común aquí, ni en ninguna otra parte supongo. Los zorros como tú y como yo capaces de lanzar magia a raudales, todavía somos menos comunes en cualquier parte del mundo. Te miraran raro, te insultaran, te despreciaran tanto con la mirada como con palabras e inclusive amenazas de muerte, si es que no intentan atentar directamente contra tu propia vida. Van a pasarte todas estas cosas, no lo dudes, puesto que estas han sido algunas de mi experiencias al llegar aquí, y a mi todavía me quedan cosas por vivir, al igual que a ti - su voz se volvió serena y pacifica de nuevo - Lo importante es que aprendas bien de ello, que seas tú mismo y que ignores a todo aquel que desprecie tus ideales. Lucha cuando no puedas huir, y huye cuando no puedas luchar. No te dejes guiar por lo que otros te digan. Así es como yo he llegado hasta aquí, sola, hasta ahora - voltea la cabeza para mirarle de refilón - Y por lo que tengo entendido, aunque tú no te acuerdes de nada, llevas aquí mas tiempo que yo. No me preguntes como volver a nuestro hogar ni nada similar, en ese aspecto estamos igual. Solo aprende a valerte por ti mismo mientras sigas aquí, tarde o temprano el destino nos guiara de vuelta a casa. Los infortunios nunca vienen por si solos, siempre traen consigo algo bueno, solo necesitas ver la parte buena de la parte mala en cada hecho.
Aparte de pacifica y solitaria, también tiene un lado filosofo y muy personal. Ferzan fue ligeramente interrumpida por Ryuu y Erasmo, que ofrecieron una vez más el apoyo que Anmorph tal vez podría necesitar. Ferzan, tras encarar a los dos sujetos mientras daban su voto, asintiendo con la cabeza en respuesta a lo que Ryuu le dijo, volvió a mirar frente a frente a Anmorph para imitarles el gesto, dándole unos segundos de reacción al zorro para que asimilase todo - Elijas lo que elijas, vamos a estar relativamente cerca. Solo tienes que estar seguro de donde te sentirás mejor, a quien eliges apoyar y con quienes vas a compartir lo que eres. Recuerda lo que te he dicho. - terminó por decirle sin más, cruzada nuevamente de brazos a la espera.
Jamás pensaba que tendría un momento de paz con él para poder hablarle de aquello que quería decirle, pero claro... había tanto que decirle tras haber perdido su memoria, que no sabía por dónde empezar mas allá de explicarle el origen de sus poderes, con tal de que sepa de donde procede sin llegar a comentarle cualquier cosa que implique algún momento crudo de su pasado. Aun a sabiendas de que sus recuerdos les fueron arrebatados, era incapaz de confiar en la mente del ser vivo y de lo que este podía ser capaz. Estaba segura de que en algún momento cometería un error tratando de explicarle algo, pues ahora es probable que ella sepa mas de Bestialia que él.
Quizás el camino podría haberse hecho tedioso para alguno de ellos tres, en cambio para ella un camino tranquilo y en silencio le resulta tan placentero y natural como respirar. Bastante placentero en comparación a la odiosa, por su parte, muchedumbre que se podía apreciar desde fuera del enorme fortín que se hacía llamar "Crossfire". El castillo comenzaba a mecerse ante su mirada conforme avanzaban hacia él, y con esto, mas audibles se hacían los múltiples gritos victorianos y celebres. Angus y Erasmo entraron, los dos Bestiales se habían mantenido al margen.
Maestro de la Oscuridad y Vasallo del Fuego - comenzó por decirle al zorro cruzada de brazos, dando pequeñas vueltas alrededor de donde se encontraba - Esos son tus elementos como Mago Bestial, no? Las llamas negras de tus garras, es de ahí de donde proceden, no debes asustarte de tu propio Don. Tienes ante ti todo lo contrario a lo que eres, una Maestra de la Luz y Vasalla del Hielo - dijo inmóvil frente a él, levantando un dedo frente a él en vertical apuntando al cielo. De la extremidad, comenzaba a surgir una suave estela de viento helado procedente de la muñeca de Ferzan que terminó por convertirse en un pequeño cristal helado en forma de un pequeño rombo que se sostuvo levitando por encima de la uña - Que podía pensar antes de dominar este poder... parecía algo imposible, inalcanzable, y mírame ahora - el rombo estallo en miles de diminutos pedacitos apenas perceptibles a la vista - Acaso tú te quemabas con las llamas de tus garras? No, verdad? Te crees un monstruo solo por ser diferente a los demás? - su voz empezaba a ponerse un poco más dura, bajó los brazos en una pose diagonal entrelazando los dedos de las manos cerca de su monte de Venus. La mirada de Ferzan se perdió momentáneamente, recorriendo el camino que antes estaban caminando - Los zorros como tú y como yo nunca hemos sido algo común aquí, ni en ninguna otra parte supongo. Los zorros como tú y como yo capaces de lanzar magia a raudales, todavía somos menos comunes en cualquier parte del mundo. Te miraran raro, te insultaran, te despreciaran tanto con la mirada como con palabras e inclusive amenazas de muerte, si es que no intentan atentar directamente contra tu propia vida. Van a pasarte todas estas cosas, no lo dudes, puesto que estas han sido algunas de mi experiencias al llegar aquí, y a mi todavía me quedan cosas por vivir, al igual que a ti - su voz se volvió serena y pacifica de nuevo - Lo importante es que aprendas bien de ello, que seas tú mismo y que ignores a todo aquel que desprecie tus ideales. Lucha cuando no puedas huir, y huye cuando no puedas luchar. No te dejes guiar por lo que otros te digan. Así es como yo he llegado hasta aquí, sola, hasta ahora - voltea la cabeza para mirarle de refilón - Y por lo que tengo entendido, aunque tú no te acuerdes de nada, llevas aquí mas tiempo que yo. No me preguntes como volver a nuestro hogar ni nada similar, en ese aspecto estamos igual. Solo aprende a valerte por ti mismo mientras sigas aquí, tarde o temprano el destino nos guiara de vuelta a casa. Los infortunios nunca vienen por si solos, siempre traen consigo algo bueno, solo necesitas ver la parte buena de la parte mala en cada hecho.
Aparte de pacifica y solitaria, también tiene un lado filosofo y muy personal. Ferzan fue ligeramente interrumpida por Ryuu y Erasmo, que ofrecieron una vez más el apoyo que Anmorph tal vez podría necesitar. Ferzan, tras encarar a los dos sujetos mientras daban su voto, asintiendo con la cabeza en respuesta a lo que Ryuu le dijo, volvió a mirar frente a frente a Anmorph para imitarles el gesto, dándole unos segundos de reacción al zorro para que asimilase todo - Elijas lo que elijas, vamos a estar relativamente cerca. Solo tienes que estar seguro de donde te sentirás mejor, a quien eliges apoyar y con quienes vas a compartir lo que eres. Recuerda lo que te he dicho. - terminó por decirle sin más, cruzada nuevamente de brazos a la espera.
Ferzan- Mago Legal
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Fecha de inscripción : 11/08/2015
Re: Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
Me había quedado en mis ensoñaciones, viendo el vislumbrante firmamento diurno, cuando la zorra Ferzan se me acercó.
Maestro de la Oscuridad y Vasallo del Fuego - dijo, dando vueltas a mi alrededor- Esos son tus elementos como Mago Bestial, ¿no? Las llamas negras de tus garras, es de ahí de donde proceden, no debes asustarte de tu propio Don. Tienes ante ti todo lo contrario a lo que eres, una Maestra de la Luz y Vasalla del Hielo - dijo, alzando un dedo por el cual surgió un cristal hermoso que brilló con la luz.- Que podía pensar antes de dominar este poder... parecía algo imposible, inalcanzable, y mírame ahora ¿Acaso tú te quemabas con las llamas de tus garras? No, ¿verdad? ¿Te crees un monstruo solo por ser diferente a los demás?
-Mi respuesta a éso es sencilla, jóven hechicera. -dije con voz seria.- Imaginaos, despertar, sin saber qué está pasando y de la nada tu zarpa, se quemara o no, prendiera en fuego. Los humanos al verme retrocedieron espantados, escuché que algunos le temían al color negro de éstas. No pude más que huir a un lugar tranquilo para mí.
- Los zorros como tú y como yo nunca hemos sido algo común aquí, ni en ninguna otra parte supongo. Los zorros como tú y como yo capaces de lanzar magia a raudales, todavía somos menos comunes en cualquier parte del mundo. Te miraran raro, te insultaran, te despreciaran tanto con la mirada como con palabras e inclusive amenazas de muerte, si es que no intentan atentar directamente contra tu propia vida. Van a pasarte todas estas cosas, no lo dudes, puesto que estas han sido algunas de mi experiencias al llegar aquí, y a mi todavía me quedan cosas por vivir, al igual que a ti - su voz se volvió serena y pacifica de nuevo - Lo importante es que aprendas bien de ello, que seas tú mismo y que ignores a todo aquel que desprecie tus ideales. Lucha cuando no puedas huir, y huye cuando no puedas luchar. No te dejes guiar por lo que otros te digan. Así es como yo he llegado hasta aquí, sola, hasta ahora. Y por lo que tengo entendido, aunque tú no te acuerdes de nada, llevas aquí mas tiempo que yo. No me preguntes como volver a nuestro hogar ni nada similar, en ese aspecto estamos igual. Solo aprende a valerte por ti mismo mientras sigas aquí, tarde o temprano el destino nos guiara de vuelta a casa. Los infortunios nunca vienen por si solos, siempre traen consigo algo bueno, solo necesitas ver la parte buena de la parte mala en cada hecho.
Suspiré, sus palabras me habían confirmado mis sospechas.
-¡Así que tenía yo razón, tú me habeis observado antes de perder las memorias! -le miré, realmente con el cejo fruncido. Mis ojos rojos brillaron con intensidad.- Supongo que has de saber la razón de mi amnesia.... Y al no querer decirme, he de suponer más que algo malo habré hecho...
Miré al cielo, me sentía molesto, pero, al final.... Si estaba en lo cierto... Volví a ver a la zorra, ahora con más calma.
-Disculpa... ¡Tal vez incluso sea mejor así que no me acuerde nada por el momento! -dije, con sinceridad.- Sin embargo, no tengo razón para pelear. A diferencia tuya, no me veo interesado en unirme a una manada. No tengo razón ni móvil de ello. Por eso quería quedarme en el bosque; mas el mago Zafeti dijo algo que me llamó la atención, de no quererme dejar por allí sin supervisión.- mire el suelo, con desesperación.- Eso ha infundado en mí mayor miedo de que mi poder sea peligrosa... -miré a la zorra a los ojos y le tomé de los brazos.- No quiero ser un estorbo para nadie, supongo que lo mejor es que me vaya.
Apenas había dicho esto, cuando tres humanos se acercaron, uno de ellos era Angus y el otro era Erasmo, el tercero, cuyo olor se me hizo peculiar, también.
- Anmorph, supongo que te sentirás un tanto... Perdido o fuera de lugar. Ten por seguro que ni en TempesT ni en Crossfire te mirarán raro ni nada similar. Además te ayudaremos a que controles tus habilidades, para que no corras el riesgo de poner en riesgo ni a nadie más. Por supuesto, no te obligaríamos a nada que no quisieras hacer. Pero debes tener en mente que si pierdes el control, peligras tú y quienes se encuentren a tu alrededor. Y si eso pasa, el Ejército de la Runa no tendrá otra opción que ir a buscarte. Es una posibilidad lejana, no te preocupes, pero de todas maneras hay que tenerla en mente. Sé que ha sido mucha información junta, pero necesitamos que nos des una respuesta lo antes posible. ¿Qué me dices?-
Mis orejas se agacharon, ya que no esperaba que me hablasen tan de pronto.
-Ehm... Gracias señor... Sin embargo, como le comentaba a Ferzan, me siento mejor en los bosques... Más tranquilo y sin tanto.... -miré hacia adentro, viendo el bullicio de los humanos.- ---relajo... No quisiera terminar siendo una molestia innecesaria para ustedes humanos; además, no tengo motivos para unirme a ustedes... Menos si marcan a unos a otros... -dije, viendo la marca en el brazo de Ferzan.
El siguiente en hablar fue Erasmo, en su humilde tono, aunque seguía sin mirarme a los ojos.
-Estamos todos apoyandote y guiandote Anmorph. Yo tambien soy nuevo con esto de la magía y por eso vine explayar mis conocimientos. No vayas de vuelta al bosque en soledad aunque desees hacerlo... Elige si aceptas la oferta del Hombre-lobo... ooo quizas estes más a gusto con Ferzan, Ella te ayudara y quizas te sientas más comodo con ella a tu lado al menos por ahora a medida que aprendas a controlar tu magía
Me sonrojé ante la simple idea, pues la idea en dado caso de estar con Ferzan, no era otra más que sacarle la verdad que conociera. No tanto por comodidad...
-¡Ehm.... no creo que sea prudente! -dije, tartamudeando.- Es verdad que Ferzan es Bestial como yo, sin embargo... Presiento que ella no querrá estar cerca mío y verse forzado a revelar algo que no debiera...
Me quedé observando la expresión de los demás. Posiblemente me daría pistas a suponer que los otros sabían de mi pasado más de lo que aparentaban. De todas formas, Ferzan ya se había echado de cabeza.
Maestro de la Oscuridad y Vasallo del Fuego - dijo, dando vueltas a mi alrededor- Esos son tus elementos como Mago Bestial, ¿no? Las llamas negras de tus garras, es de ahí de donde proceden, no debes asustarte de tu propio Don. Tienes ante ti todo lo contrario a lo que eres, una Maestra de la Luz y Vasalla del Hielo - dijo, alzando un dedo por el cual surgió un cristal hermoso que brilló con la luz.- Que podía pensar antes de dominar este poder... parecía algo imposible, inalcanzable, y mírame ahora ¿Acaso tú te quemabas con las llamas de tus garras? No, ¿verdad? ¿Te crees un monstruo solo por ser diferente a los demás?
-Mi respuesta a éso es sencilla, jóven hechicera. -dije con voz seria.- Imaginaos, despertar, sin saber qué está pasando y de la nada tu zarpa, se quemara o no, prendiera en fuego. Los humanos al verme retrocedieron espantados, escuché que algunos le temían al color negro de éstas. No pude más que huir a un lugar tranquilo para mí.
- Los zorros como tú y como yo nunca hemos sido algo común aquí, ni en ninguna otra parte supongo. Los zorros como tú y como yo capaces de lanzar magia a raudales, todavía somos menos comunes en cualquier parte del mundo. Te miraran raro, te insultaran, te despreciaran tanto con la mirada como con palabras e inclusive amenazas de muerte, si es que no intentan atentar directamente contra tu propia vida. Van a pasarte todas estas cosas, no lo dudes, puesto que estas han sido algunas de mi experiencias al llegar aquí, y a mi todavía me quedan cosas por vivir, al igual que a ti - su voz se volvió serena y pacifica de nuevo - Lo importante es que aprendas bien de ello, que seas tú mismo y que ignores a todo aquel que desprecie tus ideales. Lucha cuando no puedas huir, y huye cuando no puedas luchar. No te dejes guiar por lo que otros te digan. Así es como yo he llegado hasta aquí, sola, hasta ahora. Y por lo que tengo entendido, aunque tú no te acuerdes de nada, llevas aquí mas tiempo que yo. No me preguntes como volver a nuestro hogar ni nada similar, en ese aspecto estamos igual. Solo aprende a valerte por ti mismo mientras sigas aquí, tarde o temprano el destino nos guiara de vuelta a casa. Los infortunios nunca vienen por si solos, siempre traen consigo algo bueno, solo necesitas ver la parte buena de la parte mala en cada hecho.
Suspiré, sus palabras me habían confirmado mis sospechas.
-¡Así que tenía yo razón, tú me habeis observado antes de perder las memorias! -le miré, realmente con el cejo fruncido. Mis ojos rojos brillaron con intensidad.- Supongo que has de saber la razón de mi amnesia.... Y al no querer decirme, he de suponer más que algo malo habré hecho...
Miré al cielo, me sentía molesto, pero, al final.... Si estaba en lo cierto... Volví a ver a la zorra, ahora con más calma.
-Disculpa... ¡Tal vez incluso sea mejor así que no me acuerde nada por el momento! -dije, con sinceridad.- Sin embargo, no tengo razón para pelear. A diferencia tuya, no me veo interesado en unirme a una manada. No tengo razón ni móvil de ello. Por eso quería quedarme en el bosque; mas el mago Zafeti dijo algo que me llamó la atención, de no quererme dejar por allí sin supervisión.- mire el suelo, con desesperación.- Eso ha infundado en mí mayor miedo de que mi poder sea peligrosa... -miré a la zorra a los ojos y le tomé de los brazos.- No quiero ser un estorbo para nadie, supongo que lo mejor es que me vaya.
Apenas había dicho esto, cuando tres humanos se acercaron, uno de ellos era Angus y el otro era Erasmo, el tercero, cuyo olor se me hizo peculiar, también.
- Anmorph, supongo que te sentirás un tanto... Perdido o fuera de lugar. Ten por seguro que ni en TempesT ni en Crossfire te mirarán raro ni nada similar. Además te ayudaremos a que controles tus habilidades, para que no corras el riesgo de poner en riesgo ni a nadie más. Por supuesto, no te obligaríamos a nada que no quisieras hacer. Pero debes tener en mente que si pierdes el control, peligras tú y quienes se encuentren a tu alrededor. Y si eso pasa, el Ejército de la Runa no tendrá otra opción que ir a buscarte. Es una posibilidad lejana, no te preocupes, pero de todas maneras hay que tenerla en mente. Sé que ha sido mucha información junta, pero necesitamos que nos des una respuesta lo antes posible. ¿Qué me dices?-
Mis orejas se agacharon, ya que no esperaba que me hablasen tan de pronto.
-Ehm... Gracias señor... Sin embargo, como le comentaba a Ferzan, me siento mejor en los bosques... Más tranquilo y sin tanto.... -miré hacia adentro, viendo el bullicio de los humanos.- ---relajo... No quisiera terminar siendo una molestia innecesaria para ustedes humanos; además, no tengo motivos para unirme a ustedes... Menos si marcan a unos a otros... -dije, viendo la marca en el brazo de Ferzan.
El siguiente en hablar fue Erasmo, en su humilde tono, aunque seguía sin mirarme a los ojos.
-Estamos todos apoyandote y guiandote Anmorph. Yo tambien soy nuevo con esto de la magía y por eso vine explayar mis conocimientos. No vayas de vuelta al bosque en soledad aunque desees hacerlo... Elige si aceptas la oferta del Hombre-lobo... ooo quizas estes más a gusto con Ferzan, Ella te ayudara y quizas te sientas más comodo con ella a tu lado al menos por ahora a medida que aprendas a controlar tu magía
Me sonrojé ante la simple idea, pues la idea en dado caso de estar con Ferzan, no era otra más que sacarle la verdad que conociera. No tanto por comodidad...
-¡Ehm.... no creo que sea prudente! -dije, tartamudeando.- Es verdad que Ferzan es Bestial como yo, sin embargo... Presiento que ella no querrá estar cerca mío y verse forzado a revelar algo que no debiera...
Me quedé observando la expresión de los demás. Posiblemente me daría pistas a suponer que los otros sabían de mi pasado más de lo que aparentaban. De todas formas, Ferzan ya se había echado de cabeza.
Re: Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
El zorro al parecer no era fácil de convencer.
-Escucha Anmorph... Es por tu propio bien. ¿Qué harás si tu magia se sale de control? Podrías dañarte a tí mismo y a otros. No importa que te alejes de la gente y te vayas a un bosque, puedes dañar a los animales o a cualquier cazador o aventurero que esté alrededor. Además, existen historias de gente que perdió el control de sus habilidades mágicas y causó catástrofes enormes de las cuales no se creían capaces. Si no quieres unirte a un gremio y no quieres que te ¨marquen* pues entonces no te unas. Pero al menos quédate para aprender a controlar tus habilidades.- Guardé silencio un momento, dudando entre decir o no lo que estaba a punto de revelar. -Además... Sé que puede sonar... duro o feo, pero tenemos que tener un ojo encima tuyo. Más que nada por lo mismo que dije antes... Para tu seguridad y la de quienes se encuentran a tu alrededor.-
Probablemente no debería haber dicho eso último, pero ya no nos quedaban muchas cartas que jugar.
-Escucha Anmorph... Es por tu propio bien. ¿Qué harás si tu magia se sale de control? Podrías dañarte a tí mismo y a otros. No importa que te alejes de la gente y te vayas a un bosque, puedes dañar a los animales o a cualquier cazador o aventurero que esté alrededor. Además, existen historias de gente que perdió el control de sus habilidades mágicas y causó catástrofes enormes de las cuales no se creían capaces. Si no quieres unirte a un gremio y no quieres que te ¨marquen* pues entonces no te unas. Pero al menos quédate para aprender a controlar tus habilidades.- Guardé silencio un momento, dudando entre decir o no lo que estaba a punto de revelar. -Además... Sé que puede sonar... duro o feo, pero tenemos que tener un ojo encima tuyo. Más que nada por lo mismo que dije antes... Para tu seguridad y la de quienes se encuentran a tu alrededor.-
Probablemente no debería haber dicho eso último, pero ya no nos quedaban muchas cartas que jugar.
Re: Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
Tomé mucho aire y exale de vuelta el aire por la nariz. Bebí un gran sorbo de la jarra de aguamiel y por 5 segundos olvidé que me encontraba en ese lugar y mi cuerpo se sintio muy fresco y liviano. Cuanto hace que no podía darme este lujo...
...De vuelta a la realidad
- "Mira Anmorph, sabes que no puedes irte solo, estos magos no estan dispuestos a correr ningún riesgo demás porque no quieren pasar más problemas por culpa tuya. No estoy diciendo que lo que haya pasado antes haya sido culpa tuya, y creeme, no lo fue. No tuviste nada que ver. Pero creo que la oferta que te esta haciendo Ryuu es la mejor. Si no quieres unirte a ninguno de los dos gremios, no lo hagas. Pero al menos quedate en alguno de los dos lugares hasta que sepas bien dominar tu magía bajo la tutela de dos grandes eminencias en lo que hacen..." Tomé un respiro y continúe.
-"Creo que no se puede agregar nada más a lo ya dicho... Si yo fuera un zorro perdido en un universo paralelo, lo primero que haría es aprender a usar esa magía para defenderme. No despreciaría ninguna ayuda que vaya a fin con mis objetivos..." Dije sonriendo en forma de complicidad al zorro. Luego de decir eso último lleve mi jarra de vuelta la boca para darme cuenta de que no tenía más. Seguramente la jarra estaba rota y se habrá desperdiaciado por el piso.
...De vuelta a la realidad
- "Mira Anmorph, sabes que no puedes irte solo, estos magos no estan dispuestos a correr ningún riesgo demás porque no quieren pasar más problemas por culpa tuya. No estoy diciendo que lo que haya pasado antes haya sido culpa tuya, y creeme, no lo fue. No tuviste nada que ver. Pero creo que la oferta que te esta haciendo Ryuu es la mejor. Si no quieres unirte a ninguno de los dos gremios, no lo hagas. Pero al menos quedate en alguno de los dos lugares hasta que sepas bien dominar tu magía bajo la tutela de dos grandes eminencias en lo que hacen..." Tomé un respiro y continúe.
-"Creo que no se puede agregar nada más a lo ya dicho... Si yo fuera un zorro perdido en un universo paralelo, lo primero que haría es aprender a usar esa magía para defenderme. No despreciaría ninguna ayuda que vaya a fin con mis objetivos..." Dije sonriendo en forma de complicidad al zorro. Luego de decir eso último lleve mi jarra de vuelta la boca para darme cuenta de que no tenía más. Seguramente la jarra estaba rota y se habrá desperdiaciado por el piso.
Erasmo- Mago Escudero
- Mensajes : 173
Fecha de inscripción : 11/09/2013
Localización : Rotterdam
Re: Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
-Escucha Anmorph... Es por tu propio bien. ¿Qué harás si tu magia se sale de control? Podrías dañarte a tí mismo y a otros. No importa que te alejes de la gente y te vayas a un bosque, puedes dañar a los animales o a cualquier cazador o aventurero que esté alrededor. Además, existen historias de gente que perdió el control de sus habilidades mágicas y causó catástrofes enormes de las cuales no se creían capaces. Si no quieres unirte a un gremio y no quieres que te ¨marquen* pues entonces no te unas. Pero al menos quédate para aprender a controlar tus habilidades.Además... Sé que puede sonar... duro o feo, pero tenemos que tener un ojo encima tuyo. Más que nada por lo mismo que dije antes... Para tu seguridad y la de quienes se encuentran a tu alrededor.-
No hizo para nada falta dar indirectas, ya que el humano que se había acercado había soltado la sopa, corroborándome lo que me suponía.
-¡Entonces, realmente soy un peligro para ustedes los humanos! -dije, mis orejas se agacharon y miré al suelo, me sentía mal, aunque no entendía la razón.- No sé qué habré hecho en el pasado, pero si Ferzan, Angus y Erasmo no hablan, he de suponer que fue algo terrible, y lo lamento.
Suspiré. Parecía que mis opciones se limitaban a someterme a ellos. Aunque la verdad no quería hacerlo. Quería seguir mi propio camino. Vi hacia atrás, los verdes prados y el bosque a lo lejos, tan fresco y bello.
Deseaba que Bestialia fuese así de hermosa.
- "Mira Anmorph, sabes que no puedes irte solo, estos magos no estan dispuestos a correr ningún riesgo demás porque no quieren pasar más problemas por culpa tuya. No estoy diciendo que lo que haya pasado antes haya sido culpa tuya, y creeme, no lo fue. No tuviste nada que ver. Pero creo que la oferta que te esta haciendo Ryuu es la mejor. Si no quieres unirte a ninguno de los dos gremios, no lo hagas. Pero al menos quedate en alguno de los dos lugares hasta que sepas bien dominar tu magía bajo la tutela de dos grandes eminencias en lo que hacen..." -dijo Erasmo, viendo su jarra en todo momento
-"Creo que no se puede agregar nada más a lo ya dicho... Si yo fuera un zorro perdido en un universo paralelo, lo primero que haría es aprender a usar esa magía para defenderme. No despreciaría ninguna ayuda que vaya a fin con mis objetivos..."
-Poseo garras y colmillos, la magia no me interesa y no le encuentro algo útil. -dije de forma automática. Instintivamente, sentía que no tenía del todo la razón.- Pero he de conceder que aquí, y sin memorias, no es muy bueno que ande vagando.
Pensé un momento, pues tenía la impresión que debía decir algo más. Me fije en el humano que había llegado. Entonces entendí lo que me tenía ajetreado.
-¿Cómo sé que puedo confiar en ustedes? -dije, de forma algo ruda, pero tenía que dar a entender que no quería que me fuesen a usar.- ¿Cómo puedo estar seguro que no me usarán para algo malo? ¿Cómo puedo estar seguro que usted o Zafeti pueden ayudarme?
Mi instinto hablaba. Y lo pensé. Tenía razón en cuestionar. Erasmo había dado en el clavo. Soy un zorro perdido y cuyas memorias aparentemente fueron arrebatadas. Un mundo desconocido con magia extraña. Y unas personas que sin más, me habían ofrecido ayuda.... Pero que sin lugar a dudas, sabían algo de mi pasado.
¿Podía confiar en ellos, cuando ellos no habían confiado en mi pasado?
Los miré, mis ojos rojos resplandecían ante la expectativa de luchar.
Pero tenía que relajarme. Ésto era sólo el inicio.
No hizo para nada falta dar indirectas, ya que el humano que se había acercado había soltado la sopa, corroborándome lo que me suponía.
-¡Entonces, realmente soy un peligro para ustedes los humanos! -dije, mis orejas se agacharon y miré al suelo, me sentía mal, aunque no entendía la razón.- No sé qué habré hecho en el pasado, pero si Ferzan, Angus y Erasmo no hablan, he de suponer que fue algo terrible, y lo lamento.
Suspiré. Parecía que mis opciones se limitaban a someterme a ellos. Aunque la verdad no quería hacerlo. Quería seguir mi propio camino. Vi hacia atrás, los verdes prados y el bosque a lo lejos, tan fresco y bello.
Deseaba que Bestialia fuese así de hermosa.
- "Mira Anmorph, sabes que no puedes irte solo, estos magos no estan dispuestos a correr ningún riesgo demás porque no quieren pasar más problemas por culpa tuya. No estoy diciendo que lo que haya pasado antes haya sido culpa tuya, y creeme, no lo fue. No tuviste nada que ver. Pero creo que la oferta que te esta haciendo Ryuu es la mejor. Si no quieres unirte a ninguno de los dos gremios, no lo hagas. Pero al menos quedate en alguno de los dos lugares hasta que sepas bien dominar tu magía bajo la tutela de dos grandes eminencias en lo que hacen..." -dijo Erasmo, viendo su jarra en todo momento
-"Creo que no se puede agregar nada más a lo ya dicho... Si yo fuera un zorro perdido en un universo paralelo, lo primero que haría es aprender a usar esa magía para defenderme. No despreciaría ninguna ayuda que vaya a fin con mis objetivos..."
-Poseo garras y colmillos, la magia no me interesa y no le encuentro algo útil. -dije de forma automática. Instintivamente, sentía que no tenía del todo la razón.- Pero he de conceder que aquí, y sin memorias, no es muy bueno que ande vagando.
Pensé un momento, pues tenía la impresión que debía decir algo más. Me fije en el humano que había llegado. Entonces entendí lo que me tenía ajetreado.
-¿Cómo sé que puedo confiar en ustedes? -dije, de forma algo ruda, pero tenía que dar a entender que no quería que me fuesen a usar.- ¿Cómo puedo estar seguro que no me usarán para algo malo? ¿Cómo puedo estar seguro que usted o Zafeti pueden ayudarme?
Mi instinto hablaba. Y lo pensé. Tenía razón en cuestionar. Erasmo había dado en el clavo. Soy un zorro perdido y cuyas memorias aparentemente fueron arrebatadas. Un mundo desconocido con magia extraña. Y unas personas que sin más, me habían ofrecido ayuda.... Pero que sin lugar a dudas, sabían algo de mi pasado.
¿Podía confiar en ellos, cuando ellos no habían confiado en mi pasado?
Los miré, mis ojos rojos resplandecían ante la expectativa de luchar.
Pero tenía que relajarme. Ésto era sólo el inicio.
Re: Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
Me quedé sorprendido viendo a Freya que la seguí con la vista hasta que se perdió por el pasillo. Miré a Nael, que estaba juntando unas copas cercas y, al ver su mirada entendí a la perfección: tenía terminantemente prohibido seguirla, seguramente, era el área de mujeres del gremio.
Sonreí nerviosamente por la mala interpretación de mis acciones y me rasqué la cabeza aún con la capucha puesta.
-No es lo que piensas... Estuve con ella en Lori, me preocupa su estado.-Respondí a una pregunta inexistente.
Poco a poco, Nael iba cambiando su ceño a uno más distendido y hasta se río de mi nerviosa explicación, por lo que, al ver que entendió que no tenía malas intenciones, me alejé tranquilo.
===============================
Me acerqué a la barra y tomé un tarro de hidromiel, que me ofrecieron con una gran sonrisa y, sin dudarlo, me dispuse a tomarlo de un solo tirón. Todos comenzaron a gritonear y a corear a medida que iba tomando y alzando la parte trasera del jarro hasta que al final, golpee la barra con este. En ese momento, todos estallaron en un solo grito de felicidad ebria: EHHHHHHHHHH
Casi como si hubiera sido planeado, todos me levantaron sobres sus hombros y comenzaron a tirar hacia arriba. Esto provocó que mi capucha se saliera y gran parte de mi sobre todo se me cayera al suelo mostrando mi verdadero yo, un ser con la mitad de su cuerpo lleno de cicatrices incurables provocadas por un maldito fuego cuando era pequeño.
De igual de rápido como me levantaron, me bajaron y me examinaron. Sentí mucha pena que toda mi posible relación a futuro con mis compañeros se esfumara y, con bastante pánico, tome mi ropaje y traté de taparme, pero Nael y los más cercanos me detuvieron la mano mientras me mostraban una sonrisa, el mensaje era más que obvio, me aceptaban como persona aún con esa anomalía en mi cuerpo.
Me levanté y agradeciendo bajando un poco la cabeza, coloqué el sobre todo en el espaldar de una de las sillas del lugar para darme vuelta y sonreirle a todos mientras unas pocas gotas de lagrimas resbalaban por mis mejillas.
===============================
Tardé en darme cuenta que Erasmo y Shinoroa Ryuu no estaban en el lugar, así que dirigí mi mirada hacia la puerta y allí los encontré, tratando de convencer a Anmorph que aún se encontraba del lado de afuera del lugar, mirando desconfiadamente hacia adentro.
Me dirigí hacia ellos caminando lentamente, no quería que mis movimientos fueran tomados como hostiles. Al llegar pude escuchar las últimas palabras del visitante interdimensional.
-Como te grité cuando corriste luego de manifestar tu magia, tu nos pediste que te borremos la memoria.-Dije desde las espaldas de Ryuu y Erasmo.-Estabas sufriendo por recuerdos y temías liberar tu magia de manera violenta y nos pediste que borremos tus memorias.-Comenté sin rodeos, puesto la situación no meritaba que sea de esa manera.-Ahora... A tus preguntas de si somos de fiar o no... Esa es una respuesta que, por más que tus memorias y recuerdos con nosotros te hayan abandonado, ya conoces. Desde el momento que te despertaste hasta ahora, no te hemos atacado ni mucho menos, mentido, está en ti darte cuenta de ello.-Dije mientras me asomaba para ver a Ferzan.-Ella, al igual que tu, nos juzgo, a los humanos y sacó sus propias conclusiones...-Mencioné mientras ponía de ejemplo a la zorra dorada.-Erasmo.-Mencioné mientras volvía a mi posición.-Se que resultaría medio shockiante para él y algo que talvez sea difícil para ti pero, ¿Podrías mostrarle el momento en el que nos pide que le borremos las memorias porque tiene miedo de que nos dañe?-Comenté mientras me daba vuelta y caminaba hacia la barra.-Anmorph, nosotros no te mentimos ni nada. Solo te queremos proteger, como vos quisiste hacerlo con nosotros. Por es nuestra insistencia.-Dije por encima de mi hombro derecho mientras buscaba mi sobretodo.
Sonreí nerviosamente por la mala interpretación de mis acciones y me rasqué la cabeza aún con la capucha puesta.
-No es lo que piensas... Estuve con ella en Lori, me preocupa su estado.-Respondí a una pregunta inexistente.
Poco a poco, Nael iba cambiando su ceño a uno más distendido y hasta se río de mi nerviosa explicación, por lo que, al ver que entendió que no tenía malas intenciones, me alejé tranquilo.
===============================
Me acerqué a la barra y tomé un tarro de hidromiel, que me ofrecieron con una gran sonrisa y, sin dudarlo, me dispuse a tomarlo de un solo tirón. Todos comenzaron a gritonear y a corear a medida que iba tomando y alzando la parte trasera del jarro hasta que al final, golpee la barra con este. En ese momento, todos estallaron en un solo grito de felicidad ebria: EHHHHHHHHHH
Casi como si hubiera sido planeado, todos me levantaron sobres sus hombros y comenzaron a tirar hacia arriba. Esto provocó que mi capucha se saliera y gran parte de mi sobre todo se me cayera al suelo mostrando mi verdadero yo, un ser con la mitad de su cuerpo lleno de cicatrices incurables provocadas por un maldito fuego cuando era pequeño.
De igual de rápido como me levantaron, me bajaron y me examinaron. Sentí mucha pena que toda mi posible relación a futuro con mis compañeros se esfumara y, con bastante pánico, tome mi ropaje y traté de taparme, pero Nael y los más cercanos me detuvieron la mano mientras me mostraban una sonrisa, el mensaje era más que obvio, me aceptaban como persona aún con esa anomalía en mi cuerpo.
Me levanté y agradeciendo bajando un poco la cabeza, coloqué el sobre todo en el espaldar de una de las sillas del lugar para darme vuelta y sonreirle a todos mientras unas pocas gotas de lagrimas resbalaban por mis mejillas.
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Tardé en darme cuenta que Erasmo y Shinoroa Ryuu no estaban en el lugar, así que dirigí mi mirada hacia la puerta y allí los encontré, tratando de convencer a Anmorph que aún se encontraba del lado de afuera del lugar, mirando desconfiadamente hacia adentro.
Me dirigí hacia ellos caminando lentamente, no quería que mis movimientos fueran tomados como hostiles. Al llegar pude escuchar las últimas palabras del visitante interdimensional.
-Como te grité cuando corriste luego de manifestar tu magia, tu nos pediste que te borremos la memoria.-Dije desde las espaldas de Ryuu y Erasmo.-Estabas sufriendo por recuerdos y temías liberar tu magia de manera violenta y nos pediste que borremos tus memorias.-Comenté sin rodeos, puesto la situación no meritaba que sea de esa manera.-Ahora... A tus preguntas de si somos de fiar o no... Esa es una respuesta que, por más que tus memorias y recuerdos con nosotros te hayan abandonado, ya conoces. Desde el momento que te despertaste hasta ahora, no te hemos atacado ni mucho menos, mentido, está en ti darte cuenta de ello.-Dije mientras me asomaba para ver a Ferzan.-Ella, al igual que tu, nos juzgo, a los humanos y sacó sus propias conclusiones...-Mencioné mientras ponía de ejemplo a la zorra dorada.-Erasmo.-Mencioné mientras volvía a mi posición.-Se que resultaría medio shockiante para él y algo que talvez sea difícil para ti pero, ¿Podrías mostrarle el momento en el que nos pide que le borremos las memorias porque tiene miedo de que nos dañe?-Comenté mientras me daba vuelta y caminaba hacia la barra.-Anmorph, nosotros no te mentimos ni nada. Solo te queremos proteger, como vos quisiste hacerlo con nosotros. Por es nuestra insistencia.-Dije por encima de mi hombro derecho mientras buscaba mi sobretodo.
LeatherFace- Mago Escudero
- Mensajes : 142
Fecha de inscripción : 13/05/2014
Re: Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
La voz de Leather me agarro por sorpresa por la espalda. Más aún me sentí incomodo al ver como iba directo al hueso...
Tenía razón. Angus tenía razón. Esta situación no daba para más. Ya habíamos pasado por suficientes rodeos...
A medida que entendía la intromisión directa de Leather me fui relajando a mi posición que estaba antes. -Ahora si necesito otra jarra de hidromiel...Una vez que termino de hablar, sin mediar palabras con nadie y para mi sorpresa, sin esforzarme mucho, casi instintivamente una pantalla apareció mostrando la situación que quería que relatara Angus.
Efectivamente mostré cuando el zorro pedía que le borremos las memorias porque afectaría a su cordura. Mientras enseñaba eso, me surgía dudas de si esos eran recuerdos de él o míos...
-"Y aquí esta tu último tiempo con las memorias..." Dije a Anmorph mostrando seriamente como este se abalanza con toda furia sin pensarlo a atacar una barrera mágica que sabía bien él que no rompería pero aún así la lógica no reinaba en su cuerpo en ese momento.
Se podía apreciar en esas imágenes sus ojos inyectados en sangre, sus zarpas cada vez más desgastadas y como empezaba a brotar sangre de estas ya que no le importaba el dolor. El cansancio no existía. La locura y el odio habían dominado todo su cuerpo sin medir consecuencias que podían hacer que muera.
Una vez que mostré claramente aquellas dos escenas, mi pantalla se desvaneció. No dije ninguna palabra. Ya todo estaba dicho. Además... si seguía mostrando la locura del zorro, aquella escena, luego se vería que entraría yo y vería que al tocarlo yo borre sus memorias... Esa situación no era relevante ahora. Si mostré esas escenas fueron para que comprenda que no estamos mintiendo y que puede confiar en nosotros.
-" Como veras en las imágenes, lo que te dijo Angus es todo cierto. Allá tu si no quieres creer... No hay peor ciego que el que no quiere ver." Luego de esto me callé y mi cara de relajado de antes cuando bebía hidromiel se volvió más sería... expectante, dando a entender que no era ningún chiste todo lo de recién.
Off-Rol:
Habilidades:
Low:
Telepatía: Con esta magia, el usuario es capaz de hablar e incluso compartir imagenes con otras personas a través de sus pensamientos y conversar sobre largas distancias.
Magia utilizada: 10
Tenía razón. Angus tenía razón. Esta situación no daba para más. Ya habíamos pasado por suficientes rodeos...
A medida que entendía la intromisión directa de Leather me fui relajando a mi posición que estaba antes. -Ahora si necesito otra jarra de hidromiel...Una vez que termino de hablar, sin mediar palabras con nadie y para mi sorpresa, sin esforzarme mucho, casi instintivamente una pantalla apareció mostrando la situación que quería que relatara Angus.
Efectivamente mostré cuando el zorro pedía que le borremos las memorias porque afectaría a su cordura. Mientras enseñaba eso, me surgía dudas de si esos eran recuerdos de él o míos...
-"Y aquí esta tu último tiempo con las memorias..." Dije a Anmorph mostrando seriamente como este se abalanza con toda furia sin pensarlo a atacar una barrera mágica que sabía bien él que no rompería pero aún así la lógica no reinaba en su cuerpo en ese momento.
Se podía apreciar en esas imágenes sus ojos inyectados en sangre, sus zarpas cada vez más desgastadas y como empezaba a brotar sangre de estas ya que no le importaba el dolor. El cansancio no existía. La locura y el odio habían dominado todo su cuerpo sin medir consecuencias que podían hacer que muera.
Una vez que mostré claramente aquellas dos escenas, mi pantalla se desvaneció. No dije ninguna palabra. Ya todo estaba dicho. Además... si seguía mostrando la locura del zorro, aquella escena, luego se vería que entraría yo y vería que al tocarlo yo borre sus memorias... Esa situación no era relevante ahora. Si mostré esas escenas fueron para que comprenda que no estamos mintiendo y que puede confiar en nosotros.
-" Como veras en las imágenes, lo que te dijo Angus es todo cierto. Allá tu si no quieres creer... No hay peor ciego que el que no quiere ver." Luego de esto me callé y mi cara de relajado de antes cuando bebía hidromiel se volvió más sería... expectante, dando a entender que no era ningún chiste todo lo de recién.
Off-Rol:
Habilidades:
Low:
Telepatía: Con esta magia, el usuario es capaz de hablar e incluso compartir imagenes con otras personas a través de sus pensamientos y conversar sobre largas distancias.
Magia utilizada: 10
Erasmo- Mago Escudero
- Mensajes : 173
Fecha de inscripción : 11/09/2013
Localización : Rotterdam
Re: Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
Varias pantallas aparecieron frente a nosotros. Un zorro negro aparecio en la primera, sosteniendo una hoja de papel con un circulo extraño.
-Bueno, tengo algo que decirle, muy importante. Hay algo de mi muy importante que quiero aclararles, incluso sé que es mala idea revelarlo, pero, además de Ferzan, no hay más magos ni brujas Bestiales o Ferales en éste mundo que me puedan ayudar. Mi magia, desde Bestialia, se basa en mis emociones, las cuales se manifiestan en diferentes formas y elementos; aquí he notado que ciertas emociones activan ciertos equivalentes mágicos a mis usuales hechizos; pero aún así, las emociones siguen siendo la variante más importante. No me había dado cuenta, mas bien, no quise darme cuenta, pero usualmente, lo que mantiene a raya mi magia es la corona que suelo usar, pero supongo que, no sólo mis poderes, han cambiado, sino que el sello en mi corona ya no existe. Ésta corona hace que olvide ciertos... eventos de mi pasado... que la verdad... Mi magia no tiene control. Ignoro cuanta se pueda liberar en éste mundo o como se manifieste. Pero temo que pueda ser algo... que ni tú puedas controlar en dado caso.
"-Les pediré a todos un favor... Lo que pasó en el gremio no fue nada, comparado a mi verdadero poder, incluso allí no se manifestó casi nada... Pero antes de que pase algo... Necesito que me inmovilicen y anulen mis poderes... O me hagan olvidar mis memorias... Es la única forma de contenerme
Asi que Angus y Erasmo tenian razon. Cai de espaldas, sentado, aterrado... Y fue mayor mimiedoante la segunda escena:denuevo el zorro negro, sus ojos brillando de color rojo, golpeando el aire ante unabarrera invisible. Se podia ver que eanaba mucha energia oscura, demasiada locura, demasiado miedo, demasiado odio.
-¡No mas! -grite, tomando posicion fetal, temblando.- No quiero ver mas.... -solloce.- Me es dificil creer que haya podido contener tanto en mi ser... pero la evidencia es clara.
Levante la vista, viendo al humano (Ryuu). Estaba esperando una respuesta.
-¡De acuerdo,me quedare aqui hasta saber como recuperar mi magia y volver a Bestialia! Espero que mis memorias regresen con el tiempo.
-Bueno, tengo algo que decirle, muy importante. Hay algo de mi muy importante que quiero aclararles, incluso sé que es mala idea revelarlo, pero, además de Ferzan, no hay más magos ni brujas Bestiales o Ferales en éste mundo que me puedan ayudar. Mi magia, desde Bestialia, se basa en mis emociones, las cuales se manifiestan en diferentes formas y elementos; aquí he notado que ciertas emociones activan ciertos equivalentes mágicos a mis usuales hechizos; pero aún así, las emociones siguen siendo la variante más importante. No me había dado cuenta, mas bien, no quise darme cuenta, pero usualmente, lo que mantiene a raya mi magia es la corona que suelo usar, pero supongo que, no sólo mis poderes, han cambiado, sino que el sello en mi corona ya no existe. Ésta corona hace que olvide ciertos... eventos de mi pasado... que la verdad... Mi magia no tiene control. Ignoro cuanta se pueda liberar en éste mundo o como se manifieste. Pero temo que pueda ser algo... que ni tú puedas controlar en dado caso.
"-Les pediré a todos un favor... Lo que pasó en el gremio no fue nada, comparado a mi verdadero poder, incluso allí no se manifestó casi nada... Pero antes de que pase algo... Necesito que me inmovilicen y anulen mis poderes... O me hagan olvidar mis memorias... Es la única forma de contenerme
Asi que Angus y Erasmo tenian razon. Cai de espaldas, sentado, aterrado... Y fue mayor mimiedoante la segunda escena:denuevo el zorro negro, sus ojos brillando de color rojo, golpeando el aire ante unabarrera invisible. Se podia ver que eanaba mucha energia oscura, demasiada locura, demasiado miedo, demasiado odio.
-¡No mas! -grite, tomando posicion fetal, temblando.- No quiero ver mas.... -solloce.- Me es dificil creer que haya podido contener tanto en mi ser... pero la evidencia es clara.
Levante la vista, viendo al humano (Ryuu). Estaba esperando una respuesta.
-¡De acuerdo,me quedare aqui hasta saber como recuperar mi magia y volver a Bestialia! Espero que mis memorias regresen con el tiempo.
Re: Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
Una grata sensación de alivio se propagó por mi persona.
-Muy bien Anmorph. Respeto tu decisión y me alegra ver que que estás dispuesto a cooperar y aprender. Quien sabe, quizá con el tiempo hasta termines aceptando unirte al gremio, ¿verdad?- dije, con una leve sonrisa.
Después de indicarle al zorro negro dónde se encontraban los cuartos destinados a los hombres del gremio y de ofrecerle un puesto como ayudante de Nael en la taberna (de manera que pudiera conseguir al menos algunos jewells para subsistir) me dirigí a mi oficina donde me disponía a escribir la carta de disculpas hacia el Consejo Mágico.
-Muy bien Anmorph. Respeto tu decisión y me alegra ver que que estás dispuesto a cooperar y aprender. Quien sabe, quizá con el tiempo hasta termines aceptando unirte al gremio, ¿verdad?- dije, con una leve sonrisa.
Después de indicarle al zorro negro dónde se encontraban los cuartos destinados a los hombres del gremio y de ofrecerle un puesto como ayudante de Nael en la taberna (de manera que pudiera conseguir al menos algunos jewells para subsistir) me dirigí a mi oficina donde me disponía a escribir la carta de disculpas hacia el Consejo Mágico.
Re: Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
-Muy bien Anmorph. Respeto tu decisión y me alegra ver que que estás dispuesto a cooperar y aprender. Quien sabe, quizá con el tiempo hasta termines aceptando unirte al gremio, ¿verdad?- dijo el humano, sonriendo levemente y con basta cara de alivio.
Me condujo posteriormente a a la parte trasera del sitio, dónde una persona de nombre Nael me enseñaría a las labores del lugar, en lo que aprendía a usar mi magia.
El lugar tenía varios olores, aunque el que más predominaba era el del alcohol, lo cual me hizo fruncir la nariz; no era muy agradable que digamos. Ryuu me dijo entonces que podía quedarme en las habitaciones superiores y trabajar por mientras en el gremio, lo cual tuve que agradecer.
Nael me extendió entonces una red y un delantal. Debido a mi túnica, tuve que quitármela, lo cual provocó en el humano un sonrojo tremendo, lo cual ignoré. Al fin y al cabo, estaba cubierto de pelo y la túnica sólo me protegía del frío y que me vieran directamente. Con la instrucción de Nael, logré meter todo mi cabello dentro, dejando algo abultado y empecé a lavar al menos los trastes.
Era algo complicado, mis garras arañaban la vajilla, y mi pelaje luego se impregnaba en los platos, dejándolos negros. Tuve que usar unos guantes de latex, lo cual facilitó algo, excepto a que los rompía mis garras, pero al menos el pelaje ya no sería un problema.
El día transcurrió, e hice algunas labores, curiosamente me salían bastante bien y naturalmente (excepto los trastes), y al término, cuando varios de los comensales se habían retirado, subí a los pisos superiores, con mi túnica bajo el brazo. Allí hallé una habitación que en su puerta, supongo que Ryuu, alguien había colocado una cara de zorro negro, lo cual se me hizo divertido y considerado, ya que no sabía leer los letreros humanos.
El lugar era sencillo, una cama suave con varias cobijas gruesas, un buró de noche dónde pude poner encima el cofre con los libros y la corona, una armario donde coloqué el delantal y mi túnica. Me metí a la regadera y por medio de cristales (que curiosamente por instinto, logré activar), salió deliciosa agua caliente, llenando la tina. Entré en ella y me quedé profundamente dormido entre los vapores del agua.
Me condujo posteriormente a a la parte trasera del sitio, dónde una persona de nombre Nael me enseñaría a las labores del lugar, en lo que aprendía a usar mi magia.
El lugar tenía varios olores, aunque el que más predominaba era el del alcohol, lo cual me hizo fruncir la nariz; no era muy agradable que digamos. Ryuu me dijo entonces que podía quedarme en las habitaciones superiores y trabajar por mientras en el gremio, lo cual tuve que agradecer.
Nael me extendió entonces una red y un delantal. Debido a mi túnica, tuve que quitármela, lo cual provocó en el humano un sonrojo tremendo, lo cual ignoré. Al fin y al cabo, estaba cubierto de pelo y la túnica sólo me protegía del frío y que me vieran directamente. Con la instrucción de Nael, logré meter todo mi cabello dentro, dejando algo abultado y empecé a lavar al menos los trastes.
Era algo complicado, mis garras arañaban la vajilla, y mi pelaje luego se impregnaba en los platos, dejándolos negros. Tuve que usar unos guantes de latex, lo cual facilitó algo, excepto a que los rompía mis garras, pero al menos el pelaje ya no sería un problema.
El día transcurrió, e hice algunas labores, curiosamente me salían bastante bien y naturalmente (excepto los trastes), y al término, cuando varios de los comensales se habían retirado, subí a los pisos superiores, con mi túnica bajo el brazo. Allí hallé una habitación que en su puerta, supongo que Ryuu, alguien había colocado una cara de zorro negro, lo cual se me hizo divertido y considerado, ya que no sabía leer los letreros humanos.
El lugar era sencillo, una cama suave con varias cobijas gruesas, un buró de noche dónde pude poner encima el cofre con los libros y la corona, una armario donde coloqué el delantal y mi túnica. Me metí a la regadera y por medio de cristales (que curiosamente por instinto, logré activar), salió deliciosa agua caliente, llenando la tina. Entré en ella y me quedé profundamente dormido entre los vapores del agua.
Re: Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
Asintió ante sus primeras palabras, ella sabia como era antes de perder su memoria. Comprendió su enfado en el silencio y no se mostraba demasiado reacia a su forma de tomarla del brazo. Antes de que pudiera corregirle, ya se encargaron de hacerlo el resto de los presentes. Uno a uno fueron dando su opinión de manera regular sin que la zorra interviniese en ningún momento, pues ya todo estaba dicho para ella. Tempest le servía en cierto modo como nexo de unión hacia el zorro por la cercanía de su gremio con el de él, si por ella fuera estaría lejos de la humanidad refugiada en la naturaleza junto a Anmorph, pero ya es sabido que no es posible, por todo lo que él ha cometido antes de venir aquí. Le buscarían a él, y a ella por aliarse con un enemigo público. Además así podría saber más sobre los humanos.
Tanto si estaba con el como si no, iba a apoyarle como una Bestial de su sangre que es. Su gesto no se altero al oír la propuesta de que estuviese con Ferzan.
Pensaba que iba a irse de bocas tras contarle un poco acerca de quién era, hasta que Erasmo interrumpió mostrándole en imágenes el motivo por el cual fue el mismo quien se la arrebato. Leather tampoco quiso cortarse lo más mínimo, y como era de esperar, el zorro reacciono de manera sensible a las imágenes, no era capaz ni de querer reconocerse a si mismo tal y como era antes. Las palabras de Ryuu lograron confortarle en cierto modo hasta lograr alcanzar algo de confianza con el - Me alegra que lo hayas entendido - le dijo antes de que se marchara - Disfruta de tu estancia, nos volveremos a ver - se dispuso a irse también, mostrando a espaldas del zorro una leve sonrisa forzada y sin muchas ganas. Ya que se había quedado sola ahí fuera, no iba a perder más el tiempo.
=========================================================================
En mitad del bosque, los puños de la Dragon Slayer chocaban sin cesar contra el tronco de un árbol, impregnados de la magia helada que desde tanto tiempo Jormag, el Dragon de hielo de Bestialia, pudo concederle. Un estropicio de nieve y escarcha se formaba a los pies de la Bestial, así como alrededor del árbol y por su superficie, a medida que la magia continuaba fluyendo. Varias fueron las veces que sus garras heladas de las muñecas se hicieron añicos al no poder mantener tanto tiempo su magia liberada - Aun sigues resistiéndote? - se dijo arrodillada mirándose la muñeca. Volvió a levantarse liberando de nuevo las garras, tomando el árbol por el tronco con la palma de la mano. Su magia penetraba en el interior de la madera y su alrededor, congelando por completo la zona afectada. Las marcas de sus muslos y sus ojos brillaron con su característico color azul hielo, al mismo tiempo que empezaba a mostrar los colmillos en un gesto de rabia. Se alejó un poco de la escena propinando una fuerte patada a la placa de hielo que ella misma había formado en la madera, el árbol cayó en picado y su copa chocó de bruces con la del árbol adyacente sin derribarlo. Solo su base había quedado medianamente intacta. Ferzan gruño, aun mostrando los colmillos - Aun eres mío, tu existencia depende de mí, así que obedece... - las marcas de sus ojos y muslos volvieron a tornarse incoloras a su pelaje, simples tatuajes que a simple vista no representan nada más que un adorno visual. Calmada de nuevo, suspiró con pesadez y se sentó en la base del árbol de brazos y piernas cruzadas, ligeramente cabizbaja. En sus pies, restos de hielo, escarcha e incluso pequeños charcos de nieve afectados por el calor, delataban los múltiples golpes que le había acarreado tirar abajo aquello que estaba golpeando, con tal de mantener su poder intacto y funcional. Se miró sus propios nudillos, magullados y con restos de escarcha en ellos que cubrían las pequeñas heridas que se había auto impuesto.
¿Aun piensas que estás sola en este mundo?
Una voz ajena la sorprendió, obligándola por instinto a levantarse y usar un árbol como cobertura para su cuerpo. Miró alrededor intentando identificar el origen sin éxito.
Existe alguien más que comparte tu mismo destino, alguien a quien debo dirigirme como "Hija de la Luna".
La voz no se mostraba amenazadora, más bien tranquila y serena, era la voz de un hombre - Quien eres? - dijo Ferzan, tratando de seguirle la conversación a sabiendas de que contestarle suponía perder la oportunidad de un ataque sorpresa.
Quien debe guiarte hacia la verdad.
Qué verdad?
La que ante tus ojos se presenta y eres incapaz de ver. Pero te comprendo, si eres incapaz de reconocerla, es como si fuese una completa desconocida para ti.
De quien me estás hablando?
De una amiga, o tal vez de una enemiga...
Hubo un buen rato de silencio en el que Ferzan se escabulló de su escondite hacia unos matorrales. Desde la dirección que presuntamente había intuido que provenían las voces, pudo ver una silueta bastante más femenina que masculina, rodeado de una estela de niebla. No se había percatado de su presencia al parecer.
Tarde o temprano os encontrareis a la fuerza, ya sea por el destino o por vuestra inquietud, el universo entero es un pañuelo... Bestial - la miró en el momento exacto en que Ferzan se abalanzó hacia él con tal de retenerlo en el suelo, momento en que se desvaneció como si nada. La zorra volvió a incorporarse rápidamente mirando a su alrededor sin ver al sujeto - Quien coño... es ese? - aun inmóvil trataba de identificar si seguía cerca de ella. Al poco rato, volvió a caminar en dirección a Tempest como tenía previsto, en silencio y atenta a su alrededor, el principio de su viaje de regreso fue bastante incomodo.
Tanto si estaba con el como si no, iba a apoyarle como una Bestial de su sangre que es. Su gesto no se altero al oír la propuesta de que estuviese con Ferzan.
Pensaba que iba a irse de bocas tras contarle un poco acerca de quién era, hasta que Erasmo interrumpió mostrándole en imágenes el motivo por el cual fue el mismo quien se la arrebato. Leather tampoco quiso cortarse lo más mínimo, y como era de esperar, el zorro reacciono de manera sensible a las imágenes, no era capaz ni de querer reconocerse a si mismo tal y como era antes. Las palabras de Ryuu lograron confortarle en cierto modo hasta lograr alcanzar algo de confianza con el - Me alegra que lo hayas entendido - le dijo antes de que se marchara - Disfruta de tu estancia, nos volveremos a ver - se dispuso a irse también, mostrando a espaldas del zorro una leve sonrisa forzada y sin muchas ganas. Ya que se había quedado sola ahí fuera, no iba a perder más el tiempo.
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En mitad del bosque, los puños de la Dragon Slayer chocaban sin cesar contra el tronco de un árbol, impregnados de la magia helada que desde tanto tiempo Jormag, el Dragon de hielo de Bestialia, pudo concederle. Un estropicio de nieve y escarcha se formaba a los pies de la Bestial, así como alrededor del árbol y por su superficie, a medida que la magia continuaba fluyendo. Varias fueron las veces que sus garras heladas de las muñecas se hicieron añicos al no poder mantener tanto tiempo su magia liberada - Aun sigues resistiéndote? - se dijo arrodillada mirándose la muñeca. Volvió a levantarse liberando de nuevo las garras, tomando el árbol por el tronco con la palma de la mano. Su magia penetraba en el interior de la madera y su alrededor, congelando por completo la zona afectada. Las marcas de sus muslos y sus ojos brillaron con su característico color azul hielo, al mismo tiempo que empezaba a mostrar los colmillos en un gesto de rabia. Se alejó un poco de la escena propinando una fuerte patada a la placa de hielo que ella misma había formado en la madera, el árbol cayó en picado y su copa chocó de bruces con la del árbol adyacente sin derribarlo. Solo su base había quedado medianamente intacta. Ferzan gruño, aun mostrando los colmillos - Aun eres mío, tu existencia depende de mí, así que obedece... - las marcas de sus ojos y muslos volvieron a tornarse incoloras a su pelaje, simples tatuajes que a simple vista no representan nada más que un adorno visual. Calmada de nuevo, suspiró con pesadez y se sentó en la base del árbol de brazos y piernas cruzadas, ligeramente cabizbaja. En sus pies, restos de hielo, escarcha e incluso pequeños charcos de nieve afectados por el calor, delataban los múltiples golpes que le había acarreado tirar abajo aquello que estaba golpeando, con tal de mantener su poder intacto y funcional. Se miró sus propios nudillos, magullados y con restos de escarcha en ellos que cubrían las pequeñas heridas que se había auto impuesto.
¿Aun piensas que estás sola en este mundo?
Una voz ajena la sorprendió, obligándola por instinto a levantarse y usar un árbol como cobertura para su cuerpo. Miró alrededor intentando identificar el origen sin éxito.
Existe alguien más que comparte tu mismo destino, alguien a quien debo dirigirme como "Hija de la Luna".
La voz no se mostraba amenazadora, más bien tranquila y serena, era la voz de un hombre - Quien eres? - dijo Ferzan, tratando de seguirle la conversación a sabiendas de que contestarle suponía perder la oportunidad de un ataque sorpresa.
Quien debe guiarte hacia la verdad.
Qué verdad?
La que ante tus ojos se presenta y eres incapaz de ver. Pero te comprendo, si eres incapaz de reconocerla, es como si fuese una completa desconocida para ti.
De quien me estás hablando?
De una amiga, o tal vez de una enemiga...
Hubo un buen rato de silencio en el que Ferzan se escabulló de su escondite hacia unos matorrales. Desde la dirección que presuntamente había intuido que provenían las voces, pudo ver una silueta bastante más femenina que masculina, rodeado de una estela de niebla. No se había percatado de su presencia al parecer.
Tarde o temprano os encontrareis a la fuerza, ya sea por el destino o por vuestra inquietud, el universo entero es un pañuelo... Bestial - la miró en el momento exacto en que Ferzan se abalanzó hacia él con tal de retenerlo en el suelo, momento en que se desvaneció como si nada. La zorra volvió a incorporarse rápidamente mirando a su alrededor sin ver al sujeto - Quien coño... es ese? - aun inmóvil trataba de identificar si seguía cerca de ella. Al poco rato, volvió a caminar en dirección a Tempest como tenía previsto, en silencio y atenta a su alrededor, el principio de su viaje de regreso fue bastante incomodo.
Ferzan- Mago Legal
- Mensajes : 82
Fecha de inscripción : 11/08/2015
Re: Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
La tarde estaba avanzando mientras Nael le iba encargando tareas a Anmorph, el nuevo bachero de la taberna.
-Bien hecho Anmorph, pero por favor, procura no quitarte el ropaje delante de las personas, aunque estas completamente cubierto, por acto reflejo las personas se verán sonrojadas.- comentó con rudeza la dulce muchacha mientras iba recogiendo las cosas lavadas.
Las jarras no paraban de entrar y de salir pero Nael, que observó la buena predisposición de su nuevo compañero de barra, se colocó los guantes de latex y se acercó al zorro.
-Deja, ve a descansar un poco, medita un poco todo lo que te han comentado y cuando ya te sientas mejor, regresa.- comentó la joven con una sonrisa en su rostro mientras tomaba las jarras y continuaba la labor.
----------------------------------------------------------
Off Rol:
[spoier=Apariencia de Nael]
[/spoiler]
No puedo permitir que avance tanto el día. Ya retrocedí el tiempo atrás en otro rol.
-Bien hecho Anmorph, pero por favor, procura no quitarte el ropaje delante de las personas, aunque estas completamente cubierto, por acto reflejo las personas se verán sonrojadas.- comentó con rudeza la dulce muchacha mientras iba recogiendo las cosas lavadas.
Las jarras no paraban de entrar y de salir pero Nael, que observó la buena predisposición de su nuevo compañero de barra, se colocó los guantes de latex y se acercó al zorro.
-Deja, ve a descansar un poco, medita un poco todo lo que te han comentado y cuando ya te sientas mejor, regresa.- comentó la joven con una sonrisa en su rostro mientras tomaba las jarras y continuaba la labor.
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Off Rol:
[spoier=Apariencia de Nael]
[/spoiler]
No puedo permitir que avance tanto el día. Ya retrocedí el tiempo atrás en otro rol.
Narrador- Narrador
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Fecha de inscripción : 13/12/2012
Re: Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
La tarde estaba avanzando mientras Nael le iba encargando tareas a Anmorph, el nuevo bachero de la taberna.
-Bien hecho Anmorph, pero por favor, procura no quitarte el ropaje delante de las personas, aunque estas completamente cubierto, por acto reflejo las personas se verán sonrojadas.- comentó con rudeza la dulce muchacha mientras iba recogiendo las cosas lavadas.
Las jarras no paraban de entrar y de salir pero Nael, que observó la buena predisposición de su nuevo compañero de barra, se colocó los guantes de latex y se acercó al zorro.
-Deja, ve a descansar un poco, medita un poco todo lo que te han comentado y cuando ya te sientas mejor, regresa.- comentó la joven con una sonrisa en su rostro mientras tomaba las jarras y continuaba la labor.
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Off Rol:
-Bien hecho Anmorph, pero por favor, procura no quitarte el ropaje delante de las personas, aunque estas completamente cubierto, por acto reflejo las personas se verán sonrojadas.- comentó con rudeza la dulce muchacha mientras iba recogiendo las cosas lavadas.
Las jarras no paraban de entrar y de salir pero Nael, que observó la buena predisposición de su nuevo compañero de barra, se colocó los guantes de latex y se acercó al zorro.
-Deja, ve a descansar un poco, medita un poco todo lo que te han comentado y cuando ya te sientas mejor, regresa.- comentó la joven con una sonrisa en su rostro mientras tomaba las jarras y continuaba la labor.
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Off Rol:
- Apariencia de Nael:
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Fecha de inscripción : 13/12/2012
Re: Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
(Off-rol: Está bien, espero a ver si Freya postea, si no, yo continuo)
Re: Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
Ya en mi oficina, tomé asiento frente a mi escritorio. Había pasado muchísimo tiempo desde la última vez que me encontré ahí, y recién en ese momento me dí cuenta de ello.
En silencio y meditando, tomé un pergamino sin usar y la tinta necesaria para escribir la carta para el consejo. Entonces me percaté de que no tenía pluma. Encogiéndome de hombros, me transforme en águila y arranqué una de las plumas de mi cabeza, de un color grisáceo. Volví a mi forma humana y empecé la redacción de la carta.
Honorables miembros del Consejo Mágico:
Mediante la presente misiva me dirijo a ustedes con el propósito de presentar una disculpa oficial por la intromisión, obstaculización y/o impedimento que mi persona hay podido provocar en la misión que llevaba a cabo el honorable Ejército de la Runa en el pueblo de Lori y sus alrededores, así como también en la Ciudad de Magnolia. Mis más sinceras disculpas.
Por otra parte, tal y como se nos fue solicitado a mí y al líder del gremio TempesT, Mago Santo Zafeti, hemos ubicado al zorro negro llamado Anmorph. Luego de mucho hablar, finalmente te logrado convencerlo de quedarse en el gremio Crossfire. Si bien no ha aceptado u irse oficialmente a nuestro gremio, ayudará en las tareas de la taberna del castillo para subsistir, mientras recibe instrucción en el manejo de la magia.
De ésta manera, espero poder ayudarlo a mantener el control de sus habilidades sin poner en riesgo a nadie. Cualquier progreso y/o cambio les será notificado si así lo desean.
Sin más,
Shinoroa Ryuu
Líder Gremio Crossfire
Una vez terminada la carta, la sellé. Me acerqué a la ventana y llamé a mi ave mensajera, Snow. El águila apareció al instante, como si estuviera esperando mi llamado. Guardé la carta en pequeño tubo, el cual llevaba Snow en su espalda, como una mochila. Luego de recibir la indicación de su destino y de darme unos mordisquitos en la mano a modo de saludo, el ave partió, perdiéndose de vista en el horizonte, mientras yo bajaba nuevamente a la taberna, para unirme a la bienvenida de Erasmo y Angus.
En silencio y meditando, tomé un pergamino sin usar y la tinta necesaria para escribir la carta para el consejo. Entonces me percaté de que no tenía pluma. Encogiéndome de hombros, me transforme en águila y arranqué una de las plumas de mi cabeza, de un color grisáceo. Volví a mi forma humana y empecé la redacción de la carta.
Honorables miembros del Consejo Mágico:
Mediante la presente misiva me dirijo a ustedes con el propósito de presentar una disculpa oficial por la intromisión, obstaculización y/o impedimento que mi persona hay podido provocar en la misión que llevaba a cabo el honorable Ejército de la Runa en el pueblo de Lori y sus alrededores, así como también en la Ciudad de Magnolia. Mis más sinceras disculpas.
Por otra parte, tal y como se nos fue solicitado a mí y al líder del gremio TempesT, Mago Santo Zafeti, hemos ubicado al zorro negro llamado Anmorph. Luego de mucho hablar, finalmente te logrado convencerlo de quedarse en el gremio Crossfire. Si bien no ha aceptado u irse oficialmente a nuestro gremio, ayudará en las tareas de la taberna del castillo para subsistir, mientras recibe instrucción en el manejo de la magia.
De ésta manera, espero poder ayudarlo a mantener el control de sus habilidades sin poner en riesgo a nadie. Cualquier progreso y/o cambio les será notificado si así lo desean.
Sin más,
Shinoroa Ryuu
Líder Gremio Crossfire
Una vez terminada la carta, la sellé. Me acerqué a la ventana y llamé a mi ave mensajera, Snow. El águila apareció al instante, como si estuviera esperando mi llamado. Guardé la carta en pequeño tubo, el cual llevaba Snow en su espalda, como una mochila. Luego de recibir la indicación de su destino y de darme unos mordisquitos en la mano a modo de saludo, el ave partió, perdiéndose de vista en el horizonte, mientras yo bajaba nuevamente a la taberna, para unirme a la bienvenida de Erasmo y Angus.
Re: Al fin y al cabo, solo soy una Princesa en busca de su castillo (Ryuu + libre)
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Off: Cierro el hilo, los pocos que quedamos nos trasladamos aquí para seguir roleando.
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Off: Cierro el hilo, los pocos que quedamos nos trasladamos aquí para seguir roleando.
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Freya Crescent- Miembro de Gremio
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