El Zorro Oscuro llega a Tempest

El ser con cara extraña me llamó la atención. No quería que hiciera nada y se me acercó. Había dich que nadie me haría daño, sin embargo, aquella monstruosidad casi me hacía algo con esas cosas de metal. Me sentía inquieto y el arma en mis zarpas temblaba mucho; sin embargo, cuando estuvo éste ser a mi lado, bajó con sus propias zarpas mis brazos y cayó el arma que sostenía al suelo con un sonoro estruendo.

Los demás no se habían movido absolutamente nada, se quedaron inmóviles en su sitio. El human continuo hablando, el llmado Angus o Leatherface:

-Tu nombre es Anmorph. Debe ser muy extraño para ti todo esto... No te juzgaré si decides no confiar en mi ahora, pero se que el tiempo dirá lo contrario.

En eso sonrió, era una sonrisa extraña, pero me vi motivado a seguirlo. Tomé el arma, por si acaso y la dejé a mi lado mientras me sentaba, algo apartado del resto, ya que no los concía, sin quitarle la vista de encima al grandulón ni a Lobo Gris.

Me ví a mi mismo, estaba cubierto de pelaje negro y vestido con una túnica de colores oscuros. No era el único allí, aunque pues, cada estilo era diferente. Miré a mi alrededor y estaba en una especie de estructura de piedra y metal. El ambiente olía extraño, muchos aromas a mi alrededor, había ventanas y decidí dar un vistazo. Cual fue mi sorpresa cuando vi todo lleno de humo. Espantado grité y me hice bolita en el suelo.

-¿Qué es éste lugar? -chillé espantado.- ¿Dónde estoy? ¿Por qué me quieren atrapar? ¿Qué está pasando?

Espantado, pues el miedo incrementaba, salí corriendo a la puerta que seguía abierta. Estaba a punto de salir, cuando una enorme fuerza me empujó de vuelta al interior del sitio. Sentí una terrible corriente por mi cuerpo y mi llanto de dolor se dejó escuchar en toda la cuadra, cayendo de bruces en el suelo, dentro del recinto.

Me quedé allí, temblando, los ojos desorbitados por el miedo. Estaba atrapado.

La situación dentro de la catedral era animada. Anmorph, el viajante dimensional que había pedido que se le borrara la memoria, estaba bastante alterado por no saber donde se encontraba. Su comportamiento, característico y similar a los zorros de earth-land, contrastaba totalmente con lo que mostraba ser antes.
Jourgios:-¿Que le sucede al ser de pelaje oscuro? Cuando se enfrentó a uno de mis clones en Oak, poseía una personalidad engreída y agresiva, totalmente opuesto a lo que es ahora.- dijo Jourgios bastante consternado de la situación.
Lobo.Gris:-Verá señor, una de las personas que se encuentra en aquel rincón, posee Magia Archivo y, la utilizó de una manera nunca antes vista. Copió la memoria y se la borró.- explicó uno de las copias de Lobo Gris :-El mismo estaba siendo atormentado por su pasado por lo que pidió que se le arrebataran las memorias.- concluyó antes de ver que Anmorph corrió con prisas hacia la puerta para chocarse contra el jutsu shiki :-Calmaos Anmorph. No permitiré que nadie te haga daño hasta que vuelva zafeti. No tienes que temer. Tus amigos.- comenté mientras señalaba donde se encontraba LeatherFace, Ferzan y Erasmo :-Están para ayudarte, confía en ellos.- dijo el general antes de levantar su vista y ver que varios carruajes se paraban en la puerta de la iglesia.
Jourgios se levantó lentamente y comenzó a caminar hacia la puerta. Traspasó el umbral y se dirigió al tercer carruaje, donde se bajó otra persona igual a él. Sin mucho miramiento, ambas figuras se fusionaron y formaron un solo y único ser, se trataba de una proyección del pensamiento.
Jourgios:-General Lobo Gris, estamos listos para emprender nuestro viaje. Nos tiene que acompañar. Zafeti y Shinoroa Ryuu están en esta caravana por lo que no regresaran dentro de poco, si prefiere dejar a su división cuidando la integridad física de esas personas, está en su derecho de realizarlo.- dijo el Comandante antes de dar media vuelta y subir.
Lobo.Gris:-Muchas gracias, señor. Haré eso.- dijo antes de darse vuelta para ver a los que allí se quedaban, mientras poco a poco sus otros "yo" desaparecían :-Levantaré la restricción de que Anmorph puede abandonar el lugar, pero, dejaré a mis soldados fuera para que os protejan. Si deciden movilizarse, por favor, pedirles que os escolten.- pidió amablemente el General :-Anmorph, toma.- dijo mientras extendía un libro que recién aparecía en sus manos :-Allí comenta los principios básicos de la magia, te servirá para empezar... De nuevo.- dijo mientras comenzaba a emprender su marcha a un carruaje :-Tengan cuidado, muchachos.- dijo antes de desaparecer y aparecer al lado de Jourgios.
Una vez que Lobo se subió, la caravana emprendió su marcha hacia Era.

Lobo Gris se me acercó y me entregó un libro, en lo que me recuperaba del sobresalto y mi respiración se tranquilizaba, al igual que los latidos de mi corazón. Tomé el libro y lo observé mientras que Lobo me decía:

Anmorph, toma. Allí comenta los principios básicos de la magia, te servirá para empezar... De nuevo.- dijo saliendo del edificio-Tengan cuidado, muchachos.

No pude responder ni siquiera un gracias, me sentía muy mal y mareado. El libro aparecía un "sin pelo" con un gorro puntiagudo y una varita, sin embargo, lo demás no lo entendía. No podía leer.

-¡Se-señor! -llamé, pero era tarde, los carruajes se habían ido.

Bajé el libro y encontré entre los pliegues de la túnica que portaba, un pequeño cofre de madera, el cual pude abrir y dentro había otro libro. Lo observé... Tampoco entendía nada, así que lo guardé y lo oculté de nuevo. Tal vez mi túnica fuera mágica como para guardar tantas cosas, lo desconocía.

Leather se me acercó también y me ayudó a levantarme. Estaba angustiado, eso era claro. Los dos nos acercamos a los inconscientes y éste ayudo a acomodar al chico y yo a la zorra, quien se había desmayado. Los colocamos en el suelo para que pudieran descansar.

-Anmorph. ¿Quieres venir conmigo o prefieres que te lleve a un lugar más tranquilo? El gremio de zafeti ya te conoce, podrás estar en una habitación y esperarme allí...-Dijo amablemente mientras se cubría el rostro.- Yo iré a la zona donde estuvieron luchando, veré si soy útil ayudando a los heridos, si es que los hay. Debes estar muy confundido... Pero el encerrarte o huir no va a responder a tus preguntas.

Me encogí de hombros. Todo era como nuevo para mí, pero a la vez, sentía que algo faltaba. Lo único que me aliviaba era que el gigante se hubiera largado.

-Supongo que no tengo nada mejor que hacer, aunque, ¿de qué te servirá un zorro que desconoce su procedencia? Temo ser más estorbo que ayuda... No soy muy valiente. -agaché las orejas, recordando cómo actué hace unos momentos.

Nos encaminamos los dos hacia afuera, algunos soldados nos siguieron y otros se quedaron. Varios de ellos me observaban de forma despectiva, me sentía intimidado, mas no dije nada y seguí a Leather Face hacia la ciudad. 

Allí todo estaba en ruinas, por lo menos el gran edificio principal. Ayudé un poco a recoger los restos y los escombros; sin embargo me alejé de todos los "sin pelo", sentía miedo y no podía evitarlo. Algunos me señalaban y me llamaban "perro"; me sobresaltaba y corría a otro sitio lejos de sus ojos. Leatherface gritó a alguien que estaba en una azotea, observando, mas no alcancé a escuchar lo que decía, luego se me acercó.

-Leather, ¿qué pasó aquí? ¿Quién es ese? ¿Y por qué Lobo Gris me dio un libro diciendo algo sobre magia? ¿Soy mago? No me siento nada... especial. -pregunté, con un leve temblor en la voz. 

Tal vez pudiera responder a mis preguntas y de allí, tomar un curso de acción...

Angus me di una explicación rápida de lo que era la magia y me la mostró, haciendo aparecer en su mano una pequeña llama dorada, que al acercar mi palma, pude sentir su calor. Mi cuerpo se sintió muy atraído por esa energía, ese calor; sin embargo, el ser sin pelo la hizo aparecer, sacándome del trance que me sumergí sin darme cuenta.

-Es magia. Tu, también eres mago.-Dijo, dando un vistazo a dnde otro human observaba en silencio.-Si bien no eres humano... Va, no eres de esta tierra o dimensión, antes, habías explicado que provenías de un mundo llamado Bestialia y allí, todos son animales con capacidades de manejar magia, lo que te convierte en un mago... ¿Entiendes o fui demasiado rápido? 
"Anmorph. Lo que caracteriza a un mago, por sobre todas las cosas, es que puede usar su habilidad de utilizar magia tanto para hacer el bien como para hacer el mal... En ambas opciones, los magos se en listan en lo que se llaman "Gremios Mágicos"... Me iré a anotar al gremio de Shinoroa Ryuu, Cross Fire... Me gustaría que vinieras conmigo. Pero no te obligaré si no quieres... De igual manera, tengo que hacer algo antes de anotarme.

-Sí, entiendo, tiene algo de lógica tus palabras. Mas no recuerdo nada de algo llamado Bestialia o algo de lo que llamas magia. -dije observando el cielo. Fue entonces que me di cuenta de algo en lo que el humano subía con el otro que estaba arriba en el tejado y le reclamó algo que apenas pude oír. Al bajar, lo detuve en cuanto mencionó que partiríams de inmediato- Espera... -observé al humano.- ¿Has dicho que yo  he explicado que venía de otro mundo? Y otra cosa, ¿cómo sabes cómo me llamo si ni yo me acuerdo?

Mi zarpa sacó las garras al apretar el hombro de Angus. Sentía una enorme tensión en mi corazón, algo se movía dentro de mí.

-¿Qué ha pasado? Creo que merezco saber la verdad, Angus. -lo miré fijamente, traté de tranquilizarme, pero la ansiedad me comía por dentro.

Fue entonces que pasó...

De mi zarpa surgió una especie de llama, similar a la que Angus había creado, pero ésta era negra. Al verla, me asusté tanto que aparté mi zarpa de él, y la agité en el aire desesperado, en un intento de apagarla. Había atrás de mí un charco de agua y la metí presuroso, sin embargo las llamas negras seguían allí, incluso evaporaban el agua. Asustado, me senté sobre ella, mas no estaba caliente, no para mi. A decir verdad, no había sentido dolor. Levanté mi zarpa, pero aparte de estar empapada de lodo y agua, no había lesiones ni quemaduras.

-¿Qué es esto? -pregunté a Angus. Lo observé fijamente. Su ropa donde había estado mi zarpa no se había quemado en absoluto- ¿Por qué puedo hacer ésto sin saber cómo? ¿Quién soy y porque no recuerdo nada y tú sabes tanto? No quiero seguirte a menos que me des algunas respuestas.

Me quedé en el suelo, observando. 

Algunas personas al oir el escándalo se acercaron a pesar que soldados intentaban alejarlos. Algunas de sus palabras las llegué a escuchar.

-¿Un zorro? ¿Negro?
-¿No es el que andan buscando en Era?
-¡Oí que hace unos días, un zorro apareció en medio de Era y atacó a los soldados! ¡No los mató, pero si los derrotó con facilidad y huyó!
-¡Yo oí que estaba asociado a un gremio Oscuro: Dark Riders!
-¿Acaso eso fue fuego negro? ¿Es un mago oscuro?
-¡Nunca había visto a un animal usar magia! ¡Es un monstruo!

Asustado, me levanté y corrí lejos, la gente se apartó, incluso los soldados no se acercaron a mí.

Salí de la ciudad y me interné en un bosque.

Lejos...

Lejos de todo ésto...

Donde pudiera estar a salvo...

No se si Angus me seguiría...

En caso de que no, Lo buscaría después...

En Cross Fire...

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No te arrepientes de haber olvidado la manera en que has llegado aquí?

Había vuelto a oír la voz de aquella felina que habitaba en sus sueños. Su alrededor se había tornado oscuro y grisáceo, las voces de sus compañeros no se habían convertido sino en nada más que susurros al viento, solo podía distinguir bien la figura de aquella mujer cuyos rasgos la asemejaban mas a una animal que a una antropomorfa como ella. Su aparición había hecho acto de presencia después de que Anmorph despertase, huyendo de la Bestial quien la había acogido en sus brazos, y del resto de sus compañeros. Erguida y con un semblante serio en apariencia, rodeada de un aura de oscuridad, su identidad aún seguía siendo desconocida para Ferzan.

Puede que encuentres a mas como tu ahí fuera, gente como nosotros que fue exiliada por la misma causa que tu.
El único que he encontrado ha perdido la memoria de aquello cuanto supo... - era consciente desde la reacción inicial del zorro, que sus recuerdos se le fueron arrebatados. La voz de la felina continuaba hablando como si no escuchase sus palabras.
Algunos sabrán que decirte sobre lo que será o dejara de ser Bestialia, otros ni siquiera se molestaran en recordarlo.
Ni siquiera tu me vas a decir que ha pasado, verdad?
Pero lo importante es que tú misma no olvides quien eres. Jormag aun vela por todos sus adeptos, jamás pierdas la conexión con él, necesitas tu poder de vuelta pues te veras débil cuando despiertes.
Es un poco tarde para decirme esto... - su alrededor empezaba a agitarse, podía sentir un aura mágica muy intensa, similar a la de Zafeti cuando pudo verlo combatir, pero no precedía de la Felina, sino de un evento ajeno a la realidad donde su cabeza se halla.
Quiero que tengas algo bien presente una vez llegues. Nuestro clan no existe, ha muerto, nadie sabrá de nosotros y tu serás la única superviviente del mismo. No jures lealtad a algo inexistente, busca tu camino y después decidirás si es conveniente recordar de nuevo a nuestra Bestialia u olvidarla para siempre.

En aquel momento, se mostraba disconforme y extraña al mismo tiempo con sus palabras. El estado actual de su clan y de toda Bestialia seguían siendo algo a tener en cuenta para ella, aun después de las palabras de la Felina. Pero en su cabeza, después de oír tal cosa, solo resonaba un nombre - Rose...? - el cuerpo de Ferzan en el mundo de los vivos, fue arrastrado por algo o alguien, acostándolo en el suelo sin más.
Si sigo viva, te lo hare saber. Puedes confiar en mí - nuevamente ignoraba a la Bestial, desapareciendo sin más en una estela suave y bella compuesta por nieve y escarcha.
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Ferzan había vuelto en sí, postrada en el frio suelo de mármol de la Iglesia. Boca abajo con la cabeza inclinada de lado, trato de recordar poco a poco el motivo por el cual se encontraba en este lugar, que terminó para mal de ella en un severo dolor de cabeza frio como el hielo. Gimoteó, colocándose de rodillas y clavando las garras en el suelo, su pelo se erizó mientras permanecía inmóvil hasta que el dolor terminó por desvanecerse.

Llevó una de sus manos al bolsillo de la túnica, el libro de Anmorph aun seguía ahí, intacto al parecer. A su alrededor no había nadie, excepto el cuerpo inconsciente de Erasmo en un banco y varios soldados fuera de aspecto similar a los que pudo encontrarse al llegar aquí. No había rastro de lobo Gris, de Anmorph o siquiera de Angus. Se incorporo hacia la puerta de entrada sentada en el suelo, con ambos brazos cubriendo su cuerpo tras la túnica, trataba de tranquilizarse y relajar la respiración, mientras se mentalizaba en silencio de que no había sufrido ninguna clase de abuso durante su... extraño desmayo, si se podía considerar así.

Sacó la bolsa de cecina seca que aun permanecía oculta en la túnica, examinando la nota que venía con ella. Sus otros miembros leales podrían haberla escrito pero Ferzan estaba segura de que se trataba de ella, de que la responsable de su inconsciencia en Bestialia y su futuro escape era obra de Rose. Pero porque ella lo haría? Por la guerra? O fue por algo más? Rápidamente evadió sus pensamientos pasajeros con tal de no volver a sufrir ese dolor gélido en su cabeza, el único frio al que ella no era inmune.

Se levantó lentamente acudiendo al banco de madera donde estaba Erasmo supuestamente inconsciente. De ser así, al sentarse a su lado apoyaría suavemente una mano en su hombro, su tacto tranquilo y apacible no debería sobresaltarle. Si no despertaba, apoyaría su cabeza en el hombro de la Bestial. Aunque fuera el responsable de la pérdida de memoria en Anmorph, no podía negar que había salvado la cordura del zorro frente a unos recuerdos a los cuales no estaba preparado psicológicamente, algo que le podría haber costado la vida, o gran parte de ella.

Desconectado.
Así me encontraba en aquel lugar después de una y otra vez repetir la historia de Anmorph. Ya no me encontraba cansado, había estado descansando bastante tiempo. Vivía una y otra vez la historia del zorro. A la 5ta vez que repitia todo comprendí que no podía cambiar los recuerdos. Solo podía revivirlos tal y como eran. Al querer cambiarlos para "mejorarlos" no hacía más que reiniciarlos nuevamente. Estuve así por un largo tiempo. Mis pulsaciones habían bajado a un ritmo extremadamente peligroso que me habían puesto al borde de la muerte. Tenía un aspecto pálido... no lo pude ver pero podía sentirlo. Como si mi cuerpo priorizara zonas más importantes para donde irrigar sangre. Se podría decir que estuve en una especie de trance. Donde tuve tiempo para conocer más a fondo a este curioso personaje.

Hay algo que siempre tuve en claro desde el primer momento que revivía estas memorias. Ese que estaba ahí y que sentía y sufría y gozaba de cierta felicidad, no era YO. No porque no pudiera empatizarme con el zorro. Es más creo que empatice más con él que con cualquier otro ser que haya conocido pero al tener en claro que ese no era yo... Yo podía forjar mi camino y no tratar de vivir y seguir tratando de llenar ese vació en los recuerdos. Ese que pasaría si en vez de esto...hiciera o hubiera hecho... Ya esta. Era una vida vivida a pleno que ahora solo eran recuerdos. Recuerdos que ahora almaceno.
Cuando despertara, sabía que tenía que seguir siendo yo mismo y no tratar de vivir una vida que no era mía.

-" Eiii...." Dije con una voz muy débil. -" A ti te conozco... Ferzan, no?" Sabía claramente que ese era su nombre. No solo la conocía por mis recuerdos sino también por los del zorro.
Mi voz iba recuperando su acento natural al igual que el color de todo mi cuerpo. Estire mis brazos al igual que mis piernas y mientras lo hacía le dije - "Gracias por despertarme, he pasado demasiado tiempo aquí dentro... tratando de cambiar... olvidalo" Hice una pausa reflexiva sabiendo que Ferzan no sabría bien del todo de lo que estaba hablando...
- " Te puedo ayudar en algo?" Dije para dejar hablar a la zorra mientras seguía sentado y percatandome de que todavía estaba en esa iglesia...
Que idiota fui. Como pude haber estado tanto tiempo en reposo... tratando de cambiar lo... inevitable...

Realmente no tenia gran cosa que hacer, mas allá de dejar al humano abandonado a su suerte y marchar hacia... donde? Recordaba que el zorro había perdido la memoria, o más bien se la habían arrebatado por las malas, todo con tal de salvarle la cordura al Bestial y tal vez incluso la vida. En uno de los anchos bolsillos de la túnica de la Bestial aun residía el libro de Anmorph, aquel vetusto artefacto que protegía tan ansiosamente. Tenía pensado guardarlo y no abrirlo, no hasta estar segura de hacerlo y para ello, necesitaría las respuestas que el zorro, ahora que no tiene memoria, no puede responder.

Solo había alguien que conocía su pasado, y ese alguien estaba apoyado en su hombro. Apenas había abierto el ojo, se estaba recobrando de la palidez en su cuerpo. La Kitsune asintió lanzando un vago sonido a su primera pregunta, en verdad no lo había despertado, simplemente le ofreció un regazo donde pudiera descansar mientras la zorra se ocupaba de sus auto-reflexiones internas. Pensó en su futuro en estos lares, en su relación con Bestialia o siquiera con Mille Seseau, cada vez estaba más esperanza o bien, mas falta de esperanza, en que se encontraba lejos de su territorio natal, lejos del clan y lejos de aquellos quienes considera su familia, muy lejos de todo aquello. Por el momento debía establecerse y adaptarse a la convivencia con estos seres, a su vez que tratara de conseguir pistas que le lleven de vuelta a su tierra, y más necesario aun, recuperar los lazos con Jormag donde quiera que este, pues sus poderes en este lugar se han visto enormemente mermados.

Miró al joven durante sus estiramientos alejándose un poco de él sin levantarse. Quizás no solo pudiera revelarle el pasado de Anmorph, también podría decirle a que gremio pertenece y así hacerse una idea de adonde marchar, aunque ya tenía una idea en mente. Sin entender nada de lo que dijo por consiguiente, permaneció callada rascándose la cabeza bajo la capucha hasta su siguiente pregunta, momento en que se levantó sin alterar su rostro serio - Si fuera el momento te pediría que me explicases todas y cada una de las cosas que has visto del zorro - dirigiéndose hacia el banco vecino hacia delante en dirección a la puerta, momento en que dejo el contacto visual con él, apoyando una mano en el mobiliario con total tranquilidad - No sé donde están los demás y tampoco se quienes son ellos - señaló a los soldados que rodeaban la entrada a la iglesia - Solo sé que están ahí, quietos. No gritan ni se alarman como el resto de humanos, deben de ser mas hombres de ese tal Lobo Gris, saben que estamos aquí y no nos han intentado echar.

Sentándose en el respaldo de aquel banco, su cola asomaba por debajo del vestido ondeando a una distancia cercana al suelo. Volvió a mirar a Erasmo - Si nos han dejado tirados aquí debe ser por una buena razón. Ni siquiera Lobo Gris se ha quedado a cuidarnos como prometió, habrán encontrado al causante de la sequia o puede ser él quien lo fuera... Pero si de verdad fuera él, esto estaría hecho añicos, si hubiesen peleado aquí... - su cabeza ya empezaba a divagar teorías mientras su mirada se iba perdiendo primero sobre su ropa y posteriormente sobre la ornamentación del lugar, calló un momento breve y miró hacia la puerta - Te llamabas Erasmo no? Voy afuera - incorporándose de súbito, de su vestido y pelaje emanaba una suave estela de aire gélido que se propagaba por su alrededor hasta desvanecerse a pocos metros de ella. El pelaje de sus manos se erizaba y de sus pies, algunas de sus pisadas producían diminutas acumulaciones de escarcha en el suelo. A paso rápido se acercaba a aquellos guardias - Quienes sois vosotros? - dijo con una voz prepotente y falta de confianza hacia aquellos sujetos, no mostraba cara de buenos amigos y tenía sus razones, por el tiempo que llevaban ahí fuera y por la condición inicial de la Bestial cuando despertó.

Un oficial se giró para poder mirar a la maga. La apariencia de esta llamó su atención, pero este no se inmutó siquiera un segundo, puesto que supuso que la forma de este ser era producto de una magia "Take Over" o simil.
Soldado.01:-Somos soldados del batallón de Lobo Gris.- respondió firmemente el oficial del ejercito :-El general fue solicitado para ir a la ciudad de Era, peor antes de irnos nos ordenó que cuidemos de todos ustedes. Ya dos se fueron con la mitad del regimiento que fue asignado a Magnolia hacia la alcaldía a ayudar.- dijo luego de haber tragado un poco de aire.

Escuche a Ferzan mientras me ponía a punto para erguirme sobre mis dos pies. Piernas. Recalcó esto porque mi primera intención fue apoyarme en mis cuatro patas pero haciendo un rápido chequeo me di cuenta que no tenía patas...
-"Quizas en otro momento, todo esto es muy nuevo para mi. Además, no creo que el antiguo dueño de estos recuerdos quiera compartirlos. Le han causado mucho dolor hasta quebrarlo física y psicológicamente como paso hace... ..." Hice un silencio repentino porque no tenía idea de cuanto tiempo había pasado desde que tomé los recuerdos tan preciados de Anmorph.

Seguí a la única compañera presente que veía. El aire era un poco más frío cerca de ella así que la seguí tomando distancia. Otra vez me percate de que ya todos se habían marchado... menos ellos. Los fieles soldados del Lobo Gris. Siempre quise saber si esa rectitud de los soldados se quebraba en algún momento. Si son capaces de violar alguna orden que les parezca inmoral o no les guste. La respuesta fue concisa e informativa sobre el paradero de su jefe y de algunos de los magos.

-"Gracias oficial por cuidar de nosotros." Dije con una sonrisa que no dejaba a ver si le tomaba el pelo o no. Había escuchado alguna vez que les inflaba el pecho a los soldados al ser nombrados por un cargo erróneo pero de mayor jerarquía. Usualmente llegan a tomarlo bien.

-"Mi camino me señala  que vaya con Ryuu y aquellos magos que me introducieron en toda esta aventura por un bien mayor e aprendizaje de mi magia... pero ya que me despertaste de ese sueño pesado... un pequeño desvío para ayudar en lo que pudiera a lo que necesites sería lo correcto y cabelloroso de mi parte. Solo devolviendo cortesía..." Dije a Ferzan.

Quienes son esos dos? Como eran? - realizó dos preguntas al soldado por la sencilla razón de que no conocería sus nombres. Esta vez había hablado más calmada, su cuerpo ya no expulsaba frio y su pelaje había vuelto a la normalidad. No se esperaba tal formalidad en la respuesta pero aun no estaba convencida.

Escucho de refilón a Erasmo pero le realizo un gesto de que luego lo atendería mejor.

El soldado miró algo desconcertado a la productora de la pregunta, puesto que, no conocía los nombres de las personas que se fueron, solo sabía que se habían ido.
Soldado.01:-Me disculpo, más no conozco los nombres de quienes abandonaron la iglesia.- se disculpó el Soldado :-Más os puedo contar como vestían. Uno de ellos, estaba cubierto por un sobre todo negro con una capa con el símbolo del gremio Old Tails, radicado en Crocus.- comentó el oficial del ejercito antes de tomar una pausa para buscar las palabras correctas y no hirientes :-El otro, era parecido a usted, solamente que vestía una túnica negra y su pelaje era negro también.- respondió al fin luego de no encontrar otras palabras.

Ferzan bajó la cabeza mientras el oficial hablaba, llevándose una mano a la cabeza. En su cabeza se iban formando las figuras de sus acompañantes, de sus vestimentas. Comparaba las descripciones que estaba escuchando con la apariencia de estos - "Ese debe ser Angus..." - pensó ante el primero, la segunda descripción le hizo abrir los ojos más de la cuenta - ¡Anmorph! - exclamo en su cabeza - Dices que marcharon a Magnolia? Está bien, gracias - le respondió enérgica volviendo con Erasmo.

... Entonces ayúdame a encontrarlos - dijo tras que su compañero terminara de hablar, ladeando la cabeza al frente en una leve seña con tal de indicarle que empezaran a caminar a Magnolia, a paso rápido. Lo miró por un momento en silencio, asimilando lo que acababa de decir el. Antes le había preguntado a que gremio pertenecía, por lo que dijo no parecía pertenecer a ninguno, eran como dos almas solitarias buscando un hueco junto a otros donde sentirse seguros de sí mismos. Ella también buscaba lo mismo que el pero no con Ryuu... recordaba quien era Ryuu, recordaba perfectamente la forma en que se mostró ante los demás en aquel riachuelo donde Ferzan había sufrido la herida en el brazo. Fue en ese momento cuando supo en que consistía la magia de transformación, pues en el gremio de Tempest su forma era humana, como cualquiera que hubiese visto antes de llegar aquí.

Entonces, fue cuando la mujer zorro pensó... me conviene seguir los pasos de alguien como él? No parece mala persona, pero su inocencia y falta de liderazgo las captó al instante en el individuo, al menos es así como ella ve a Ryuu.

Quieres ir entonces a... Crossfire? - así recordaba el nombre del gremio - Yo, bueno... vengo de un gremio denominado "Mille Seseau", así es como se hacía llamar - dijo no muy segura de si aquello a lo que llamaba "hogar" seguía aun en pie - No sé que será de ese lugar a día de hoy, no se con quienes me debo aliar exactamente, a que debería llamar hogar aparte de a la naturaleza en sí misma - hizo referencia al tiempo que llevaba viviendo fuera a la intemperie como una nómada, valiéndose de la madre tierra - Si tuviese que aliarme a un gremio...

Volvió a callarse unos segundos, analizando lo que iba a decir. Aunque no fuese el momento ni el lugar, quería hacerse una idea segura de que sitio escoger, o que plan seguir a partir de aquí. Miró al frente, estaban ya cerca de lo que sería Magnolia centro - No me malinterpretes, pero no conozco a Ryuu lo suficiente. Puede ser una persona maravillosa pero mi primera impresión hacia el no ha sido la adecuada para un líder de gremio, quizás me este equivocando, pero así es como yo lo veo - su voz sonaba dura, seria, aun se mostraba algo insegura de lo que estaba diciendo por miedo a que no fuera verdad, a como se tomaría un humano una ofrenda en contra hacia otro humano. En su siguiente frase, cogió aire y lo expulso, sin dejar de caminar a paso ligero junto a Erasmo. Esperaba no arrepentirse de aquello que iba a decir - Mi sitio no está en Crossfire, Erasmo... esta en Tempest, esta con Zafeti. Así es como lo veo - volvió a mirarle, esbozando una sonrisita en un atisbo de seguridad momentánea. Tras unos segundos dijo - No deben de estar lejos, supongo... Vamos - agilizando el ritmo hasta echar a correr, con la antelación suficiente para no pillarlo por sorpresa.
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Sus pasos se adentraban dentro del bullicio de la capital, miraba hacia atrás y a los lados continuamente para no perder a su compañero de vista. No se había olvidado de colocarse la capucha y tratar de cubrirse otras partes lo mas que pudo con tal de no asustar mas a la muchedumbre. Siguió las indicaciones que recordaba de Leather, no tardó en encontrarlo - ¡Angus! - le llamó la atención en la distancia, ya no portaba la capa que el oficial declaró en su descripción, algo que le resultó extraño - Y Anmorph? Donde están los demás?

-"Te sigo..." Dije levantando mi brazo en dirección a la que ya, a paso ligero, tomaba Ferzan.

-"Todos los bestiales viven preocupados?... Pregunte retóricamente... -"Como tu lo haz dicho, la naturaleza nos ayuda siempre. Nos guía indirectamente hacía nuestro camino si sabemos escucharla, comprenderla... No te preocupes por que gremio elegirás o no. Yo aún no estoy en ningúno y creo que como tú antes de elegir un gremio deberíamos hallar a las personas de esos gremios...jaja..." Me reí levemente cortando con tanta filosofía barata pero en la que firmemente creo...

Seguimos caminando a paso ligero... sinceramente, Yo hubiera tomado el mismo camino que ella pero iría más despacio... se sentía raro todavía volver a caminar después de tanto tiempo. Sentía ese apuro en Ferzan por encontrar a Anmorph o al menos alguien que a ella le diera seguridad.

Ironía grande del destino era que en este momento, yo era más Anmorph que el mismo Anmorph. Quizás no tenía su apariencia, ni se me cruzaba por la cabeza actuar mi vida como él, pero sabía todo sobre aquel zorro. Relacionaba un poco la soledad que sentía Ferzan con la del mismo zorro. Eran sentimientos que el ya había vivido al encontrarse solo en este mundo. Me pregunte internamente si yo también estaría dispuesto a cambiar de dimensión, universo o lo que sea para seguir aquello que el corazón me dicte que siga...

Escuche en silencio mientras recorríamos el camino sin acotar ningún comentario. Luego de un tiempo con una sonrisa también agregué: -"JA, si desde un principio sabías a que gremio ir porque dudabas tanto. Haz lo que de verdad te guste... Pobre Ryuu, voy a decir que hablabas mal a sus espaldas." Dije sarcásticamente a Ferzan. No sabía si iba a entender el sarcasmo de aquella última frase pero ya lo había dicho y no me importaba mucho.

Para sorpresa mía, hayamos a Angus entre toda esa multitud. Debo decir que su aspecto no me causaba miedo sino más bien mucha curiosidad. Saludé con un movimiento de cabeza y una pequeña sonrisa mientras dejaba que Ferzan hable.

Me quede por unos segundos observando la cara de Angus. Escuchaba lo que decía pero no le estaba prestando mucha atención... No me parecía que su cara sea descrita como deforme... Mientras vagaba en mis  pensamientos LeatherFace retruco con una pregunta directa.

-"Creo que también le debo una explicación al zorro y aquí la dama presente creo que le urge más ver a Anmorph que otra cosa en este momento." Respondí a Angus.

-"Ya he descansado mucho tiempo y gracias a Ferzan he despertado. Si no te molesta, iremos contigo."

No debe ser fácil renacer por 2da vez en un mundo que no es tuyo pero esta vez a una edad mas avanzada y sin recuerdos... Pero aún así, Lo hicimos por su bien. De cualquier otro modo, Tendríamos que haberlo matado o se habría suicidado... Fuimos misericordiosos con él. No fue fácil. No es fácil.

-"Que mejor que un zorro buscando a otro zorro?... Dos zorros... jaja" Reí señalando con mi dedo indice de la mano derecha a mi cabeza recordandole a Angus que tenía sus memorias insinuando que podríamos saber donde podría estar al pensar como él...

Por otro lado, una parte de mí, sentía curiosidad por aquel juicio a los magos poderosos y amistosos que había conocido. No me preocupaban mucho, sabía que si querían, podían matarnos a todos... A TODOS y solo muy pocos podrían hacerle frente, al menos por algunos segundos... Al llegar a un nivel de magia tan poderoso, creo que no hay ley ni reino que pueda resistir...

Realmente no tenia mucho que decir. Se había parado a pensar en donde podría estar su camarada recién conocido, a pesar de que Magnolia es grande, la naturaleza que lo envuelve en sus afueras lo es todavía mas, puede estar en cualquier parte a la redonda o incluso aun en la propia ciudad, agazapado entre las sombras. Ella no estaba herida, no necesitaba un descanso, menos aun después de... dios sabe cuánto, llevaría inconsciente en la Iglesia. No sabía nada de los guardias, ni porque no les siguieron. Ferzan ladeó la cabeza con el puño en la mandíbula, pensativa, y así estuvo.

Agradeció en silencio que Erasmo respondiera por ella, aunque desconociese que es una "dama". Menos aun supo encontrar el significado de su horrible chiste. Asintió levemente con la cabeza, caminando con ellos dos hacia aquel lago del que Angus hablaba, sin estar demasiado segura de encontrarlo.

Ferzan. Creo que lo mejor sería que Anmorph no vea ese libro, ni ahora y, si me lo dices, preferiría que nunca. Has visto como sufrió allí en el templo al pensar que desataría su poder. Si piensas en eso, prométeme que no le mostraras todo el libro o, déjalo en mi custodia.

Asiente con la cabeza - Lo menos que puedo hacer es mostrárselo para que los hechos vuelvan a repetirse. Yo lo guardare, aunque Erasmo quizás pueda entenderlo por la memoria de Anmorph, es mi deber como Bestial natal que lo guarde.
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Off: Salgo del hilo.