Misión de Robo.

Mi respiración comenzó a agitarse y luego, mis piernas comenzaron a fallar haciendo que me cayera sobre estas. Tome mi garganta, tratando de palpar la causa que me estuviera ahogando pero mis intentos fueron inútiles. Levantando levemente mi mirada pude ver que los demás, aquel de pelaje negro y el gato también sufrían de lo mismo y, cuando observe a aquel que ahora era mi maestro lo vi allí, parado y hablando sobre la oscuridad como si nada. Desde sus brazos, piernas y espaldas ondas y ondas de oscuridad y sombras emanaban sin parar, tapando la luz del sol y cubriendo todo en sombras, sin dudas, era muy fuerte. No hablaba sin fundamentos cuando nos ofreció hacernos más fuertes.
Luego de unos instantes, un poco antes de que perdiera la conciencia, la atmósfera se tranquilizo y pude respirar normalmente, dando bocanadas desesperadas, llene mis pulmones y me levanté, mirando de reojo a aquel ser que surgió de las mismas tinieblas.
-Con que eso son... Bueno, otro pedido de captura más para la colección.- dije mientras soltaba una risita irónica y me estiraba para relajar los músculos que había exigido tanto.

Off-rol: lo que dices narra es obvio... Por otro lado, yo ni siquiera habia posteado luego de esa descarga de energía de Master, así que no sé porqué me incluiste en eso XD

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El exceed volaba a toda velocidad, con la joya como su objetivo. Tanto él como el zorro iban eran muy veloces, y por eso nada aseguraba la voctoria de uno o el otro.

Entonces, repentinamente, una ola de poder mágico oscuro emanó violentamente del tipo de las sombras. Tal era la intensidad de ese poder que el felino empezó a sentir el pecho oprimido, el aire faltándole. Debido a ésto, cayó en picado, colisionando con el zorro, quien también se veía afectado por tan grande y potente magia.

-Je, al menos... Así no podrás... Ganarme, Foxy... Jejeje- murmuraba entre fatigosas bocanadas de aire.

-Ey, Sombras... ¿Podrías... Parar de una vez? Entiendo... Que quieras molestar a éste... Pero ten cuidado con los demás... Al menos...-

Tras una corta risa, el gato se levantó del suelo con dificultad, para luego caer con una rodilla en el suelo, quedando así en una posición de reverencia. Por casualidad, parecía estar realizando una reverencia al tipo de las sombras.

Al darse cuenta de esto, el felino rió con ganas:
-Guarda bien esta imagen en tu memoria... Porque no volverás a ver tal escena nunca más... Tarde o temprano, lograré que tú y muchos más se postren ante mí...

El liberar aquella presion magic habia servido para despejarme e imponerme sobre aquellos que serian mis subordinados.
-Como tu digas, Exceed.- le dije a respuesta a su afirmacion, aunque dentro mio sabia que lo veria muchs veces mas asi -Procura tomara aquella joya, la que custodiaban. Este pequeño papel- mencione mientras levantaba una hoja que encontre tirada en el campo -Que esa joya tiene que ser entregada. No me interesa que sera exactamente, pero de seguro habra mucha pasta involucrada.- ordene al gato.

-Como quieras... Pero que conste que ya había decidido tomarla antes que vos lo dijeras. Ahh, y otra cosa... Si yo la tomo, la pasta es mía XD- mencionó el felino, mientras se acercaba nuevamebte a la constucción: primero, lentamente, a duras penas; pero luego fue ganando velocidad al recuperarse de la reciente conmoción.

Finalmente, sostuvo en alto la joya, admirándola unos instantes, y luego la guardó.
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Off rol: no encontre ninguna descripcion de la joya para enriquecer el texto...

Off Rol:
Zakh, vuestro rol queda anulado, hay que respetar los turnos. Puedes ponerlo luego de que posteen TheClown y MasterofDreams, pero posinlemente ya no te sirva.

Mientras me alejaba, sentí la onda energética del humano de Sombras. Mi cuerpo reaccionó ante la presión energética, sintiendo un poco de opresión en el pecho y un poco de debilidad. Sin embargo, había sentido peores esencias, y justo cuando iba a controlar la sensación, el gato me cae encima, aparentando que caía de bruces. Gruñí molesto y aparté al gato con la zarpa, escuché que el gato se mofaba sobre el que “no ganaría para obtener la joya”. Bufé molesto mientras de un salto me reincorporaba y me sacudía el polvo de mi túnica.

-No estoy compitiendo gato, -gruñí, para luego mirar de reojo al tipo sombrío. Una mueca de sonrisa apareció en mis labios y me reí, nuevamente, algo realmente insignificante a lo que estoy acostumbrado.- ¡En mi mundo, lo que haces es para cachorros recién nacidos! Sólo un débil haría tales actos de “presunción” para “demostrar su poder”.-grité, mi sonrisa y mis ojos brillando.- Hay dragones diez mil veces más poderosos que esa mirruña de poder, y tú, ni a los talones me llegáis. Mira, que tienes razón, no soy de aquí, vengo de otro mundo donde hasta los cachorros… No… ¡INCLUSO LAS PLANTAS USAN MAGIA! ¡A ningún bestial ni feral se nos enseña a usar la energía, nosotros por nacimiento lo hacemos! Tanto es mi poder que soy el primero en cruzar mundos, ahorita estoy desgastado por el viaje. Presume cuando puedas vencer a los demonios de vuestra alma.

Me di la vuelta, mi capa ondeando con el aire y salí corriendo de nuevo a la habitación, antes de que el gato siquiera pudiera recuperarse,  y entré en el cuarto de la criatura previa, cerrando la pesada puerta detrás de mí. Dando unos pasos hacia atrás, junté mis manos enfrente de mi hocico, inhalé profundo, concentrando ésa energía oscura en mis labios, y soplé una ráfaga de ése fuego oscuro, soldando las puertas entre sí, quedándome ciertamente adentro, pero impediría por el momento que el tipo de sombras, y el gato entrarán. Entonces recordé al tipo de las cartas, y una corazonada surgió en mí, así que soplé ése mismo fuego en las orillas, obstruyendo cualquier posible paso de las cartas de Ban. Una vez concluido, me dispuse a checar la habitación con cuidado, buscando posibles salidas, (y entradas), así como para buscar la joya que el ser extraño había declarado fuese tan importante.

No me importaba el dinero, aún poseía oro en mi bolsillo, así que, si ésa joya podía darme pistas, podría usarla de chantaje para conseguirlas. Pero lo primero era obtenerla. Olfateé el sitio, analizando todo lo que estaba allí, analizando el olor para darme una idea de qué pudiera ser lo que se refería el señor de armadura

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Off-Rol:

Tlapipitsa: Técnica de oscura que le permite utilizar la Ira y la venganza para crear una especie de fuego de color negro a través de sus fauces. Es capaz de quemar al oponente.
COSTO: 20

Observé al de pelaje negro. No entendía bien sus palabras. Me enojaban, pensando ser más fuerte cuando en realidad no es capaz de absolutamente nada. Deje que terminara de hablar para que mi odio pudiera controlarme, quería lastimarlo, quería verlo sufrir y lo quería hacer ahora.
Cuando termino de hablar deje que entrara dentro del edificio y, antes de colocarme en posición para correr, deje que la locura me consumiera y que detonara en una gran risa.
-Oye tu, "Maestro", no me interesa si te sientes afectado por sus palabras, pero él es mio.- dije en el instante después de largar la carrera.
La adrenalina volvía a mi sistema circulatorio, mis extremidades de movían solas y mi sonrisa se desencajaba a la par que mis ojos se abrían de par en par. Llegué realmente rápido a la estructura pero al intentar mover la puerta descubro que se encontraba fundida con el marco, lo que la imposibilitaba abrirse.
-No eres más que un cobarde. Hablas de poder pero te encierras. El "cachorro" como dijiste antes, eres tu. Creyéndote más fuerte que cualquiera, creyendo que eres mejor. Entiende esto: NO ERES MEJOR QUE NADIE. No me interesa quien fuiste o eras en tu planeta o dimensión o lo que rayos fuera, aquí, no eres más que una mosca.- grité detrás de la puerta mientras le servía algunos golpes y patadas a la puerta tratando de que mi ira se disipara.
En eso, fijando mi mirada hacía arriba, se encontraba un vitro con forma de una flor roja. Mordiéndome los labios hasta que estos sangraran por controlarme, lo señalé y luego mire al gato. Él podía volar, él podía entrar cómodamente allí y él podría salir sin problemas de allí dentro una vez tenga la joya.

-No estoy compitiendo, gato- respondió un tanto molesto el zorro.
-Dos individuos dirigiéndose al mismo objetivo, al mismo tiempo, uno frente a otro... Sólo pueden estar compitiendo, o cooperando. Y... Seamos sinceros, no sos ni por asomo el tipo de persona que cooperaría con alguien que apenas conoce, para obtener una joya misteriosa... Jajajajaja- replicó el exceed, divertido ante la irritación del otro.

El zorro se alejó con rapidez, pese al impacto del la onda mágica del tipo de sombras. El felino no hizo intento alguno de seguirlo, ya que creía que si el zorro pensaba haber ganado... Entonces lo irritaría aún más al darse cuebta de cuán equivocado estaba.

Ban, el payaso y nuevo compañero de Zakh, siguió al zorro con fiera rabia en su mirada. Al llegar a la puerta que el zorro había cerrado y comprobar que no podría abrirla, comenzó a golpearla salvajemente. Cuando finalmente se calmó, señaló una ventana, que el gato ya había estado estudiando previamente.

Zakh levantó vuelo, clavando las katanas fuertemente en la pared (a medio camino de su ascenso) para que Ban las aprovechara para subir y entrar también por la ventana.

-Usalas como si fuera un escalón, y no te preocupes por devolverlas. Para empezar ni siquiera eran mías...

Escuche las palabras de aquel guerrero oscuro, pero no dije nada, se sentía su miedo en el aire, miedo a este nuevo mundo, miedo a lo que hay detrás del horizonte y por sobre todo, miedo a mi. Aquel aroma estaba tan impregnado en él que hasta daba asco. Sonreí al escuchar y al ver a The Clown, parecía ser una fiera luchando, lo que lo volvía impredecible Escogiste bien pensé mientras observaba que el gato, el otro que se nos uniría le fabricaba una escalera JA, que desgraciado... Quiere que ese animal sea cortado por el payaso pensé mientras una risa siniestra se dibujaba en mi rostro.
-Tengo que moverme rápido. No puedo permitir que se vaya con la joya.- dije al momento de fundirme entre las sombras y salir dentro del receptaculo donde estaba el oscuro antropomorfo y la joya.
Al verla, la tome y luego de colocarla en mi bolsillo mire al que rechazo mi oferta.
-Si no quieres unirte a mi, hasta un niño te derrotará. Eres orgulloso, y no veo problema en ello. ¿Y si apuestas tu orgullo en una batalla? Si ganas, te entrego la joya. Si pierdes, te unes a mi y me llamas "Mi señor".- le comenté mientras los lentes que había diseñado para que se pusieran solos se activaran y me cubrieran los ojos.
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Off Rol:
-Traspaso Oscuro: Rayns puede fundirse total o parcialmente por las sombras, siendo así que puede moverse a un radio de 20 metros alrededor de él. El gasto para traspasar una parte de su cuerpo, es de 10, en cambio, si todo su cuerpo se funde en las sombras, el gasto es de 20. Puede permanecer hasta 2 turnos así y si decide estar un turno más, le costaría 10 puntos.

Offrol: Un momento por favor, que al menos Narrador describa el lugar.

Por eso no he tomado la joya, porque no hay descripción de dónde está, o como es el sitio.

Off-rol: Bueno, ya hablé con Narrador, que siga el juego.
Narra, te dejo con lo del cofre a tu decisión :3.
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No me sorprendí cuando el humano oscuro apareció en la escena, tomándo antes que yo la joya. Me volteé y lo observé tranquilamente.

-Si no quieres unirte a mi, hasta un niño te derrotará. Eres orgulloso, y no veo problema en ello. ¿Y si apuestas tu orgullo en una batalla? Si ganas, te entrego la joya. Si pierdes, te unes a mi y me llamas "Mi señor".- dijo de forma presuntuosa. Se olía su poder, sería difícil ganarle en mi estado actual.

-¡Je!, Los humanos tan patéticos. Apostando el honor como si fuera algo tan fácil. –desenvainé mi muramasa y preparé mi bastón elemental. Tenía dos objetivos, quitarle la joya robada y salir de aquí.- ¡Dile a tus perritos que se alejen!

No había usado antes sólo mi poder físico, sentía que mi propia Oscuridad no haría nada, así que me tuve que preparar mentalmente. Inhalé profundo y me puse a la defensiva. Mi mirada desafiante, mi corazón latiendo. Estaba algo agotado por la pelea, pero el gato había hecho bien en reponer fuerzas. Sería la Oscuridad de Bestialia versus la Oscuridad humana.

-¡NI MUERTO LE DIRE A UN MONO SIN PELO SER MI ALFA!-grité y me abalancé, pretendiendo un ataque directo a la cara con el bastón. Supuse lo que haría, así que en el momento más oportuno, me deslicé por debajo de éste y lancé un mordisco con fuerza a la parte noble del humano, en un intento de hacerle aunque sea un poco de daño. Sonriente, aproveché la distracción para inhalar y soltar una bocanada de ése fuego negro que empezó a incinerar el sitio. Las llamas me acariciaban el pelaje sin hacerme daño, aún respetaban a su amo. Así que me dirigí al extremo del cuarto, había visto allí una ventana más allí al momento de inspeccionar el lugar.

Estaba en camino, cuando un aroma me llamó la atención. Era la misma que del tipo último que peleamos, combinadas con la de otras personas. Provenía de un cofre oculto detrás de un estante, al cual aún no había llegado mi fuego. Me acerqué rápidamente y lo tomé, no era pesado, ¡Incluso podría ser que fuera la joya! Si era así, podría que la que el tipo Oscuro tomó no fuera la verdadera.

No me seguí con miramientos, noté que debajo del cofre había un pasadizo de metal, una puerta de la que se olían olores asquerosos. Tomé un objeto del suelo, y lo lancé contra la ventana, produciendo mucho ruido mientras el cristal se rompía, y al mismo tiempo, me deslicé rápidamente por la trampilla, una vez dentro de la cañería, soplé fuego para soldar la puerta detrás de mí y me fui corriendo, siguiendo la cañería. Al final, del pasadizo, encontré una abertura al exterior, que daba a un risco, y de éste al bosque. Me lancé, cayendo hacia el río. Nadé un rato para alejarme más y me escondí en el bosque, tome un respiro y golpeé un árbol, molesto por lo que ha pasado.

No podía detenerme aún, así que, escarbé debajo de las raíces de un árbol grueso y me escondí debajo de éste, sería difícil seguirme el rastro, así que podía dormitar un poco y reponer mis fuerzas gastadas.

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Anmorph sale.
Narra, espero tu resolución en cuanto a HP/PP y lo demás.

El calor de las lenguas oscuras hicieron que el lugar comenzara a arder con facilidad, paredes rebestidas de madera y finas cortinas de seda fueron alimento de aquel fuego voraz.
Increíblemente, aquel zorro humanoide, pudo escapar con vida de aquel recinto y, pudo evadir al poderoso mago que se había colocado en su camino.
El codiciado baul que se había tomado, no poseía más que un valioso libro para Jourgios: "El libro sobre Etherland y Edoras".
En este libro comentaban como se pudo viajr entre ambas dimensiones y, las historias de ambas. Jourgios era amante de la lectura y, quería entender como fue posible el viaje interdimensional/interplanetal.

Estaba por subir por las espadas que el gato me había facilitado pero, cuando pise la primera, una detonación de vidrios hizo que me cubriera la cabeza y que me arrojara lejos del lugar para que, luego de haber rodado, me pusiera en guardia para ver que llamas negras emanaban desde adentro.
-¿Pero que rayos sucedió allí dentro?- grité mientras veía que una intensa columna de humo emergía de la construcción -Aléjate gato, eso parece ser fuego. Si te acercas demasiado te sofocarás.- advertí a mi compañero.

El fuego negro que emanó aquel animal hizo que el lugar comenzara a arder con violencia. Las paredes, las cuales estaban revestidas de madera y, algunas finas cortinas de seda que adornaban paredes y ventanas por igual, fueron el alimento principal de las negras llamas.
El fuerte olor a humo del lugar, el viejo olor de páginas siendo consumidas por el fuego y el de la ceniza arder acaparó mi atención haciendo que perdiera el rastro de aquel que se había rehusado a mi generosa oferta de poder.
-Lastima para ti, nos volveremos a encontrar y, cuando eso pase. No podrás escapar.- dije antes de acariciar las lenguas de "fuego", las cuales no me quemaron.
La sorpresa se apoderó de mi rostro, no era fuego, sino que era oscuridad con propiedades idénticas la fuego. Sonreí de lado antes de consumir todo de una vez. Al terminar, me dirigí hacia la puerta y de un golpe de mi puño cerrado, la derribe.
-Nos tenemos que ir de aquí. No pasará mucho tiempo para que todo este rodeado de soldados. Ustedes tienen que recobrar sus fuerzas y tenemos que esperar a la noche para entregar la joya.- les comenté a ambos antes de mirar al gato -¿Donde quieres vuestra marca?- pregunté sin rodeos.

Las llamas, en unos instantes, se apagaron y, la puerta que yo no pude abrir, salió volando para dejar ver la figura de aquel que era ahora mi maestro.
-¿Qué fue eso?- pregunté algo enojado, me había movido un poco más rápido y ahora mismo, estaría completamente quemado.
Luego, aquel sujeto nos comentó que teníamos que movernos del lugar por que pronto se iba a llenar de soldados que, seguramente nos atacarán sin mediar palabra.
-A todo esto... ¿Cual es tu nombre? Ya te dí el mio.- refunfuñe mientras comenzaba a caminar.

El cielo se oscureció, dejando al sol escondido en el horizonte. Una extensa manta negra repleta de estrellas es extendió por el firmamento y la luna salió a bailar sobre esta.
Oak se había tornado roja, sus calles, iluminadas por antorchas encendidas, le daban a la ciudad un brillo terrorífico.
El ejercito, que había "limpiado" la ciudad de los presos que habían escapado, ahora estaban dirigiéndose al monte, donde se les alertó la presencia de peligrosos maleantes.

Una sonrisa se dibujó ne mi rostro al ver que la noche cubría con su manto toda la región. Era en esas horas cuando más confiado de mi poder estaba. Todo iba según lo había pensado en un principio, excepto, claro, la parte en la que uno de ellos se negaba a unir sus fuerzas conmigo. No me preocupaba ya que aquellos que se me unieron, tenían un mayor potencial que el que aquel parecía poder llegar a desplegar.
-Es tiempo de irnos, como ya os dije. Vayamos por el bosque. La luna, los árboles y sus sombras cubrirán nuestra retirada.- dije mientras comenzaba a guiar a mis colegas hacía el bosque.

Mire como las calles de la ciudad se teñían de aquel rojo característico de las llamas, tantos recuerdos venían a mi mente que una risa se dibujo en mi rostro esperando que la adrenalina comenzara a recorrer mi cuerpo.
Escuche lo que aquel que era ahora mi maestro, el cual aún no me había dicho su nombre, y lo seguí por el bosque.
-Oye tu, aún no respondiste mi pregunta. ¿Como te llamas?- reproché de nuevo mientras corríamos por el bosque.

A los pocos minutos de que los tres magos abandonaran el lugar, el ejercito de la runa arribo al lugar, blandiendo lanzas y antorchas para iluminar el lugar.
Capitán:-No puede ser... Avisar a los demás batallones que esten alerta, él a regresado.- comentó con algo de impaciencia el Capitán al mando, quien portaba un aparato que estaba succionando la esencia mágica diseminada por el lugar para analizarla y lanzar la imagen de a quien pertenecía y, en una pequeña imagen aparecía una frase que decía:
Capitán:-Aquel que hacía desaparecer ciudades enteras retornó. Hay que estar preparados.- soltó mientras observaba algo paranoico los alrededores :-RETIRADA.- grito mientras se escabullía entre sus hombres.

Corrimos bastantes kilometros cubiertos por el manto de la noche hasta que encontramos una pequeña cabaña en la que, seguramente, en el pasado, sirvió de hogar a algún leñador pero que ahora no era más que un sucucho abandonado.
-Usemos este recinto para descansar y seguir en el día de mañana... El día del intercambio se acerca.- comenté con mis acompañantes mientras ingresaba a la precaria cabaña.
Una vez dentro, comencé a calcular las escenas futuras, posibles traiciones a la hora del intercambio, posibles trampas.
-Tendremos diversión, mucha diversión.- dije con una expresión dura.

Seguí a mi "jefe" por el bosque hasta que llegamos a una vieja cabaña la cual él vio útil para descansar.
No presenté queja ya que en realidad me encontraba bastante cansado, aquella batalla fue realmente agotadora.
-Esta bien, descansaremos, pero... Tendrás que cumplir tu promesa de hacernos más fuertes, de lo contrario, puede que algún día no despiertes de tus sueños.- amenacé mientras me recostaba en un rincón luego de limpiarle las telarañas que poseían -Gato, hace mucho que no hablas... ¿Qué eres exactamente? Antes eras una enorme... Cosa y ahora eres un pequeño gato.- le pregunte a mi nuevo "compañero".

Ya había amanecido y, junto a los primeros rayos de sol ya me había levantado, al contrario que las sombras que se desvanecían, yo me hacía paso entra los rayos de sol que ingresaban por una ventana de la misma cabaña.
Me acerqué hacia esta y mire el horizonte y sonreí para mis adentros.
-Arriba mis compañeros... Tenemos que ponernos en marcha... Esta noche es, nuestra GRAN noche.- les comenté mientras apartaba la puerta de la cabaña que nos había acogido.

Off:
Y del cielo caerán piedras de fuego... Corran a los refugios.
On:
Me desperté poco antes del amanecer y pude observar como nuestro maestro, se levantó y comenzó a caminar por la cabaña. Estaba vigilandolo con recelo puesto, quería con fervor que cumpliera su palabra.
-¿Tan importante lo es?- pregunté mientras me levantaba y me estiraba para tensar mis músculos -¿Cuando comenzarás a hacernos más fuertes? Antes, utilizaste magia muy poderosa... ¿De donde la aprendiste?- consulté algo interesado.

El felino decidió seguir a sus nuevos compañeros en silencio. Después de un tiempo, Ban le preguntó la razón por la que se mantenía callado. Zakh respondió... con más silencio.

Llegaron a una cabaña bastante arruinada donde descansaron por la noche. El exceed no durmió; viejas costumbres no se olvidan fácilmente, y el temor a un ataque mientras dormía estaba muy arraigado en su ser. Después de todo, la vida de un traidor a la patria no es precisamente tranquila.

Ante la indicación del nuevo maestro, Zakh Liger se puso de pie, pero no avanzó aún.

-Pido disculpas si no respondí a preguntas de ayer, pero me encontraba pensando en algunas cosas... Vos sos el criminal Reyns ¿no? Te buscan vivo o muerto, si no me equivoco... No me importa lo que hayas hecho, simplemente haceme más fuerte... Nuestra relación no pasará de una de simples... socios, quizá alumno y maestro, pero no esperes que ponga las patas en el fuego por vos. En cuanto a la marca del gremio, quisiera tenerla en la espalda, cerca del omóplato derecho. Y Ban... respecto a tu pregunta, soy un Exceed, o un gato alado si así preferís llamarme... Puedo variar mi tamaño, lo que me permite ganar más poder en batalla, o infiltrarme y pasar desapercibido...-

De repente, el pequeño minino comenzó a hablar, explicando que no era más que un exceed con la capacidad de cambiar su constitución.
-Exactamente. Mi nombre es Reyns y, a mi forma de ver las cosas, no soy un criminal... No tengo la culpa de que esas ciudades que estaba en mi camino, estuvieran atestadas de débiles.- le expliqué al gato que decía que nuestra relación solamente sera de "Maestro-Alumno" -Sinceramente, si me das a elegir, no me interesa que tipo de relación te plantees tu. Yo cumpliré con mi parte del trato, pero ustedes tendrán que ir haciendo cosas que yo les diré para que su crecimiento se cumpla.- comenté mientras alejaba mi vista de ellos y la colocaba en el horizonte -Tenemos que movernos, necesitamos entregar esta joya si queremos la recompensa.- mencioné mientras la marca de sombras se formaba detrás del gato para después marcarlo -Y necesitamos la recompensa para poder comenzar con sus entrenamientos...- expliqué antes de que hicieran alguna pregunta que, seguramente iba a ser innecesaria.
Sin esperar demasiado, comencé a correr hacia el norte de Oak, al frondoso bosque que allí había, esperando con ansias que la noche llegara así poder hacer el intercambio.