Misión de Robo.

Off Rol:
Estoy esperando respuesta de la administración para el asunto de vuestra quest

Off Rol:
Con la respuesta ya obtenida me propongo a postear.
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On Rol:
El coloso, la quimera hecha por dos guardianes no podía entender lo que había pasado. Su movimiento en vez de haber servido para desbaratar y poder acabar con gracia a sus rivales fue perfectamente usado para derrotarlo a él, no entendía como no vio esa posibilidad de perder si hacía tal cosa.
Quimera.Guardián:-Arrrhgghghhhgt.- gritaba el gigante mientras la lanza se le enterraba más y mas en el dorso de su corazón gracias a su propio peso vencido :-De...bo...curar...mERHFT.- pronunció en el momento que estaba por usar el único anillo que poseía en su mano derecha, pero la fuerza de su cuerpo se había ido y éste se le había escapado de las manos :-Ma...ción...No...edo...FALLAR.- dijo al momento que el brillo de sus ojos parecía escaparse :-Qupffst...pateti...co.- dijo levantando su brazo a los cielos y el último suspiro salía de su cuerpo para mezclarse con la brisa de un nuevo día.
Su brazo cayó sobre un pequeño cuarto que estaba allí, en él, se podían observar colgadas en la pared, varias brillantes espadas que parecían que podían cortarte con solo mirarlas fijamente, lanzas doradas con hojas de doble filo en una de sus puntas y grandes escudos que reflejaban todo el lugar.
A lo lejos, una pesada puerta se comenzaba a abrir y, desde adentro una luz blanca, pura y mucho más brillante que el sol mismo, dejaba ver la figura de un guerrero de unos dos metros de alto, vestido con una enorme armadura dorada sin casco, armado con dos voluminosos mazos que se acercaba a paso tranquilo hacia donde los intrusos estaban.
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Off Rol:
El anillo tiene 3 esferas de recuperación.
Dos de ellas tienen dibujada la cruz Egipcia y la última con el dibujo de una hoja de árbol.
Escojan bien cual usaran y solo les recomiendo que no sean mezquinos que se acerca lo peor.

off-rol:

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El ataque del felino había funcionado de maravillas, sorprendiendo al coloso, e incluso al exceed.
Sin embargo, la sensación de triunfo no duró mucho: Una silueta, protegida por una armadura dorada y armada con dos mazos pesados apareció en una puerta abierta recientemente.

Zakh se encontraba casi sin magia, y con la armadura que poseía aquél guerrero de dos metros de alto, sus garras no serían de ninguna ayuda. Por fortuna, la caída del coloso destruyó parte de una habitación, mostrando una gran colección de armas en ella. Sin perder tiempo, el felino voló hacia allí: escogió dos espadas de un impresionante filo para ayudarlo en su próxima batalla. Realmente lamentaba no poder vestir la armadura del coloso para protegerse, pero los escudos no eran de su agrado y por eso prefirió usar espadas dobles.

-¡Ey, Foxy! Ven aquí, puedes usar estas armas si quieres.- Mientras le hablaba al zorro, vio un anillo que había dejado caer el gigante. -Mi precioso, mi precioso... Espero que me permita volverme invisible; eso estaría genial- dijo, mientras se ponía el anillo y ahogaba una risita por su propio chiste.

El exceed, armado ahora con dos espadas y con el anillo (que desprendía una sensación de magia, aunque no podía asegurar por qué), se preparó para una gran paliza; sólo restaba averiguar quién sería la víctima y quién, el atacante.

Al caer el coloso, destruyó y vi un montón de armas de oro deslumbrantes. El gato se apresuró y tomó dos espadas, así como un anillo que el coloso había dejado caer. A lo lejos, se abrió una puerta y salió otro ser portando una armadura dorada y dos grandes mazos temibles y aparentemente pesados. Me quité la túnica, quedando sólo con mi pelaje y volví a vendar mi brazo herido. No estaba seguro de aguantar más, pero tendría que hacer un esfuerzo. Enfundé la muramasa y tome mi báculo de fuego, acercándome al gato que me estaba llamando. Recorrí con la vista las armas y cogí un escudo redondo que colgué sobre mi espalda y dos katanas más, enfundándolas a mi cadera y corrí junto al gato, interponiendo una mano para que no avanzara.

-¡Gato, espera! Aquí hay algo raro, mi instinto no me falla. Se nota que eres de los impulsivos, más por la segunda voz que tienes. Tengo una idea, pero deberás cooperar. –dije en voz baja, señalando el escudo y el sol naciente con mi cabeza, sin apartar la vista del nuevo ser que se aproximaba.- ¡viene muy confiado, ha de tener alguna razón para ello!

Di unos pasos hacia adelante y vociferé: ¡EH! ¿Quién sos vos?

Le hice señal al gato para que cogiera el escudo de mi espalda de la forma más disimulada. El sol estaba naciendo, y si era necesario, usaríamos todos los recursos necesarios. Incluso la luz solar. Esperaba que el gato entendiera el plan sin tener que hablar mucho.

El nuevo combatiente hice caso omiso a las preguntas que le hizo uno de los sujetos peludos, en cambio, lanzo el mazo de su brazo derecho hacía los aires, tomo la única esfera que poseía en su hombrera izquierda y la arrojo en el piso y cuando el mazo estuvo llegando a su posición, lo tomo y arremetió un fuerte y estrepitoso golpe sobre la esfera. Al hacer esto, un "x10" enorme apareció detrás del sujeto y una gran porción de tierra y rocas emergió debajo de la chica que estaba inconsciente y la arrojó lejos del lugar.
Jourgios:-Rayos... Le dí demasiada fuerza y erré mi ataque.- mencionó el hombre al ver que su ataque había alcanzado a la mujer que estaba fuera de combate en vez de aquellos dos que estaban parados ofreciéndole batalla :-¿Ustedes vienen y atacan a mis guardianes y yo tengo que decirles quien soy? ¿Ustedes invaden propiedad, asesinan y yo tengo que dar respuestas? Estas muy equivocado.- dijo a medida que retomaba su marcha :-¿Saben cuanta diferencia hay entre las proyecciones de pensamiento con el original?- mencionó el confiado guerrero con una sonrisa en su rostro.
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Urtear fue lanzada al lado y, debido a la perdida de sangre que tuvo no pudo despertarse y comenzó a flotar a la deriva por el lago que separa la ciudad de Oak y la ciudad de Magnolia.
La tranquila brisa arrastró el cuerpo de Urtear hacia la costa momentos antes de que su corazón se parara por hipotermia. Permaneció allí, vulnerable al clima y a los animales que podrían existir en el lago o incluso en el bosque hasta que un hombre, un leñador que vivía a las afueras de Oak, en una pequeña cabaña, la recogió y comenzó a cuidar sus heridas.

Sin embargo, el gato no se movió. El monstruo nuevo atacó y mandó a volar a la mujer con olor a dragón lejos en el firmamento. No me dio tiempo de reaccionar para protegerle, y me le quedé observando al nuevo contrincante. Había una enorme esfera delante de éste, aparentemente, dependiendo del número, era la especie de ataque que lanzaba, o eso quería suponer.

Viendo que el gato se había quedado asustado, no perdí tiempo. Rápidamente corrí hacia el monstruo, tomando de mi espalda el escudo redondo brillante, colocándolo frente a mí. Me abalancé sobre una pared y la escalé a toda velocidad, para luego saltar al cielo.

-¡Esto tiene que funcionar! –grité en mis pensamientos.- ¡Luz pura del firmamento, acudid en mi auxilio! –gritando, coloqué el escudo de tal manera que reflejara la luz del sol directamente a los ojos de la criatura, confiando que ésta sería suficiente para aturdirlo por unos instantes, durante los cuales, aterricé en el suelo sobre cuatro patas y me abalancé contrael monstruo, tomando las dos katanas doradas y atacandolo antes de que se recuperase- Salté sobre sus brazos, luego, sobre la yugular del monstruo para clavarlelas espadas en donde sentía más fuerte su pulso cardiaco, usando el resto de mi stamina en el ataque.

Off Rol:
Veamos, hay algo que deje a interpretación pero parece que tendré que ser más cuidadoso.

Narrador escribió:[b]
El nuevo combatiente hice caso omiso a las preguntas que le hizo uno de los sujetos peludos, en cambio, lanzo el mazo de su brazo derecho hacía los aires, tomo la única esfera que poseía en su hombrera izquierda y la arrojo en el piso y cuando el mazo estuvo llegando a su posición, lo tomo y arremetió un fuerte y estrepitoso golpe sobre la esfera. Al hacer esto, un "x10" enorme apareció detrás del sujeto y una gran porción de tierra y rocas emergió debajo de la chica que estaba inconsciente y la arrojó lejos del lugar.
Jourgios:-Rayos... Le dí demasiada fuerza y erré mi ataque.- mencionó el hombre al ver que su ataque había alcanzado a la mujer que estaba fuera de combate en vez de aquellos dos que estaban parados ofreciéndole batalla :-¿Ustedes vienen y atacan a mis guardianes y yo tengo que decirles quien soy? ¿Ustedes invaden propiedad, asesinan y yo tengo que dar respuestas? Estas muy equivocado.- dijo a medida que retomaba su marcha :

Si una persona retoma su marcha ¿Dejaría algo arrojado que multiplicó su fuerza? No, eso significa que no sirve o esta roto. ¿Que sentido tiene dejarlo en el suelo? Ninguno.

El hombre con esa enorme armadura no paro de caminar, incluso una sonrisa se dibujó en su rostro al ver que uno de sus "oponentes" se dirigió haciá él con tanto empeño, con ancias de luchar aunque la posibilidad de ganar se encontraba en lo más bajo.
El oponente de éste, salto haciá una pared y luego intento segarlo con el sol, maniobra que era inteligente pero el guerrero no manifesto ningún indicio de que esto le afectara en lo más mínimo, siguió caminando en línea recta. Cuando su oponente aterrizo, ladeo un poco su cabeza y su sonrisa se agudizó.
Jourgios:-Tienes espíritu y voluntad, pero lamentablemente se necesita mucho más que eso para ganar una batalla. Y menos si esa batalla es contra mí persona.- presumió Jourgios, quien estaba realmente cegado pero desbió los ataques de su atacante con gracia solamente con su brazo derecho :-Tu respiración, tu agitación, ese bullició que haces, tu sed de sangre y obviamente, sed de magia me dice donde estas. Por donde te mueves. Si fueras más fuerte seguramente me hubieras hecho algún daño del cual, me curaría rápidamente por desgracia.- exclamó el orgulloso guerrero cuando notó que su oponente se encontraba algo desconcertado :-¿Sabes? Faltaría un tercero aquí para hacer la demostración de los sistemas de defesa del cerebro sobre el miedo. Tu luchas contra él, luchas contra la impotencia, encambio él.- menciono al señalar al gato con su otro mazo :-Presenta el otro caso. La paralisis. No quiere decir que sea débil, es un instinto de supervivencia, no destacar para que el cazador no lo viera y el tercero, me encargaré a que lo sufran ustedes dos. Es el sucumbir ante el miedo. Perder las esperanzas y resignarse. Me suplicarán el que los mate.- mencionó mientras su semblante cambiaba a uno serio, uno que no mostraba compasión ni débilidades.

Off-rol: Sigo salteando a Zack XD
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Gruñí, cada uno de mis ataques fue evadido, una evasión que en mucho tiempo no había observado más que en los dragones de Shadow. El Armatoste dio su monologo:

- Tienes espíritu y voluntad, pero lamentablemente se necesita mucho más que eso para ganar una batalla. Y menos si esa batalla es contra mí persona. Tu respiración, tu agitación, ese bullicio que haces, tu sed de sangre y obviamente, sed de magia me dice donde estas. Por donde te mueves. Si fueras más fuerte seguramente me hubieras hecho algún daño del cual, me curaría rápidamente por desgracia. ¿Sabes? Faltaría un tercero aquí para hacer la demostración de los sistemas de defesa del cerebro sobre el miedo. Tu luchas contra él, luchas contra la impotencia, en cambio él. Presenta el otro caso. La parálisis. No quiere decir que sea débil, es un instinto de supervivencia, no destacar para que el cazador no lo viera y el tercero, me encargaré a que lo sufran ustedes dos. Es el sucumbir ante el miedo. Perder las esperanzas y resignarse. Me suplicarán el que los mate.

El ser cambió de expresión, se tornó serio. Me molestó mucho el darme cuenta que estaba jugando conmigo, Todo lo que dijo, alguna vez me lo recalcó Fulkro, el líder de Shadow. Escuchar sus palabras aún en ésta dimensión me hizo revolver el estómago, por el otro lado, tenía razón. Analicé mi actitud desde que llegué, no había detenido a pensar en ello, desde el inicio he ido atacando a cuanto humano se me atravesara. Tragué saliva, estaba perdiendo el control y no lo había notado hasta ahora. Palpé la gema de la corona en mi cabeza, un pensamiento fugaz pasó por mi mente, sin embargo, el ser humanoide se volvió a mover. No podía detenerme a pensar en ése detalle en particular, pero tenía que tomarlo en cuanta.

Separé mis patas traseras y tomé una postura de descanso militar. Inhalé profundo, cerrando los ojos, y exhalé tres veces seguidas, atento al sonido de la criatura. Abrí mis ojos, los cuales se volvieron a tornar de un castaño. Claro, no podía verlo, pero estaba acostumbrado al cambio. Le imité, me puse serio, mi respiración tranquila, a pesar de ser un poco más acelerada por la fatiga. Adelanté una pata y la otra hacia atrás, levantando la muramasa con mi zarpa derecha por encima de la cabeza y una de las katanas con la izquierda; la tercera seguía amarrada a mi cintura, esperando, el báculo sujeto a mi espalda, listo a pesar de no poder usar su magia por la carencia de la mía.

Yo igual, puse un semblante serio, oscuro, tenebroso. Muchos, incluso mi pareja, me habían dicho que cuando adoptaba ésta postura, cambiaba mi personalidad. Y en parte era cierto. Mi mente se enfocó en el momento y por ahora, olvidé para qué había venido. La batalla era más importante. Canalicé mi fuerza a mis extremidades, listo para la carrera y el ataque. Estaba listo.

Sonreí, era una sonrisa serena, emocionada. Llevaba desde mi encuentro con ojos virolos sin sonreír, ésa dulce adrenalina recorrer mis venas y dar energía a mi cuerpo, amansando el dolor por las heridas, especialmente la de mi hombro derecho, que seguía repicando, pero no me limitaba demasiado. Sólo tenía que evitar usarla demasiado.

-Querido ser extraño, -dije con una sonrisa en mis labios, tranquiliznadome por el grave sonido de mi voz.- ¿Crees poder darme miedo? El miedo sólo es la medida de mi debilidad, mi tope. Sólo puedo yo temerle a mi propio miedo. Desde aquél fatídico día, no he sentido nuevamente ésa sensación, pero has la prueba. –sonreí, expectante.- Yo lucho por mis ideales, lo demás no me interesa.

Arranqué de nuevo, enfocado en el ser. Podía sentir la energía fluir por mis músculos. Me movía con ligereza, las almohadillas de mis patas apagando cualquier posible sonido, mi respiración suave, al ritmo de mi avance, sin sonido, mi mente en blanco, enfocada en la batalla. Salté pero no para golpearlo, sino para colocarme detrás de él, luego observé hacia donde giraba, para entonces yo deslizarme ágilmente hacia el lado contrario y desde ésa posición, atacar sus piernas con la katana de mi brazo izquierdo y un segundo golpe con la muramasa en mi derecha.

-Te mostraré la verdadera forma de la desesperación.- gruñí en cuanto acabó mi ataque, observando el resultado, pero en posición defensiva, listo para un ataque y contrarrestarlo.

El zorro se había abalanzado en una sucesión de ataques, pero el grandote no se vio afectado en nada. El exceed se había quedado quieto, contemplando la escena mientra meditaba qué hacer a continuación: él y el zorro enfrentaban a un enemigo poderoso; mientras que los dos animales antropomorfos estaban cansados y casi sin poder mágico, debido a las batallas anteriores. Si bien lo superaban en número y ahora poseían armas de bastante calidad, seguían en clara desventaja.

El gigantón intercambiaba palabras con el zorro, las cuales provocaron la reacción del felino:
- Tienes espíritu y voluntad, pero lamentablemente se necesita mucho más que eso para ganar una batalla. Y menos si esa batalla es contra mí persona. Tu respiración, tu agitación, ese bullicio que haces, tu sed de sangre y obviamente, sed de magia me dice donde estas. Por donde te mueves. Si fueras más fuerte seguramente me hubieras hecho algún daño del cual, me curaría rápidamente por desgracia. ¿Sabes? Faltaría un tercero aquí para hacer la demostración de los sistemas de defensa del cerebro sobre el miedo. Tu luchas contra él, luchas contra la impotencia, en cambio él. Presenta el otro caso. La parálisis. No quiere decir que sea débil, es un instinto de supervivencia, no destacar para que el cazador no lo viera y el tercero, me encargaré a que lo sufran ustedes dos. Es el sucumbir ante el miedo. Perder las esperanzas y resignarse. Me suplicarán el que los mate.-

-Jajajaja, me hacés reír, grandote. Voy a explicarte algo: el hecho de que me haya mantenido en silencio y al margen no significa que tenga miedo; sólo estaba pensando mi siguiente movimiento. Antes que me decida a atacarte, ¿te molestaría si te hago una pregunta? ¿Prefieres el color negro, o el color azul? ¿Cuál crees que se vería mejor... con el rojo de tu sangre?- Las últimas palabras fueron dichas con una tonalidad, mirada y rostro sombríos, demostrando que Zakh Liger mantenía un perfecto balance entre sus dos personalidades ahora: sereno y calculador, pero también destructivo y sanguinario.

Tomando la espada negra en su mano derecha y la azul en su izquierda, emprendió un rápido vuelo ascendente, para luego descender en picado y atacar al oponente al mismo tiempo que el zorro sin nombre. Mientras su "compañero" lo atacaba por debajo, el felino se dispuso a atacarlo desde arriba: con la velocidad del sprint aéreo realizó un corte con ambas hojas desde arriba, a la parte superior de su cabeza (al estilo Shingeki XD), seguido de una fuerte patada giratoria a su pecho. Si los ataques de ambos luchadores impactaban con éxito en el cuerpo del gran caballero, éste quizá caería de espaldas hacia atrás (ya que el dolpe de Anmorph va en sentido atrás-adelante en la parte baja, mientras que el de Zakh va en sentido contrario, en la parte superior).

Tarde un poco más de unas horas en llegar a Oak luego de colarme en el expreso que unía ambas ciudades con el resto de las localidades de Fiore.
Me lancé del mismo en movimiento antes de llegar a la estación. Corría riesgo que alguien me reconociera y eso no me agradaba, sin mis cartas corría riesgo de ser capturado.
Me dirigí al bosque, al lugar donde dormí la noche anterior a la que me encontre a la pequeña herida. Busqué y busqué y encontre mis preciadas cartas, o por lo menos eso pensaba. Me faltaba gran parte de ellas pero con las que tenía ahora podía defenderme perfectamente.
Comencé a vagar por el bosque hasta llegar a lo que parecía ser una vieja mansión, un lugar perfecto para esconderme, con muchos escondites y habitaciones. Definitivamente me iba a establecer allí. Me acerqué lo demasiado para poder escuchar como los ruidos de una batalla se propagaban por el lugar. Choque de metal con metal, rugidos de furia para dar más fuerza al golpe, respiraciones agitadas y el típico dialogo que se da cuando una de las partes posee una clara ventaja, o eso cree.
Me acerqué agasapandome en las pocas sombras y ruinas que había. Observé detenidamente lo que pasaba, dos personas muy peludas estaban luchando contra un gran hombre con una reluciente armadura dorada armado con dos voluminozos mazos. De seguro este último se aprovechaba de su posición en la sociedad para doblegar el espíritu y el alma de las personas. Era alguien que debía ser purgado, borrado, asesinado.
Me limité a observar como se iba a desenvolver la situación, y, si veía que mis sospechas eran ciertas, arremetería mi furia contra él.

El hombre vestido con la dorada armadura se defendió de los ataques de ambos peludos moviendo su mazo derecho hacia la izquierda mientras giraba para el mismo lado y elevaba su mazo izquierdo.
El mazo derecho repelió dos golpes de espada, los cuales rebotaron sin siquiera mellar la empuñadura de éste, mientras que el mazo izquierdo desvió otros dos golpes descendentes que, al igual que el anterior, siquiera realizó marca alguna.
En esa posición de giro, el voluminoso armado, completo la vuelta con una patada dirigida al hombre que estaba en el aire, a la altura de su pecho, mientras que el mazo derecho, se dirigía a toda velocidad del movimiento centrífugo hacia el que se encontraba en tierra.

Mis ataques no tuvieron efecto, sino que rebotaron en su mazo derecho. El humano dio un giro, alzando la pierna para patear al gato que por fin había reaccionado, mientras, por la fuerza centrífuga y la inercia, su mazo derecho se dirigió directamente a mí. Me mantuve en posición defensiva hasta el segundo previo a que el mazo impactara con mi katana, para dar un salto y colocarme sobre ésta arma, balanceándome haciendo uso de mi cola para cambiar mi centro de gravedad conforme por inercia el arma seguía dando vuelta. De un nuevo salto, me dirigí al gato, apartándole del camino de la patada y, al descender, remontarme en ésta y, aprovechando el precario equilibrio de la criatura en ése momento, me abalané sobre su tórax para empujarlo al suelo y aprovechar para morder el cuello, justo a la yugular.

Los ataques de ambos no habían funcionado. Mientras el humano giraba, rechazó todos los golpes, sin recibir el más mínimo rasguño. El zorro evadió el contraataque del humano, mientras el exceed, que se encontraba en el aire aún, interponía ambas espadas para defenderse y al mismo tiempo alteró su vuelo un poco al costado.

Al parecer, el zorro negro había tenido un lapsus del "síndrome del buen samaritano", ya que empujó al felino para que lograra esquivar el ataque del ser dorado, (aunque de todas formas lo hubiera podido hacer sin ayuda), cayendo detrás del caballero.

Sin perder tiempo, el desconocido compañero se abalanzó para morder la yugular del humano (o al menos eso parecía que intentaba). Ante la posibilidad de que no funcionara, Zakh se preparó.

Se mantuvo en guardia, analizando las acciones y palabras que diría el humano, para (en base a los datos que pudiera obtener de ellos) prepararse mejor para un posible contraataque.

El hombre que poseía la armadura dorada ni se inmutó por el golpe con todo el cuerpo que le estaba arremetiendo uno de los dos contrincantes. En cambio de caer hacia atrás, que aparentemente era el objetivo del oponente, éste aprovecho la cercanía que el otro impuso para propinar un golpe el cual lo alejaría.
Osciló con gran fuerza su mazo derecho, impactando de lleno en el costado izquierdo de la bestia, donde ésta poseía una espada, la cual se quebró en pedazos salvando el cuerpo de su usuario. Debido a la fuerza del impacto, el peludo contrincante fue lanzado varios metros al costado, evitando así, lo que parecía una mordida en el cuello del guerrero.
Jourgios:-¿En serio crees que me puedes rasgar la piel? JA JA JA, me encantaría verlo.- presumió Jourgios justo antes de propinar unos fuertes golpes al suelo que hizo que el éste se astillara unos 5 metros alrededor de él.
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Off Rol:
Me olvidaba. Ví que opinaban sobre The Clown. Me pidió ingresar vía MP y, como no me pareció que modificara mucho le permití el acceso, disculpen si no les consulté y esto les molestó.

Había fallado, bajé mi guardia y ahora la katana que estaba en mi costado fue destruida. Caí varios metros, lesionado en parte por el golpe del mazo en mi costado y rodé todavía por la inercia, hasta que me detuve, boca abajo. Jadeé, cansado, ya algo débil para seguir luchando, mi brazo derecho me dolía horrores y ahora mi costado izquierdo le seguía.

Me levanté, por puro orgullo propio, jadeando fuerte y observando al ser armado desde la distancia, aproximadamente unos 10 metros, Ya había pasado mucho tiempo desde que me habían dado una paliza así, desde antes de desencadenar....

Fue entonces que noté algo extraño, algo que desde mi primer encuentro me llamó la atención. Revisé mi herida en el brazo, se había vuelto a abrir y sangraba, pero poco; no estaba seguro si ahora tenía alguna costilla rota por el impacto, a pesar de que la katana me había servido de escudo por así decirlo.

Definitivamente, éso estaba mal.

Mi manipulación elemental no había funcionado desde que llegué. Incluso ahora pensaba, ¿podría ser que "ésa" maldición hubiese desaparecido?

Desde que desperté, no habían pasado más de dos siglos, y ante las batallas, mis heridas se cerraban tan rápido como cuando fueron producidas.

Pero ésta vez, no me había recuperado. Mi magia escaseaba, sólo pude hacer un hechizo completo con el bastón, y desde ése momento me sentí cansado. Incluso producir ése fuego para cerrar el corte en la mujer había sido muy excesivo para mí.

¿Qué estaba sucediendo? ¿Acaso la magia difería?

Y si era así... Incluso...

-No, no puedo perder el control. -gruñí, respirando profundo, y dando pasos al frente, a pesar de las heridas.- Mientras siga consciente, seguiré peleando, hasta saber cómo detener a Morgana y su séquito. -dí otro paso, obstinado al frente, sosteniendo mi costado con mi zarpa derecha, y con la izquierda, levantando la muramasa. - Un bestial no se rinde, no se retira. Es alguien fuerte, le reconozco, pero no más fuerte a lo que soy capaz.

Me lancé obstinadamente hacia adelante, manteniendo en calma mi respiración. Todas ésas ideas fueron apenas fragmentos de segundo de duda, así que cuando me lancé, el suelo de cinco metros alrededor del armado, se resquebrajó.

Noté que el gato se mantenía atento.

Tenía que...

Recordé las últimas palabras del monstruo anterior. Antes de sacar el anillo, había dicho algo sobre sanar.

No perdía nada.

-¡GATO! ¡Checa esa joya y revisa si puedes ayudarme! - grité atrayendo hacia mí la atención del humanoide.- ¡Aún no acabo contigo, humano maldito!

Diciendo ésto, vigilé con cautela los mazos. Intentaría evadirlos en el momento justo de cada golpe, para así acercarme a su cuerpo y atacar frente a frente.

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Off-Rol: No, no me enojé. Adelante, porque la cosa está aburrida cuando hay pocos y sólo uno postea.

Sólo te hacía bulla por lo de tu post en las misiones Narrador .

El ataque del zorro había sido completamente inútil; siendo sinceros, era un resultado que el felino esperaba. Su compañero se puso de pie con algunas dificultades, tomando un costado de su cuerpo, en el cual había recibido un fuerte golpe de parte del humano.

Luchando, al parecer, por mantenerse en pie, el zorro finalmente le dirigió la palabra al exceed.
-¡GATO! ¡Checa esa joya y revisa si puedes ayudarme!-

Ante las palabras de su aliado temporal, Zakh comenzó a analizar los datos que había obtenido hasta ahora, durante la batalla.
-Ok, a ver...- dirigió una mirada al "anillo" que había dejado caer el Guarda Quimera, aunque él lo estaba usando ahora como un brazalete, debido a su gran tamaño. -Este brazalet... digo, anillo, tiene tres esferas. Dos de ellas poseen grabadas una cruz egipcia, símbolo de la vida eterna. El humano usó una esfera similar, pero con un "X10" grabado en ella. Rompió esa esfera y entonces su ataque se hizo superpoderoso. Por lo tanto, puedo decir que existe una gran posibilidad de que, si rompo una esfera de cruz, ésta hará que sanemos nuestras heridas... No creo que nos pueda volver inmortales; sanarnos me parece más probable... Por otro lado, la esfera con la hoja de árbol... no sé para que pueda servir. ¿Recuperar un poco de nuestra magia, tal vez? ¡Hagámoslo!-

Al terminar de murmurar sus teorías, el felino emprendió un rápido vuelo para acercarse al zorro.
-Ey, Foxy, creo que ya sé cómo usar ésto...- comentó, mientras tomaba dos esferas (una de cruz, y la de hoja) y las lanzaba hacia el suelo, entre ambos animales. -Si mi teoría es correcta, al romper éstas esferas podremos sanarnos y recuperar algo de nuestra magia. Si realmente pasa eso, tenemos que aprovechar para atacar con todo lo que tengamos: déjame el primer movimiento a mí: te fortaleceré con mi magia para que ataques con todo, tu espada, tu baculo y tu magia... Cuando digo todo... es absolutamente TODO lo que tengas. Por mi parte haré lo mismo. No me gustaría dar muchos detalles más, por si el humano llegara a escucharnos; aunque haya oído lo que dije ahora, no sabe cómo, cuándo ni por dónde atacaremos, así que sorpréndelo aprovechando eso...-

Permanecí en las reducidas penumbras que perduraban y pude notar una especie de almacen, en el cual se veían muchas armas, de las cuales tomé dos espadas con un aparente inigualable filo.
Me acerque unos pasos y pude escuchar aquellas palabras que me inyectaron rabia y furia en mi sistema nervioso. Aquel hombre que pose ia la armadura dorada se jactaba de ser superior, dandose el gusto de humillar a sus oponentes y, seguramente a mi criterio, cualquiera que sea inferior a él.
Sin dudarlo tome esa distracción hecha por los dos animales y corrí tratando de no hacer ruido hacia mi, ahora, oponente. Acercandome desde su costado derecho a toda velocidad, tome ambas espadas con mi mano derecha y con la izquierda lancé una carta que se situó delante de aquel gran hombre justo al mismo tiempo en el que yo saltaba y me posicionaba detrás de esta.
-The Wind.- mencione estaba en el aire, detrás de la carta -Shock Paralytique.- mencione para generar delante de la carta una sustacia negra y viscosa que estaba arremolinandose en la corriente de viento que se generaba -Aquí tienes otro regalito. Cerdo inmundo.- gruñi con odio mientras soltaba las espadas en ese torbellino de veneno y aire que se dirigía al pecho de este ser.
Mi salto, continuó por la inercia pero al haber girado en el aire para poder realizar con comodidad mis ataques, no me permitió aterrizar correctamente, en lo que me golpée el hombro derecho al aterrizar sobre este. De un golpe, me levante y me froté el brazo, palpando si tenía algún desperfecto y al no encontrar nada, tomé mis cartas mellizad y las blandí, sin siquiera invocarlas, solo para ahorrar tiempo en caso de sufrir algún contraataque, acto que era poco probable pero no tenía que tomar a la ligera a este ser que demostró ser fuerte.

PD:
The Wind: Esta carta, que tiene la figura de un huracán impresa en ella, permite invocar una poderosa corriente de aire que se genera desde un circulo mágico delante de la carta (este o no en las manos del invocador). Esta corriente de aire no causa daño físico, pero si tiene fuerza como para arrastrar a 3 personas 5 metros atrás. Las dimensiones del torrente de viento es de 1,5 metros de diámetro y alcanza los 10 metros de distancia. Gasto: 15.

Elemento utilizado: Veneno negro.
Low: Shock paralytique: Veneno de color negro que The Clown puede generar delante de él que tiene la capacidad de entumecer a tal grado de perder la movilidad de la zona afectada, es decir, si el veneno ingresa al brazo izquierdo, tal brazo perderá la movilidad. Si ingresa en la pierna derecha, tal pierna se quedara sin movilidad.
La incapacidad es de 2 turnos. Gasto: 15

Jourgios miro hacia donde se situaba su oponente de pelaje negro cuando el de rayas atigradas fue hasta él, acto que no le permitió saber que tenía un oponente cerca hasta que escucho que algo sanjaba el aire.
Se trataba de una carta que se situó delante de él, luego escucho los pasos presurosos de alguien y al volver la vista este ya no estaba corriendo a su derecha, sino que salto para situarse delante de él y detrás de la carta.
Observó como invocaba dos ataques, uno desde la carta y otro desde su mano libre.
Jourgios:-Mago invocador... Otro más.- alcanzó a decir antes de que éste arrojara las espadas que cargaba en su mano derecha a un torbellino de viento y una sustancia viscosa de color negro.
Jourgios no terminaba de entender como es que aparecieron dos magos invocadores allí, cuando estuvieron en escasez por tanto tiempo, pero este pensamiento cobró un segundo plano rápidamente al dilucidar el peligro que se le aproximaba.
Jourgios dio un salto hacia su derecha, repeliendo las espadas con el mazo que cargaba en su mano izquierda, pero no pudo evitar ser tocado por la sustancia en su brazo y pierna izquierda.
Al caer, a unos 10 metros de donde estaba antes, Jourgios se dio cuenta que algo no andaba bien. Su pierna y brazo izquierdo no le respondían, tan así que, al estar desprevenido de esto, se tambaleo al aterrizar, acto que corrigió en segundos para estar nuevamente firme.
Jourgios:-Vaya... Me voy a tener que cuidar de eso.- dijo con una sonrisa en su rostro :-Te has ganado mi atención. Me encargaré de hacerte sentir miedo a ti también.- pronunció Jourgios al ponerse en una postura de batalla blandiendo delante de él solamente su brazo derecho.
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Cuando Zakh reventó las esferas en el suelo, estas comenzaron a liberar una especie de vapores de colores verde y amarillo, que los envolvió a ambos.
Vida de Anmorph: 100
Magia de Anmorph: 200

Vida de Zakh: 100
Magia de Zakh: 200

Todo fue muy rápido, sin embargo logré captar a detalle lo sucedido. De la nada, había aparecido otro humano, el cual, traía el rostro pintado y, olía extrañamente a sangre. En una serie de rápidos movimientos, usando hojas de papel rigidas, hizo aparecer un fuerte viento, dentro del cual, lanzo unas espadas e hizo aparecer una sustancia que olía mal. El humanoide logró bloquear las espadas, sin embargo, había tocado por igual, aquella sustancia nauseabunda y, al caer unos diez metros atrás, la mitad izquierda se había vuelto fláccido, sin vida. ¡Era un veneno paralizante!

Mientras, escuché las palabras del gato, quien procedió a romper dos de las esferas. En respuesta, las heridas de mi costado y mi brazo, asi como la fatiga, desapareció. Al mismo tiempo, sentí en mi ser surgir el fuego que tanto amaba, mi poder volvió a cobrar vida. No esperé mucho, así que me retiré la corona de mi cabeza, asi como la ropa, envolviéndolas y dejándolas a un lado por ahora. Di varios pasos, acercandome al humanoide, mientras dejé que la ira me consumiera, surgiendo el poder prohibido en mi corazón.

La energía oscura me envolvió como llamas negras alrdedor de mi cuerpo, mi pelaje se erizo y mis músculos aumentaron su tamaño y fuerza, los ojos se tornaron rojos y negros y mi voz profunda, con doble tonalidad, como si varias personas hablaran a través de mi.

-¿Hablas de miedo? No tienes ni la menor idea de lo qué es.-hablé con esa voz dual, y en un parpadeo, gracias al poder de mi Kokoli, estaba atrás del humanoide, mis colmillos rozaron su oído y mi lengua saboreó la tensión del momento.-Yo te mostraré el verdadero terror.. Kokoli.

Pronunciando ésto, mi furia se desató, una furia exquisita, maldita, maligna. Tanto que las piedras se resqjebrajaron bajo mis patas y el aire se espeso, saturado por aquella ira contenida ahora desencadenada. Golpeé su cuello con el canto de mi zarpa para aturdirlo, el golpe había incrementando su fuerza original, por lo que muy probablemente sería dañado y, por la interrupción momentaria del flujo sanguíneo, el humanoide podría experimentar una sensación de desmayo. Procedí a saltar hacía atrás, justo atrás de él y la energía oscura invoco una especie de nubes que se extendieron a 20 metros a mi alrededor, su límite alcanzando la punta de los pies del gato y cara blanca.

-¡Miktlayotl!-rugi y una feroz tormenta cayó, bolas de fuego en esa extensión de venite metros, quemando, y su daño multiplicado por Kokoli, todo lo que esas bolas llegarán a tocar. Reí alocadamente, y tomé el sable que tomé de la armería, y con tres movimientos rápidos y precisos, corté, con apoyo de la fuerza de mi Ira, el brazo y la pierna derecha del humanoide, mi fuerza aumentada aún en ése ultimo ataque gracias a Kokoli.

Al acabar, la energía se esfumó, sentí como mi vida mermó ligeramente, pero el daño había sido provocado.
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Medium:
Miktlayotl: Por medio del dolor, invoca una lluvia oscura ardiente a 20 metros alrededor de Anmorph; conforme aumente la distancia, su poder de daño disminuye 10% por cada 5 metros.
COSTO: 40

High:
Kokoli: Una técnica que lo envuelve con energía oscura, al punto de enloquecerlo. Sus ataques físicos y mágicos aumentan 40% puntos de daño, pero a costa de 10 puntos de vida por uso. Dura durante tres ataques.
COSTO: 40 VIDA: -10

-O podrías sólo ignorarme, como quieras... No importa, parece que viene alguien más a la fiesta...- mencionaba el exceed, al notar la presencia de un joven acercándose.

El hombre pelirrojo, con algo de maquillaje en su rostro, procedió con una secuencia de ataques astutos e interesantes. Parecía ser una especie de mago invocador, pero no llamaba a seres de otras dimensiones, sino que sacaba una gran variedad de ataques de unos naipes que llevaba consigo.

Primero, conjuró un tornado que se volvió color negro al mezclarse con una sustancia negra y viscosa. A continuación, lanzó sus espadas en ese remolino para atacar al de la armadura. El tipo logró bloquear las espadas, pero el remolino negro pudo llegar a destino, paralizando la mitad de su cuerpo.

-Así que es veneno... Nada mal... Creo que podría...-

El felino realizó un rápido vuelo. En medio de aquél sprint por los aires, guardó sus espadas en sus respectivas fundas (las cuales había tomado junto con las hojas, y había depositado en su espalda), y tomó las espadas del pelirrojo.

-Ya que éstas espadas han pasado por ese remolino de veneno, obviamente deben estar envenenadas.- mientras seguía su vuelo, el exceed le gritó al recién llegado. -¡Ey, pelirrojo! Crea un nuevo remolino justo sobre el tipo de la armadura, ¿quieres?-

Ejecutando sus siguientes movimientos con rapidez, (con el tiempo justo para que el nuevo realice su ataque, pero no con el suficiente para que el dorado reaccione) Zakh Liger invocó nuevamente al Espíritu del Bosque. La figura femenina rodeó una vez más a su amo en una luz carmesí (aumento del poder de ataque). Luego, voló hacia arriba, y se lanzó en picada hacia el humano, esperando que el pelirrojo creara el remolino para atravesarlo y ganar aún más velocidad. Así, con una tremenda velocidad y su poder aumentado por su invocación, podría asestar un potente golpe con las espadas envenenadas.

skills:

Mire algo absorto lo que estaba pasando enfrente mio. No eran personas peludas, eran animales humanoides, caminaban en dos patas y hablaban, pero no dejaban de ser animales y ahí es donde entendí porque este bastardo dorado los trataba como inferiores.
¿Como trataban antes a los desafortunados esclavos? Como animales, si bien no tenía ningún motivo para ayudarlos, me recordaron aquella ocasión donde me maniataron como a un animal y no pararon de azotarme.
Definitivamente, tenía que eliminar a ese bastardo que tanto me recordaba a mi pasado, un pasado que quería eliminar. Preste atención a lo que me dijo el gato con alas y sin perder tiempo en ponerme a pensar, salí corriendo en dirección al hombre dorado.
-The Wind- grite cuando lancé la carta a unos 5 metros de altura de este para generar un torbellino que caía directamente a él -Le Twin Swords- dije extremadamente bajo, casi susurrando en el momento de que las cartas que estaban blandiendo se volvieron totalmente rígidas y con un increíble filo.
Al estar a menos de un metro, comencé a girar a medida que avanzaba para terminar atacando a este bastardo desde el lado opuesto a donde estaba el de pelaje negro, realizando cortes ascendentes que podía generar gracias a la velocidad de la carrera y los giros, los cuales terminaban con un doble corte a la altura del cuello.

Jourgios vio que el oponente de hocico más puntiagudo se acercó hacía él entendió que este estaba muy confiado en sus habilidades, sentimiento que le transfirió sorpresa.
En un segundo, escucho como le hablaba desde su espalda, Jourgios sonrió, al fin estaba sintiendo emoción.
Jourgios:-Eres rápido, pero aún con un solo pie, soy más rápido que tu.- soltó Jourgios al situarse a la espalda del personaje de pelaje negro antes de que este quisiera propinarle un golpe en el cuello.
Luego Jourgios, notó que el ser alado remontaba vuelo y que el reciente ingresado se acercaba corriendo, por lo que volvió a moverse para situarse delante del que segundos antes, intentó atacarlo.
Cuando vio a todos a una distancia considerable, Jourgios soltó una carcajada.
Jourgios:-Anillo de la Omnipresencia.- dijo entre risa y, su figura se desvaneció poco a poco, hasta quedar solamente una especie de niebla de él.
Una extraña sombra comenzó a caer, las gotas traspasaban por Jourgios, impactando en el suelo, no tanto así como al gato alado y al humano que se había acercado para atacarlo.
El gato había bajado con la intención de cortar a Jourgios con las espadas envenenadas, pero al contrario de cortarlo a él, les propino un corte a sus "compañeros", generandoles así, cortes en el abdomen, lo que les provocó la incapacidad de poder mover sus piernas.
El humano le generó varios cortes en el costado izquierdo al felino con sus cartas, los cuales le añadieron unas franjas carmesí al ya rayado animal.
El zorro, le generó unos cortes en su costado derecho, los cuales formaron otras franjas, pero estas no coincidían con las hechas del otro lado.
Jourgios, luego de admirar estos cortes de cerca, dió un brinco que lo colocó a unos 10 metros de distancia de allí y poco a poco su tonalidad y sustancia para girarse nuevamente a ellos.
Jourgios:-Vaya, estaría en problemas.- dijo con una sonrisa irónica, al momento que pudo sentir como su pierna izquierda y brazo izquierdo comenzaban a responderle.
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Off Rol:
Anmorph: Daño recibido: 30
Vida: 70
The Clown: Daño recibido: 60
Vida: 40
Zakh: Daño recibido: 50
Vida: 50

Anillo de la Omnipresencia: Anillo raro, permite al usuario volverse ethereo, pudiendo así evitar ser alcanzado por cualquier cosa. Puede traspasar objetos sólidos. No puede atacar en esta forma.
Usos: 6
Usado: 1 vez.
Quedan: 5

off rol:

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On-rol:

El exceed estaba convencido de que tendría éxito, pero se equivocó. Algo llamó la atención de Zakh: un pequeño brillo en un dedo del humano.

Cuando los ataques de los tres estuvieron a punto de impactar en el humano, éste usó un anillo que lo volvió intangible.

-¡¿What tha f...?!- Antes de que pudiera terminar de sorprenderse, los ataques del zorro, el pelirrojo y el felino chocaron entre ellos, provocando heridas de consideración variable en cada uno de los temporales aliados.

-¡Foxy, pelirrojo! ¿se encuentran bien?- gritaba el felino. Al usar las espadas envenenadas accidentalmente en ellos, ambos habían quedado con sus piernas paralizadas.

Al parecer, el zorro era quien menos daño había sufrido de los tres, pero el pelirrojo se llevó la peor parte. Sujetando su costado herido por las cartas e ignorando un poco el daño provocado por el zorro, Zakh Liger trató de volver a analizar la situación.

-Tanto la proyección anterior del Guardián Quimera como éste humano acorazado poseen anillos mágicos. Y si pudo tener uno, no hay nada que impida que tenga nueve más, lo cual sería un fastidio. Si sólo pudiera evitar que continúe usando ese anillo, sería mejor... Aunque aún no sé si posee más anillos o no.-

Sin dudarlo, creó una rápida estrategia que tal vez permitiera sacar algo de ventaja:

puedes:

no puedes:

El miembro 'Zakh' ha efectuado la acción siguiente: Lanzador de Dados.

'Puedes/No Puedes' :