El Zorro Oscuro llega a Tempest

Desde hacia bastante rato, realmente desde que todo este trajín comenzó, si te fijabas bien se podían ver dos pares de pies colgando desde uno de los arboles mas grandes de los alrededores, aunque claro, lo frondoso de los otros arboles y el propio en el que estaban ambos rubios de espectadores hacia difícil que los descubrieran. -Que desagradable. - La menor de los gemelos habló con voz monótona a su hermano, y es que no era para menos ¡Todos se peleaban sin razón! O bueno, sin una razón que convenciera a los extranjeros de que estaba bien. - Al menos nosotros peleamos para comer. Hay que ver que la gente en este país si es rara. - Se paro de su "asiento" en la rama para caminar de ida y vuelta hasta donde esta iniciaba y donde su hermano estaba sentado.

La pequeña Dafne se empezaba aburrir.

Si bien era cierto que llegaron allí para escapar del mismo, con el tiempo ver mas de lo mismo llegaba a fastidiar, y es que con todo el tiempo que llevaban viendo no había nada que lograra captar en gran medida la atención de ambos, bueno, no de ambos, de la rubia, porque aunque la mente de su hermano era similar a la suya, él tenia su propio mundo.

Por lo que había visto, los chicos bestia se sentían curiosos de verse, algunos de los otros se sorprendían de la imagen de ambos, y la verdad es que ella no lo entendía ¿Que tenían ellos de raro? En su país, ambos gemelos habian visto cosas peores. Por otro lado, eso no le intereso a la chica, pronto saco la deducción en que el tiempo que llevaba allí no había visto a ninguno con esa apariencia, ha de ser por eso que el resto se mostraba un tanto confundido.

Una cosa que logro molestar a la pequeña fue cuando atacaron a la mujer de los bestias, ella como buena feminista lo vio como un acto machista y que debía ser castigado, pero luego de unos segundos comprendió que no era así, muy para el pesar de su pequeña mente que gritaba en que todos los hombres eran un asco, todos menos su hermano. - Serán novios. - Hablo con ojos brillosos refiriéndose a los que causaban problemas, y eso no era tan descabellado, en su mente infantil iba recreando escenas de la historia de Disney "La bella y la bestia" solo que en este caso no había una princesa, y ambos eran bestias.

Cuando todo parecía calmarse un chico se llevo el libro que tanto cuidaba el bestia varón. Ella no era metida ni mucho menos, pero... ¡Él no tenia derecho de llevarse lo que parecía no ser suyo! - ¡Señor, señor! - Exclamó desde su posición hacia el bestia, agitando los brazos para llamar su atención. - ¡Libro, señor gato! - El mal dominio del idioma se vio a relucir en ese momento, ella quería comentar señor lobo, o señor peludo, pero eran palabras desconocidas para ella, gato era una de los pocos animales que conocia como decirlo, y ella esperaba que la entendiera... Y aunque llevaban años en el país, muy poco tuvieron la necesidad de usar el idioma asi que no lo había aprendido bien hasta el momento. (Nota: Ellos hablaban en su propio idioma, que en nuestra realidad podría asemejarse un poco al Portugués, tanto hablado, como en acento, pero bueno, no escribiré portugués aquí así que sabe que cuando los hermanos hablan no lo entenderán los otros,)

Apenas dejo de agitar los brazos fue que cayo en cuenta que estaba parada en el borde de una rama, y que su equilibrio era inestable, la chica tropezó con sus propios pies ante el temor y cayo al vació cerrando los ojos en espera del golpe.

Un rato ya bastante largo, Dainan y su hermana Dafne, se encontraban ambos sentados en la rama de la copa de un árbol bastante frondoso. Tal cual era la frondosidad de dicho árbol, que realmente servía de camuflaje para las personas que se encontrarían en la tierra, si bien la frondosidad servía de camuflaje si forzabas bien la vista, podrías notar la posición de los dos rubios. - Que desagradable. - había comentado Dafne hacia su hermano Dainan, en unas frases muy monótonas de ellas, tanto que ya a Dainan no le prestaba la atención necesaria a los que esas palabras significaban. Sin embargo otras palabras emitidas por la pequeña Dafne, provocó una pequeña curvatura en los labios de Dainan, a la par que este observaba detenidamente a su hermana por detrás de su flequillo como este se movilizaba por las ramas del árbol. (Debido al pronunciado cabello que Dainan posee en frente de sus ojos, se hace muy difícil saber si te esta mirando o no).

A Dainan le parecía interesante el intercambio de golpes, y la gala de habilidad mágicas que poseían los usuarios en tierra. Aunque algo fatigado de estar tan quieto en un mismo lugar logró contraer los músculos del torso de su cuerpo cuando tomó apoyo de sus manos sobre la rama del árbol, al realizar esto, Dainan se echó un poco hacia atrás para lograr relajar su cuerpo después de su contracción generada por su musculatura. Dainan aun en ese momento, mantuvo la sonrisa que le había generado el comentario que su hermana le había proporcionado.

Con los ojos bien abiertos, y estando en un eje de inclinación cercano a los 65 grados hacia atrás, Dainan notó ciertas acciones extrañas entre las personas que se encontraban en el suelo. Como por ejemplo, ¿Por qué se mostraban confundidos tantos por unos chicos bestias? esto era sumamente normal del lugar de donde provenían ambos hermanos, este comportamiento no solo lo notó extraño entre los humanos, también notó extraño los comportamientos de los mismos chicos bestias, pues estos parecían tener cierta curiosidad por conocerse el uno al otro.

Algo le había causado gracia a Dainan, sin embargo aun no era notable en su cara salvo por la curvatura convexa que tenía en sus labios por el comentario realizado por su hermana. Pues retomando con el pensamiento de Dainan, este creía que era un tipo raro de ritual de apareamiento que tenían estos chicos bestias, algo así como hacían los perros de olerse el trasero unos a los otros o cosa similar. - Serán novios - comentó Dafne en ese preciso momento, para reafirmar el pensamiento de Dainan y a este provocar un poco más de gracia, por ende la curvatura convexa de sus labios se había disipado al Daian soltar una gran sonrisa mostrando a relucir sus dientes.

En la cima del árbol ambos rubios notaron como una de las personas había tomado el libro del chico bestia que tanto protegía. Dafne al ser más expresiva y moralista, gritó desde el sitio en que nos encontrábamos al chico bestia, para hacerle saber que le estaban quitando el libro. Sin embargo esta pequeña descuidada y muy expresiva ser, había movido sus manos para hacer llamar la atención del chico bestia, y despreocupándose de su propio equilibrio al pararse de manera repentina, Dafne al caer en cuenta de lo sucedido, perdió el equilibrio y fué cayendo desde la copa del árbol. Dainan al estar pendiente de su hermana tanto de la pelea se anticipó a la caída de Dafne, logrando rodear ambas piernas de la rama  en la que estaban para encadenarlas con sus pies, para luego girar verticalmente hacia abajo en cuanto Dafne caía, esta por casi unos instantes de salir de las manos de Dainan, este la había cogido por la tela del suéter que llevaba en su espalda para evitar que cayera al suelo.

Dainan al final, se encontraba en un eje fuera de la frondosidad y visible a las personas junto con su hermana. Estos se encontraban en una posición algo extrañas pero sin embargo, lo suficientemente segura para que Dafne no cayera al suelo. - Kikikikikiki - emitió Dainan en forma de risa al tener a su hermana en su mano derecha.

Poco a poco el día fue transcurriendo. El sol se había ocultado en el horizonte y, su amante, la luna, emergió y cuido su lugar hasta que él regresara.

Ya me encontraba al lado de Zafeti. Con el arma sobre la espalda sosteniendola por debajo con mi mano derecha.
Pude notar como ese cielo anaranjado surgió por unos minutos para ya dejar paso a esa luna plateada.
-"pfff, pues SI, lo ví. El idiota casi me mata con una de sus espadas o no se que cosa. Un amigo de la misma clase que Brow... vendería a su madre seguro, si eso hace mejorar...su...negocio." Respondí a Zafe descendiendo el volumen de mi voz en la última parte de la frase porque se acercaba aquel individuo.

Sin prisa y como si fuera normal en mi, coloqué de a poco mi rifle en mis dos manos, como si estuviera esperando una orden para apuntar o al menos intimidar un poco.

Lo miré fijamente con un poco de resentimiento. Quizás la situación o la ignorancia total lo llevo a solamente hablar con Zafeti. Mi cara de aspecto dura fue cambiando levemente a una más de curiosidad por la mención de otro zorro y de aquel libro que extendió hacía Zafeti.

Me acerque más hacía él para así cuando lo abríera pudiera ver bien que es lo que contenía.
Despúes de todo, hacía bastante que no leía un libro o siquiera tocar uno. Eso me llevo ,inmediatamente, por unos milisegundos, a mi tan querida infancia.

A medida que avanzábamos, el sol se iba escondiendo y a su vez, la luna iba tomando protagonismo.
El mago curador, venía completamente desmayado sobre el hombro de mi jefe, estaba realmente agotado, además podía ver como tenía su parte quemada en peor estado de cuando lo conocí, supuse que ese era el problema de su desmayo.
Llegamos a la construcción y vimos que había unas cuantas personas y un gran mono, mi jefe, se acercó directamente a una persona, aparentemente lo conocía.
Fíjate en su rostro y brazo izquierdo... Están completamente quemados añadí a lo que dijo mi jefe ¿Puede ser por eso? pregunté inocentemente mientras ayudaba a mi jefe a dejar a Leather erecto.

Eramos ya un "lindo grupo" reunido. Por respeto, supongo, Zafeti no había hecho ningún comentario fuera de lugar hacía el mercader. Faltaba la fogata en el medio y que alguien saque una guitarra para ponerse a cantar lo que le surja del corazón pensaba muy adentro mío, en un tono gracioso.

-"si...SI"-Dije más fuerte y más seguro este último sí para no parecer inseguro.

-"He pasado mucho tiempo con libros, me crie con ellos... quizas ahora que lo pienso un poco, me cierran más algunas cosas..." Mencioné a los allí presentes, aunque todavía tenía muchas dudas de porque ahora se había despertado mi magía y no antes.

Fuimos en "caravana" hacia el edificio del gremio, una vez adentro, decidí apartarme un poco de la ronda. Y trate de concentrarme para poder "leer" aquel libro. Una vez sentado, y despúes de haber apreciado su bella portada lo abrí.

Puedes escribió: Al abrir el libro puede apreciar un lenguaje muy particular. Era el mismo que hablaba con anterioridad el zorro cada vez que lanzaba un ataque hacía Zafe en la práctica. Podía sentir que ese libro tenía mucho que contar. Al acariciar sus hojas como si tratara de leer en braile, una fuerte visión de lo que contenía aquel libro se apoderó de mí y puede entender a la perfección lo que allí comentaba.
Me paré de un salto de la silla y abstraido de la charla de la ronda, grité:-"Ahora entiendo todo." Dije, con una gran sonrisa apenas mostrando los dientes. La sonrisa era porque había podido interpretar lo que decía. No porque la historia que contara adentro fuera divertida.
Actó seguido, continué leyendo la historia que éste me contaba y, sin que me diera cuenta a tiempo, una pantalla apareció delante mio y comenzó a plasmar en ella todas las letras, toda esa información. Al terminar de traspasarlo a esta "base de datos", volví a extender el libro hacía esta vez, Cuchulain-"Ahora sí, haz lo que quieras. Tratá de no matarme en el intento, si planeas destruir el libro" Bromeé, ya sin que nada me importará porque me sentía muy orgulloso de conseguir otra pequeña meta alcanzada.

NO PUEDES escribió:Al abrir el libro puede apreciar un lenguaje muy particular. Era el mismo que hablaba con anterioridad el zorro cada vez que lanzaba un ataque hacía Zafe en la práctica. Podía sentir que ese libro tenía mucho que contar. Al acariciar sus hojas como si tratara de leer en braile, una fuerte visión de lo que contenía aquel libro se apoderó de mí... Aún así, no puede entender que era de que hablaba, que era aquello que me quería contar. Aún así tenía todas esas palabras almacenada en mi cabeza e imagenes difusas pero sin ningún sentido que les pudiera dar y en eso, me percato que toda esta información se plasmaba en una pantalla enfrente mio, se estaba almacenando en mi "base de datos". Al terminar de traspasar todo el contenido, me paré repentinamente con cara de resignación y enojo. Fui hasta donde estaban todos, los "desvelados", los desmayados, y dije:-"Tomá Zafeti, no pude averiguar nada que sea traducible para que pueda entender un poco más la acciones de este ser." Dicho esto, tomé una silla y me volví a sentar un poco lejos de la ronda pero lo suficiente para poder escuchar atentamente.

El miembro 'Erasmo' ha efectuado la acción siguiente: Lanzador de Dados.

'Puedes/No Puedes' :

Vulphr comenzó a caminar hacia la puerta, para ver como se encontraba aquel amigo que había conocido en el bosque que custodiaba como jefe, pero, mientras se encontraba en esta marcha, algo llamo su atención y se abstrajo y no pudo notar que Anmorph pasaba por su costado sobre el regazo de otro animal que caminaba en dos patas.
Dos figuras habían aparecido colgadas de un árbol, como si de unos monos se tratasen, pero, algo no encajaba, ese aroma a sangre que provenía de ellos.
Aprovechando su enorme agilidad, algo que contrastaba con su enorme apariencia, utilizó su habilidad nata para desplazarse entre árboles y llego en unos breves segundos.
Vulphr:-¿Quién ser vosotros?- preguntó Vulphr observándolos desde una rama superior a ellos :-¿Por qué estar espiando?- preguntó con inocencia la criatura.
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Zahana guío a los mercaderes dentro de la estructura y los acercó a la barra. Tomó una botella y al destaparla vertió su liquido sobre una copa y la extendió a Cuchulain.
Zahana:-Serán 10000 Jewells. Vierte el líquido sobre su boca y asegurate que lo tome todo.- mencionaba la moza :-De esa manera, se recuperará... No les ofrezco a vosotros porque el tomarla cuando uno no está tan mal, es dañino para la salud.- explicó la muchacha mientras esperaba el dinero.
Luego, se acercó a la mujer zorro y le pidió que la siguiera. La moza trajo un futón mullido y le colocó una silla a su costado.
Zahana:-Puedes recostarlo allí y, sospechaba que esperabas estar a su lado, por ello te acerco esta silla.- comentaba la joven maga.

La criatura de pelaje blanco pareció reaccionar ante mi transformación. Luego de varios intercambios de palabras entre el resto de los allí presentes, se dirigieron al interior del gremio, con el zorro de pelaje negro a cuestas de la criatura blanca.

Al parecer nadie había notado a dos invitados los cuales parecían tener como afición espiar a otros. Nadie, a excepción de Vulphr, el enorme Vulcan amigo de Zafeti (al cual ya había visto en ocasiones anteriores, cuando aún formaba parte de Tempest), la criatura blanca (que al parecer decidió ignorarlos) y mi persona.

-Ey, no se vayan a caer... ¿Podrían decirme por qué nos estuvieron espiando todo este rato? Si es simple curiosidad, dejenme decirles que no está bien husmear en asuntos ajenos. Si lo han hecho por otros motivos, digan cuáles son...- En ese momento, el enorme simio se acercó a gran velocidad a ellos. -Oye, Vulphr, ten cuidado... No sabemos si son enemigos, ni tampoco lo fuertes que puedan ser...-

Los demás siguieron su camino, ya sea por desconocimiento de lo que estaba pasando allí, o porque prefirieron ignorarlo. Ladeé un poco mi cabeza para mirar atrás, hacia el interior del edificio.

-¡Ey Zafe! ¡Que tienes dos intrusos aquí! ¿En serio no te diste cuenta?- grité a mi antiguo maestro

[size=33]La oscuridad era inmensa.[/size]


[size=33]No me era fácil apartarla...[/size]


[size=33]Pero sentí algo en mi interior... Una intrusión...[/size]


[size=33]Desperté gritando...[/size]


[size=33]-¡NO HABRAS EL LIBRO!-rugi, temeroso... Pero era tarde...[/size]


[size=33]Al abrirse el libro por otras manos que no fuesen mías, las letras cambiaron, el texto se volvió confuso y entonces, una segunda magia apareció incendiando el libro sin dañar a quién había osado a abrirlo. [/size]


[size=33]Me lancé sobre el libro, y lo abracé fuerte como si de un tesoro se tratase. Murmure las palabras que sabia protegerían su contenido, en un intento desesperado de terminar el encantamiento.[/size]


[size=33]-Amo ni tlania! AMO NI TLANIA!! (¡No te quemes! ¡NO TE QUEMES!)-grite desesperado, tratando de absorber el fuego negro que se habia producido. Sin embargo, mi magia no era reconocida por las defensas del libro g vi como se quemaba lentamente.[/size]


[size=33]Desesperado, tomé mi corona que llevaba puesta y puse la joya azul sobre las llamas. Traté de invocar su poder, pero para mi desmayo, la joya no servía.[/size]


[size=33]No entendía como aquella joya mágica no apagaba el fuego. Mi desesperación creció, sentía miedo e ira. Aune quedaba un poco de magia, no me importaba.[/size]


[size=33]Me lancé corriendo a la fuente, con el libro en mis zarpas, lo coloqué dentro del agua, pero las llamas no se apagaban, eso lo sabía perfectamente.[/size]


[size=33]Con lo último de mi energía vital y mágica, vocifere a los cielos.[/size]


[size=33]-TONATIUTEOTL!! KOYOLXAUTLI!! TLAMI NI TEMAKTLI!! (¡DIOS DEL SOL!! ¡¡DIOSA DE LA LUNA!! ¡TERMINEN CON MI PODER!)[/size]


[size=33]Sentí como mi magia me abandonaba y el libro reaccionó. Una voz se dejó oír que decía:[/size]

[size=33]-¡Acceso concedido! Sujeto: Anmorph Crystol autorizado.[/size]


[size=33]Sonreí y cerré el libro, el candado impediría que se volviera a abrir.[/size]


[size=33]Me desmaye de nuevo...[/size]


[size=33]La oscuridad se apoderó de mí...[/size]


[size=33]Sentí mi cuerpo muy caliente...[/size]


[size=33]Mi respiración se agitó...[/size]


[size=33]Mi poder curativo no estaba....[/size]




[size=33]Sentí... El peso de mi edad....[/size]


[size=38]Caí al suelo...[/size]


[size=38]¿Acaso moriría aquí?[/size]


[size=38]Al menos.... Si ella venía, tomaría mi libro y se lo daría a Anaeky cuando tuviese edad....[/size]


[size=38]Eso... Deseaba...[/size]

Apenas la pequeña sintio caerse y ser rescatada por su hermano no fue algo que la sorprendio, Dafne siempre habia sido demasiado torpe en muchos asuntos y ese no era la excepcion, asi que era algo que esperaba ocurriera. Al ver que sus esperanzas de que no le quitaran el libro al hombre lobo se desvanecieron, termino por deprimirse la pequeña ¿Como podian ser tan malos con algo que no era suyo? ¡Eso no era justo! Y mientras que transcurria su berrinche interno no se percato de que un tercero venia.

Apenas hablo la chica se sobresalto, haciendo que sus gafas rojas que colgaban en el puente de su nariz se tambalearan un poco mas al punto de caerse, cosa que no ocurrio porque cuando se trataba de ellas, la pequeña desarrollaba una super proteccion a sus objetos de valor, asi que por medio de movimientos "ninjas" aun colgada de cabeza, las rescato. Sin responderle aun al chico de apariencia extraña que la asusto, se trepo como pude al cuerpo de su hermanno para reincorporarse a la rama de dicho arbol. Miro arriba, al extraño y luego abajo al chico que recien habia hablado, haciendo que aun a pesar de la noche sus mejillas se sonrojaran avergonzada por descubrirles -¡Y con razon!- en su pequeña travesura.

- Vamos. - Se giro para comentarle a su hermano y saltando de rama en rama y de trepar un poquito, luego de un par de minutos bajo de arbol. Se paro en frente de aquel que la vio y miro al que la descubrio con algo de verguenza, verguenza propia de una niña. - Yo... - Empezo hablar para ambos, bajando la mirada. - ¡Lo siento! - Se inclino en forma de reverencia en disculpa, tanto por ella como por su hermano, ella no queria problemas con nadie, no ahora. - Dainan y yo solo pasamos y es divertido y dije: Miremos! Miremos. Es mi culpa. - Se apresuro aclarar como pudo con su poco conocimiento respecto al idioma, y con su acento que se notaba era extranjera para luego volver a su posicion erguida habitual.

Fijo su vista en la mujer bestia a la que aun no le conseguia una forma de un animal como tal, a pesar de que el zorro no pudo evitar aquello aun seguia un tanto curiosa. - ¿Por que hacer esto a libro de señor gato? - Pregunto a quien hablaba de manera coherente (Ryuu), demostrando su manera muy curiosa de ser.

Dainan se encontraba de cabeza abajo con el cuerpo siendo sostenido de la rama del árbol, mientras que su mano derecha, sostenía por el tobillo a su hermana Dafne. Esta al ser tan torpe, ya casi no le sorprendía que su hermano la rescatara en varios momentos, Dainan a veces creía que ella lo hacía apropósito para que esta sintiera quizás el cariño de su hermano, aunque este no lo reflejara con palabras. El joven Dainan, observó a la par lo sucedido en tierra y como un gran grupo entraba en una estructura a medida que el sol se iba poniendo, mientras aun sostenía a su hermana. En el trajín del atardecer, notó a través de su flequillo rápidamente la presencia de un ser corpulento que se desplazaba entre los arboles a gran velocidad.

El ser corpulento, pronto llegaría al árbol en el que Dafne y Dainan se encontraban, luego el mismo ser se postraría en una rama superior en la que se encontraban los dos hermanos. El mismo ser empezaría a emitir unas palabras hacía Dafne y Dainan, sin embargo, Dainan no se inmutaría con las palabras provenientes de aquel ser. Dainan como era de esperarse, no respondería a preguntas tan complicadas al ser corpulento, dejando que su hermana respondiera por el. Pero Dafne pasados unos segundos sin haber respondido a las palabras de aquel ser, esta chica empezaría a treparse por el cuerpo de su hermano para reincorporarse a la rama que antes se encontraba.

Dainan también notaría como otro chico, empezaría a gritar por la presencia de nosotros en el árbol, y esta vez al ser dos personas quien estaban algo curiosas, a Dainan le entraría un poco de risa. Este mostró una risa un tanto muda, pues solo movía su cuerpo como si se riera y mostraba sus dientes en forma de una sonrisa, pero no emitiría sonido alguno.

- Vamos - dijo Dafne a su hermano, mientras que esa chica se movería de rama en rama para quedar en frente del ser corpulento que estaba entre las ramas. Al hacer esto, Dainan encorvaría su espalda para poder sostenerse de ambas manos de la rama en la que estaba, para luego liberar sus pies balanceándose así con dichos pies adelante y atrás, con esto Dainan giraría por completo para caer de pie en la rama en la que estaba con un salto, y entre salto y salto llegaría hacia un lateral de su hermana, con solo una curvatura convexa en sus labios que demostraban su sonrisa. Al llegar Dainan al lado de su hermana, notaría como la chica se disculparía frente al ser. Mientras que de una manera relajada Dainan colocaría ambas manos en sus bolsillos del pantalón a medida que observaba por detrás de su flequillo de una manera discreta al ser corpulento de en frente.

Dafne de pronto, empezaría a hablar con el chico que se encontraba en el suelo, y a medida que esta chica algo curiosa preguntaba al ser de abajo, Dainan empezaría a soltar otras leves carcajadas en forma de risa - kikikikiki -, esto quizás le abría causado risa a Dainan pero también lo hacía para perturbar a los demás, pues el aspecto de Dainan fusionado con el olor a sangre que llevaban ambos hermanos, podría este llevar un aire tétrico.

Mi jefe estaba tratando el tema de la salud del curandero yo me senté en una ronda donde zafeti hablaba.
En eso el que atacó al zorro blanco y al curandero corrió hacia mi jefe y tomó el libro y salió corriendo por la puerta.
Jefe ¿Esta bien? grité al levantarme sobresaltado de la silla.
Corrí hasta la puerta para tomar el libro pero pude ver claramente como la desesperación se mostraba en su rostro con razgos animalescos.
Ew, jefe ¿Viste eso? Parece como si estuviera... ¿Sufriendo? Debe ser su diario o algo de un ser querido comenté mientras esperaba alguna respuesta de mi jefe.
Mire hacia atrás y noté algo de preocupación en la mujer zorro.
¿Sabes que está pasando? ¿Porqué ataca de esa manera y ahora se muestra asustado? le pregunté sin entender la situación mental del sujeto.

El mercader pago sin miramentos, hasta hizo un comentario que era demasiado poco si eso ayudaba a su compañero. Zahana tomo el billete y, con un pase mágico, hizo que desapareciera de sus manos.
De repente, el peludo de color negro, aquel mismo que había insultado a los compañeros de Zahana corrió asustado tomando entre sus brazos un libro que arrebato de las manos del mercader.
Zahana observó mientras el mismo se lanzaba sobre la fuente y gritaba al cielo, no podía verlo sufrir por más que él haya insultado a su familia, su educación se lo impedía.
Corrió hacia él con la botella en sus manos. Cruzó la puerta e incluso se arrodilló al costado del animal.
Zahana:-Yo lo pagaré, zafeti-sama.- dijo la muchacha mientras arrojaba un poco del tónico en las fauses del animal.
Poco a poco, el estado físico de este comenzó a mejorar como así su respiración y la mueca de su rostro :-¿Decías que una mujer no podía cuidar a los demás?- soltó la muchacha con un claro tono de burla.

Mi cuerpo no se movía, había usado un hechizo prohibido para mi y mantener el libro a salvo. EL libro que contenía mis memorias y mi magia, la magia más aterradora de Bestialia,

Volví a mi mundo en mi mente, las guerras, mis hermanos heridos en guerra, la bruja Blue sanando cuanto podía, la zorra blanca que era mi esposa... Y mi hijo... Mi único hijo...

Yo sabía la verdad de ése acontecimiento, sólo yo y mi libro lo tenía escrito, Nadie más debía saber la razón de lo que hice... Nadie... Era doloroso.... Muy doloroso... Los amaba a todos... Más a la bruja...

Vi a mis hermanos: Gaia, el tigre hechicero, el que apenas había salvado de los humanos; Issys, su hermana tigresa, una joven que se recuperaba de una maldición asesina; SIlver, el lobo plateado, descendiente de aquellos a los que había aluna vez destruido en mi venganza sin sentido, al cual le debía mucho y sabía jamás repararía ése error; los dragones Isotope y Amethese, quienes ahora estarían viajando al norte, con los huevos de dragón de Shadroc, los protegerían para formar un nuevo grupo de dragones puros; Phantom, la naga que falleció en la batalla, una genio en armas nuevas, y yo conservaba ése aparato suyo en la bóveda de cuarzo en los confines del castillo de Furniergh; Stalker, mi amigo y a la vez un extraño; el que se había encarado de mostrarme éste camino, ahora muerto por culpa de los humanos.

Olfateé de nuevo la sangre que yo mismo derramé, la de los lobos, la de los dragones, la de tantos humanos...

Ya no aguantaba... Ya no quería...

Pero... Debía seguir...

Sólo para cumplir mi parte en ésta historia..

Me lo dijo ése humano...

Lo recordé, un humano robusto, con mucho pelo en cara, ataviado con una armadura negra y dos espadas grandes, seguido por dos espíritus de dragón de algún otro mundo... Shadow y Pyro...

-¡Tú eres diferente al resto de tu raza! -me dijo, mientras nos calentábamos en la hoguera.- Tienes mucho poder, pero no sabes usarlo... El destino que se te fue trazado... He oído de él por el "Vigilante" de tu mundo, y no estoy de acuerdo. Creo que puedes hacer más si me permites ayudarte.... Pero costará.... Un alto precio...

Sabía el precio... No podía morir aún...

Debía vivir hasta el día de la Batalla de Bestialia. Debía asegurar que Blue se encargara de Anaeky...

...

¿Cómo podía recordar eso?

El zafiro en mi frente... Debería bloquear esas memorias...

¿Será que nada en éste mundo podía ser usado como en el mío?

¿Cómo pudo la magia del libro activarse?

Lo recordaba también...

El libro, forrado de cuero de Bestiales y Ferales que sacrificaron sus vidas en la guerra, era una especie de generador de energía, ya que canalizaba la magia de su alrededor, la magia primitiva, la más básica de todo universo... EL sello de oro de dos canideos persiguiéndose la cola, símbolo de los ciclos y del flujo de Luz y Oscuridad, contenía la magia para reciclar y los hechizos para alterar el contenido del libro, para quemarlo, y sólo mi magia y la de la bruja podía abrirlo...

Si alguien... Lo intentaba siquiera leer, sería destruido sin remedio...

Era mi tesoro... Mi único vínculo con la Bruja Blue...

La amiga que traicioné por mis decisiones, y aún así.... Seguía a mi lado...

Y sentí su energía... ¿Acaso el libro la llamó? ¿Acaso vendría?

No estoy seguro...

Sentí algo recorrer mi garganta... Sentí bajar la fiebre y el cuerpo recuperarse lentamente, pero aún no podía moverme... Usar tanta magia me tenía muy débil...

Era raro... Haber estado sellado tantos años me dio una capacidad mágica casi infinita.... Pero en éste mundo no la tenía... Mi cuerpo se regeneraba lento, como cualquier canino normal.

Sonreí... Al menos... en éste mundo... No era un "Maldito"...

Los "Malditos" como Blue y su séquito, como yo, habíamos osado a intentar romper las leyes de la magia, y ahora vivíamos casi eternamente, sufriendo, sin poder concluir los ciclos de nuestra existencia...

Aquí no era más un "Maldito"...

No lo sabía...

Escuché una voz... Una voz femenina... Creo que es la chica del bar...

Sonreí...

Me había equivocado...

Tenía que ser menos desconfiado...

Pero el dolor era inmenso, como un mar eterno en la Oscuridad, no era fácil meterse sabiendo que es muy probable terminar herido o muerto...

No podía confiar en los humanos... No del todo...

Les daría el beneficio de la duda,..

Intenté regresar a la superficie de ese mar negro de caos, todo era borroso, apenas si podía mover algo...

Intenté hablar... No sé si me escucharían...

-Tlapopouili! Nitlatlakoli... Nikuaseniui... Nikuaseniui... Axtle antlapoa namox...*-dejé que la Oscuridad me abrazara y dormí...
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*Tlapopouili! Nitlatlakoli... Nikuaseniui,,, Nikuaseniui... Axtle antlapoa namox...= ¡Perdón! Mi error... Yo tiemblo de miedo.... Yo tiemblo de miedo... No abran ustedes mi libro..

Off Rol:
Perdón que me entrometa pero tengo que interceder.
Estuve contactando con Anmorph vía MP y recuerdo que dije que la magia del Libro no funcionaría, porque justamente, tampoco funciona vuestra magia tal como lo es en Bestialia por el hecho de que son de dimensiones distintas. Si "una de las joyas más poderosas de vuestro mundo no funciona ¿Por qué si un libro?".
Segundo, el libro nunca se quema, recuerdo también que sugerí hacer algo parecido a lo que Cuchulain puso en su rol y que yo reforcé, solo Anmorph ve las llamas pero solo es por un "Acto Reflejo", por experiencias pasadas en las que abrieron el libro en su historia, cosa que ya pasó en su rol en el pasado cuando se quitó la gema por primera vez en Oak.
Sugiero que modifiques lo de la magia del libro, Ferzan.
Anmorph, ya estas "recargado" podrías estar despierto con tranquilidad, pero es vuestro rol y solo tu decides que hacer.
Si otro usuario quiere postear antes de que Ferzan edite, siga la linea que Cuchulain y mi rol dejaron.

-"Descuida, no pasa nada." Comenté estrechando la mano con Cuchulain esbozando una sonrisa. Me sentía mucho más tranquilo al escuchar las disculpas de aquel mercader. Así también, me demostraba que no era tan mala persona como yo pensaba. No cualquiera se disculparía...

En eso aquel Zorro, sacó energías de no se donde, y pudo arrebatarle el libro a Cuchulain. Yo tampoco pude evitar que sucediera, no lo ví venir.

Sorprendido al igual que el mercader tambien me pareció notar algo en su rostro que no cuadraba.
-"Debe estar alucinando como dices, no pude sentir que mis manos se quemaran ni ver fuego salir de aquel libro." Dije a Cuchu, tratando como él, de encontrarle una explicación a la locura e impertinencia de aquellas acciones.

En ese momento, el curandero que había conocido en Lori, Por fin se estaba levantando. Al parecer el también había sufrido un desmayo al llevar su cuerpo al límite y se estaba recomponiendo rápidamente después de aquel elixir.

Lo que sucedió a continuación estaba en oídos de todos los allí presentes. La zorra dio un pequeño discurso de presentación de ella y de aquel zorro, tratando de explicar sus acciones. Mientras esto sucedía, el zorro se recomponía luego de el buen trato recibido de Zahana y su compañera "bestial".

-"Emmm...Perdón." Dije a modo de interrupción del monologo.
-"Me llamo Erasmo, soy nuevo en esto de la magía. Pero deberías saber que he abierto ESE libro, lo he leído, he podido traducirlo y no experimentado ningún tipo de síntoma o algún signo de dolor mientras lo hacía. Si sentí angustia o algún tipo de sufrimiento fue al comprender lo que decía en su interior. La historia que contaba. No fue por ningún tipo de magía." Dije con gran seguridad en lo que mencionaba a aquel "animal parlante".

-"Si son cosas privadas de él y lo he leído, lo siento mucho. No he podido evitarlo, me apasionan mucho los libros. Pero no ASUSTES a los demás con MENTIRAS. Quizás en su mundo sea muy peligroso abrirlo sin permiso, pero en este NO. Como ya he visto antes, al parecer sus leyes no se aplican a este universo, dimensión, lo que fuere... ...Siento que lo haya leído, de en serio."